Emma Suárez ha sido la última actriz en sumarse al apoyo que el director Fernando Trueba está recibiendo por parte del sector del cine en los últimos días. Faltan dos semanas para la celebración de los Premios Goya 2017 y los grandes intérpretes del país están calentando motores gracias a otros tantos reconocimientos que sirven de antesala a los galardones otorgados por la Academia. Es el caso de Emma Suárez, que este jueves recibió el Premio Puente de Toledo con motivo de la 35 Semana del Cine Español de Carabanchel, uno de los festivales más longevos del panorama cinematográfico. "Creo que la gente saca de quicio las informaciones, ha sido muy exagerado el linchamiento que se ha hecho con Fernando y creo que es un hombre que merece un respeto como cineasta y como persona", comenta a Vozpópuli. "Todos cometemos errores y nos equivocamos. Es muy difícil hablar en los discursos y pronunciar las palabras correctas, a veces las emociones te confunden. No creo que haya que tener en cuenta un comentario que se ha malinterpretado, creo que ha habido un malentendido", añade.
La madrileña debutó en el cine a los 14 años, cuando fue seleccionada en un casting para protagonizar la adaptación cinematográfica de Memorias de Leticia Valle, de la escritora Rosa Chacel. Desde aquella experiencia han transcurrido casi 40 años y medio centenar de películas. Si bien en los años 90 Suárez fue un rostro habitual del cine -en 1996 consiguió el Goya a mejor actriz por su interpretación en verso en el filme El perro del hortelano, de Pilar Miró-, en las décadas venideras sus apariciones en la gran pantalla fueron cediendo el paso al teatro. Hasta hoy, momento en el que se encuentra nominada por partida doble. Por un lado, es candidata a recibir un reconocimiento como mejor actriz protagonista por Julieta, de Pedro Almodóvar, y, por otro, aspira a lograr un Goya en la categoría de mejor actriz de reparto por su papel en La próxima piel, largometraje dirigido por Isaki Lacuesta e Isa Campo. "Creo que los actores dependemos en algún sentido de las películas en las que participamos. En la medida en la que esas películas tienen éxito o cierta proyección, tienes ese reconocimiento como partícipe de ese proyecto. Quizá el teatro no tiene esa proyección", considera.
Es un momento muy especial porque ya no tengo 20 años, así que todo lo que está pasando es el reconocimiento de los compañeros valorando el paso del tiempo"
En este tiempo en el que las tablas han sido su abrigo, Suárez ha estado trabajando con Mario Gas en Las criadas; con Carles Alfaro en el Tío Vania; en la obra del nobel Harold Pinter Viejos tiempos, dirigida por Ricardo Moya; en Deseo con Miguel del Arco y también con José María Pou en Los hijos de Kennedy, entre otros proyectos. Aunque también reconoce que si ha sido una etapa en la que ha hecho menos cine es "porque es una edad en la que no hay muchos personajes para actrices. Es difícil encontrar personajes para mujeres maduras". Cree que está viviendo "un buen momento" en el que "se han alineado las estrellas", pero asegura que trabaja sin pensar en los premios. "Este es un trabajo en el que ponemos todo el amor y todo el cariño a la hora de hacerlo y siempre quieres hacerlo bien, nunca te conformas. Es muy bonito que dé frutos y que la gente lo reconozca. Es un momento muy especial porque ya no tengo 20 años, así que todo lo que está pasando es el reconocimiento de los compañeros valorando el paso del tiempo", reflexiona. "Soy más de agradecer lo que uno tiene que de querer más", dice la actriz.
De Madrid... al cielo
Emma Suárez recibió el pasado sábado el premio Forqué 2016 a la mejor interpretación femenina por Julieta, un trabajo que le ha valido otras nominaciones como a los European Film Awards o a los Premios Feroz, además de a los Goya. También ha recogido el premio a Mejor Actriz de Días de Cine, por La próxima piel, papel por el que también está nominada para los Premios Gaudí. Sin embargo, este jueves fue homenajeada con el Premio Puerta de Toledo a toda su carrera, un reconocimiento que supone el pistoletazo de salida de la Semana del Cine Español de Carabanchel, que cumple 35 ediciones, convirtiéndose en uno de los festivales de cine más antiguos del país. "Es un día muy especial, estoy muy emocionada. Soy muy madrileña, he paseado mucho por este barrio con mi padre, es mi casa. Hoy estaría muy orgulloso", ha expresado. "El cine es muy importante, con las películas nos evadimos de nuestra vida. He crecido en el cine. Aprendí a enamorarme en el cine antes que en la vida y aún sigo. Hay algo misterioso dentro de uno que necesitas expresar a través de la interpretación", ha destacado.
"Estas calles están llenas de historias, y que sean los vecinos de Carabanchel los que me hayan conocido este honor me emociona, porque tiene que ver con mi infancia y tiene que ver con el paso el tiempo", ha dicho la actriz que ha crecido en el barrio de La Latina. "Me parece maravilloso que sean los vecinos los que hayan tomado esta propuesta cinematográfica, una semana de Cine Español en el barrio, con películas como Tarde para la Ira, El Olivo… una serie de películas muy variadas. Es muy importante valorar esto ya que significa la necesidad que tienen de ver cine", ha señalado. El premio le fue entregado en la Casa de la Villa por la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Mastre y la Concejala del Distrito de Carabanchel, Esther Gómez, quienes coincidieron en destacar la importancia de este tipo de iniciativas. "La cultura no puede convertirse en algo sólo al alcance de unos pocos", dijo Gómez.
