Eran las dos del 7 de mayo de 1915. Los pasajeros que viajaban en el Lusitania, el mayor y más lujoso transatlántico del momento, ignoraban por completo lo que estaba a punto de suceder. Un torpedo disparado por un submarino alemán impactó contra el barco y lo hundió en apenas veinte minutos. Ocurrió frente a las costas de Irlanda, una zona declarada como bélica unas semanas atrás. Murieron 1.200 personas, la mayoría de ellos ciudadanos estadounidenses. Fue una carnicería, en toda regla.
Sobre este tema, nada ocurrió como nos hicieron creer durante años, asegura su autor
Sobre este tema, nada ocurrió como nos hicieron creer durante años, asegura su autor. Al menos esa es la conclusión a la que ha llegado el periodista y escritor estadounidense Erik Larson en el libro Lusitania, que se publica el próximo 3 de marzo en España, con ocasión del centenario del famoso hundimiento. Junto al desastre del Titanic, el Lusitania supone la otra gran tragedia naviera que marcó el comienzo del siglo XX.
Las cifras hablan por sí solas. De los 1.959 pasajeros y tripulación del Lusitania, solo sobrevivieron 764; el total de muertos fue de 1.195. Los tres polizones alemanes aumentaban el total hasta los 1.198. De los 33 bebés que iban a bordo, solo sobrevivieron 6. Más de 600 pasajeros no fueron hallados nunca. Estas cifras convierten a este episodio en el primer crimen de guerra con resultados tan grandes y cruentos.
¿Fue un hecho orquestado para justificar la entrada de Estados Unidos en la Gran Guerra?
“Siempre había tenido la impresión, sospecho que compartida por muchos, de que el hundimiento llevó inmediatamente al presidente Woodrow Wilson a declarar la guerra a Alemania, cuando en realidad Estados Unidos no entró en la Primera Guerra Mundial hasta dos años después... Cuando empecé a leer al respecto y a bucear en archivos americanos y británicos, el tema me intrigó, me encantó y me conmovió. En resumen: quedé enganchado”, asegura Larson.
El autor del best seller El jardín de las bestias cuenta en este relato la historia del desastre que cambió el curso de la I Guerra Mundial y convirtió a EE.UU. en la potencia hegemónica del siglo XX. ¿Qué fue en realidad lo que ocurrió? ¿Cuál es la verdad sobre este hundimiento? ¿Fue un hecho orquestado para justificar la entrada de Estados Unidos en la Gran Guerra? ¿Iba cargado con armamento para la Gran Bretaña?
Según Larson, aunque la causa del desastre era obvia (un acto de guerra), "el Almirantazgo hizo un movimiento inmediato para echarle la culpa al capitán Turner, máximo responsable de la nave. Cualquiera que tuviera conocimiento de las comunicaciones internacionales intercambiadas entre las oficinas de los oficiales de mayor rango del Almirantazgo la semana posterior al desastre, no habría tenido duda alguna del celo con el cual el Almirantazgo quería preparar una acusación contra Turner". En una de ellas, Churchill mismo escribió: "Debemos procesar al capitán implacablemente".
Erik Larson es un célebre autor estadounidense que con la publicación en 2003 de El diablo en la ciudad blanca (Lumen) vendió millones de copias en Estados Unidos, fue traducido a más de 30 lenguas y tuvo numerosos reconocimientos, entre ellos ser finalista del National Book Award.
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