"Hace 20 años lo perdí todo". Dolores Vázquez era directora de hotel en la Costa del Sol cuando un error judicial le hizo pasar un total de 519 días en la cárcel y un juicio mediático paralelo le condenó ante la opinión pública sin pruebas ni evidencias, acusada de asesinar a la joven Rocío Wanninkhof, hija de la que había sido su pareja durante varios años. Su vida, su intimidad y su carácter fueron motivos suficientes para trazar un perfil criminal e inculparla como única sospechosa. Ahora, dos décadas después de aquel crimen, Vázquez, que fue finalmente absuelta tras hallar al verdadero asesino, habla por primera vez.
Dolores. La verdad sobre el caso Wanninkhof es el título del documental con el que HBO ofrece el primer testimonio de Dolores Vázquez, quien accedió a hablar a través de la periodista Toñi Moreno, que se estrena aquí como productora ejecutiva. En el momento del crimen, la también presentadora trabajaba como reportera de sucesos y desde entonces ha mantenido contacto ella. Tal y como ha señalado en una entrevista concedida a Vozpópuli con motivo del estreno el próximo 26 de octubre de esta serie documental, su compromiso fue "respetar su testimonio", hacer un "trabajo serio" y no caer en la información "amarilla".
Hay una generación que está estudiando Periodismo y Derecho que no conoce su caso ni el error tan grande que cometimos todos", afirma la periodista Toñi Moreno, productora ejecutiva del documental
No fue fácil convencer a Dolores Vázquez para que rompiera el silencio que ha mantenido durante más dos décadas y Toñi Moreno tuvo que viajar a Betanzos (La Coruña), donde vive, para persuadirla en persona. "Hay una generación que está estudiando Periodismo y Derecho que no conoce su caso ni el error tan grande que cometimos todos", ha afirmado la periodista, segura de que aquel argumento fue definitivo para lograr las declaraciones de "Loli", como se refiere a ella.
Testimonio inédito
A lo largo de seis capítulos, esta serie documental arroja luz sobre algunos detalles desconocidos, como los orígenes de Dolores Vázquez, que se formó en Reino Unido, país en el que se refugió cuando salió de prisión en busca del anonimato. "Lo primero que me dijo fue que no quería hablar sobre su vida privada porque se la habían destrozado. Nunca compartió con nadie su orientación sexual", ha señalado Moreno, quien afirma que "Loli" solo quería hablar del caso, de las pruebas y de las incoherencias.
"Se le condenó porque todo el mundo compró que era un crimen pasional y porque todo el mundo conoció su vida", cuenta la productora ejecutiva
Paradójicamente, la vida privada que Dolores Vázquez no estaba dispuesta al principio a compartir con los espectadores fue precisamente la base en la que se fundamentaron las acusaciones contra ella. "Se le condenó porque todo el mundo compró que era un crimen pasional y porque todo el mundo conoció su vida. El móvil del crimen era que Rocío estaba en contra de la relación con su madre, y de eso tenía que hablar", ha afirmado la productora, quien consiguió un testimonio hasta ahora inédito que, según asegura, "ha sido una catarsis para ella".
Para la productora, se trata de un caso de "lesbofobia" y está convencida de que si ocurriese hoy algo similar se cometerían "los mismos errores". "Los jueces no hicieron bien su trabajo, los investigadores se equivocaron y los periodistas hicieron espectáculo sin conocer la verdad del cuento. Seguimos haciendo espectáculo con la inmediatez de las redes sociales. Es necesario parar y hacer una reflexión de aquello para contar hasta diez si ocurre otro caso como este", ha señalado.
A pesar de no tener "ni una multa de tráfico", lo cierto es que el carácter aparentemente frío de Dolores Vázquez jugó en su contra. Tenía una forma de ser "muy anglosajona", era la única directora de hotel acostumbrada a "mandar entre hombres" en una época en la que ninguna otra mujer tenía una responsabilidad de la misma magnitud y nadie entendió que no llegara "destrozada" al juicio. Por todo ello, tuvo una experiencia "traumática" en la cárcel que "no ha superado".
Dolores Vázquez y Alicia Hornos
Dolores Vázquez se ha quedado "congelada" en el momento de la detención, su vida se paró aquel día y no la ha vuelto a recuperar. En este tiempo, ha sufrido un ictus y no ha vuelto a tener ni trabajo ni pareja. Por aquel error judicial no ha recibido "ni un solo euro", no tiene derecho a cotización y vive de una ayuda de 350 euros, tal y como apunta Moreno.
Junto al testimonio de Dolores Vázquez, así como de periodistas, investigadores y otras personas cercanas a la joven asesinada, también está el de su madre, Alicia Hornos, quien cuenta su verdad y que, para Toñi Moreno, ha sido "otra víctima en todo esto". "La única víctima se llama Rocío Wanninkohf y por extensión su madre. No hay nada peor que perder un hijo, ni estar en prisión siquiera", ha concluido.
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