Cultura

Dylan: "Nunca me pregunté si mis canciones son literatura, pero los Nobel sí"

Tras dar plantón a la Academia Sueca, el cantautor Bob Dylan agradeció el reconocimiento en un discurso que se leyó durante la cena posterior a la ceremonia.

El Nobel de Literatura no acudió. A Patti Smith se le atasca la canción. ¿Algo más podía salir mal para la Academia Sueca en su reconocimiento de Bob Dylan? El cantautor tuvo, sin embargo, el gesto de enviar un discurso escrito que se leyó en la cena posterior a la entrega. En el texto aseguró que nunca se detuvo a preguntarse si sus canciones son literatura, pero agradeció a la Academia Sueca que sí lo haya hecho y que haya dado "una respuesta tan maravillosa" al concederle el galardón.

Comenzó su discurso escrito lamentando su ausencia, pero aseguró que estaba "totalmente en espíritu" y que se sentía honrado por haber recibido "un premio tan prestigioso", uno que, por cierto, tardó dos semanas en aceptar.  A pesar de ese detalle, Dylan es todo gratitud en el discurso enviado. Recibir el Premio Nobel de Literatura era algo "que nunca habría podido imaginar, ni verlo venir", aseguró y recordó que desde pequeño ha "leído y absorbido" las obras de algunos laureados, "gigantes de la literatura" como Rudyart Kipling, George Bernard Shaw, Thomas Mann, Pearl S. Buck, Albert Camus o Ernest Hemingway.

"Que ahora yo me una a semejante lista de nombres realmente va más allá de las palabras", afirmó el cantautor. "Si alguien me hubiera dicho que tenía la más mínima oportunidad de ganar el Premio Nobel, habría pensado que tenía las mismas que de estar en la luna. De hecho, en el año en que nací (1943) y en otros después nadie en el mundo fue considerado lo bastante bueno para lograrlo".

En su texto recordó que cuando empezó a escribir canciones, siendo adolescente, e incluso al tener algo de fama, soñar a lo grande suponía esperar grabar discos y que sus canciones sonaran en la radio, es decir, llegar "a una gran audiencia" y poder "seguir haciendo lo que te habías propuesto". Para insistir en la idea sobre lo literario o no de su obra, y quizá para salir al paso de quienes criticaron la decisión del jurado, llegó incluso a comprarse con Shakespeare. "Apuesto a que la última cosa que Shakespeare tenía en mente era la pregunta de si esto es literatura", indicó Dylan.

Y como Shakespeare, el cantautor también está ocupado "con frecuencia" en la búsqueda de sus esfuerzos creativos y "lidiando con todos los aspectos mundanos de las cosas mundanas de la vida" como quiénes serán los mejores músicos para una canción o si está grabando en el estudio adecuadoY es que -concluyó- hay cosas que "nunca cambian, ni en 400 años".

No es poeta, al menos eso dice él 

La Academia Sueca sorprende este año al escoger como ganador del premio Nobel de Literatura 2016 al norteamericano Bob Dylan "por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción". La Academia destacó la relevancia experimental de Dylan así como su prolífica creación como pintor, músico y poeta. A pesar de que Dylan sonaba en los últimos años como candidato al premio, su elección echó por tierra a dos autores que sonaban con fuerza para esta edición: el poeta sirio Ali Ahmad Said Esber, conocido como Adonis, o el escritor estadounidense Philip Roth, quien un año más sufre el desplante de la institución.

Robert Allen Zimmerman, conocido como Bob Dylan –se inspiró en el poeta Dylan Thomas para cambiar su nombre-, es considerado  un icono de la música popular del siglo XX y una figura de la contracultura. Y aunque él nunca se refirió a sí mismo como un literato, el aporte lírico de sus canciones identificado por algunos le ha valido en más de una ocasión el calificativo. 

"No me llamo poeta porque no me gusta la palabra. Soy un artista del trapecio", dijo en una entrevista concedida  en 1965 para llevar la contraria a aquellos que se referían a él como un escritor. Al margen de sus propias opiniones, hay quienes –como el poeta Allen Ginsberg- han defendido que el cantante  nacido en un pueblo de Minnesota en 1941había construido un universo poético que se sostenía en la ambigüedad. "Dylan es uno de los más grandes bardos y juglares norteamericanos del siglo XX y sus palabras han influido en varias generaciones de hombres y mujeres de todo el mundo", aseguró Ginsberg.

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