Julio de 2019. Alguien me sopla que va a actuar en la Riviera (Madrid) el trapero más famoso de Argentina. Hace un día espléndido y me apetece salir, así que me acerco paseando y me encuentro un par de cientos de jóvenes hiperexcitados bebiendo o haciendo cola en la puerta de la sala. Cuando se acerca la hora, enfilamos hacia la puerta de ‘Prensa/invitados’ y mientras comprueban nuestros nombres se monta un gran alboroto. Miramos a nuestra espalda y aparecen Young Beef -máxima estrella del trap español- rodeado por su séquito macarra, pidiendo paso entre risas y bravuconadas. El trapero granadino ha venido para echar un cable en la explosión final del concierto, donde canta junto a Duki uno de sus himnos más sobrados: “Bebo champán y lo tiro”, cuyo ritmo machacón se queda pegado en nuestras cabezas varios días.
El recital es una fiesta, a pesar de que la Riviera no ha llegado ni de lejos a la mitad de aforo. Cuatro años después, este fin de semana, la cosa ha cambiado por completo: Duki escupirá sus versos de euforia y frustración ante dos pabellones Wizink (viernes 24 y sábado 25) con casi todas las entradas vendidas (más treinta y cinco mil localidades). Para cualquier otro artista de solo 26 años esto sería una de las cimas de su carrera, pero para Mauro Ezequiel Lombardo Quiroga es simplemente otro día en la oficina, no especialmente glorioso. Para que se hagan una idea, el pasado otoño llenó cuatro veces el estadio de Vélez-Sarsfield, nada menos que 180.000 espectadores. Duki ahora mismo es el artista más grande de Argentina (y uno de los mayores de la esfera hispanohablante también). Su último lanzamiento es “Si me sobrara el tiempo”, donde olvida paranoias y da rienda suelta a su romanticismo. Ya lleva cuatro millones de escuchas en Youtube.
Duki sin límites
¿Cómo comenzó esta historia de éxito? De manera bien modesta, siempre al margen de la industria, por decisión propia. Forjó sus habilidades en las batallas callejeras de gallos, especialmente en las de El Quinto Escalón, que dispararon su popularidad. Se celebraban en el Parque Rivadavia del barrio Caballito de la ciudad de Buenos Aires. Después fue creciendo poco a poco, cultivando su personalidad desafiante y estrámbotica. Apuntaba ya a estrella nacional con su primer álbum, Super sangre joven (2019), editado en su propio sello discográfico y que alcanzo el estatus de platino. Su carrera fue creciendo de manera gradual y ahora colabora con Bad Bunny, es amigo de Ibai Llanos e íntimo de Bizarrap.
Bizarrap le invitó a participar en el himno de la victoria de Argentina en el mundial de fútbol de Catar
En su concierto de La Riviera, llamaba la atención un niño de seis años que había asistido con sus padres. Se sabía las letras de memoria y las bailaba como un poseso. Ese es uno de los secretos de Duki: lo mucho que ha enganchado al público infantil y preadolescente. Esto escribió la revista Rolling Stone Argentina en un reportaje de portada de verano de 2018: “El promedio de edad dentro del teatro (el gran Rex de Buenos Aires) debe ser de 14 años. Hay filas enteras de butacas ocupadas por niños, con un padre designado cada tanto. Después de más de 100 recitales en boliches -pequeñas salas-, hoy es una de las pocas oportunidades que los menores tienen para ver un show de Duki, y la están aprovechando”. Su popularidad explota en ese periodo, hasta el punto de desbordarle por completo: “Entró mucha plata en negro en muy poco tiempo y tuve que meterla en el congelador”, admitía Duki. “De repente, un pibito que ni existía hizo un par de millones”, recordaba.
¿Su último campanazo? En diciembre pasado, cuando la albiceleste ganó el mundial de fútbol de Catar, participó en el himno “Tres estrellas” junto a su amigo Bizarrap, donde se nombra a todos y cada uno de los jugadores del equipo de Lionel Scaloni. Tuvo dos millones de reproducciones en las diez primeras horas. “Tengo las tres estrellas en el conjunto; la gente grita ‘campeones del mundo’; cuando la toca Messi, habla el fútbol; el equipo y el pueblo estamos juntos”, dice la letra. Por supuesto, su condición de icono generacional está ya asegurada, haga lo que haga a parte de ahora. Verle en directo es asistir a historia de la música urbana en marcha.
Duki actúa hoy y mañana en el Wizink de Madrid y los próximos 3 y 4 de marzo en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación