A David Olivas se le podría considerar una “persona faro". Este término se utiliza, metafóricamente, para definir a aquellos que tienen un aura intensa, brillante y única. Además, se trata de personas que son un punto de referencia o luz que iluminan el camino para otros.
Con apenas veintiséis años ya tiene cinco libros publicados. Además, ha sido el fotógrafo oficial de grupos como Dorian, Love of Lesbian o Supersubmarina. Y por si fuera poco, Netflix ha comprado los derechos de una de sus novelas para llevar a cabo una adaptación.
Aún así, hay muchos que a día de hoy lo siguen conociendo como el fotógrafo de las calles de Madrid o el de los besos robados, por algunas de las instantáneas que comparte en sus redes sociales.
A David le esperan unos meses llenos de nervios, pero también de mucha ilusión, por el lanzamiento de su nueva novela. En esta entrevista con Vozpópuli nos adelanta algunos de sus nuevos proyectos y nos revela cómo es su proceso de creación.
Respuesta: Me considero una persona que está obsesionada con contar historias que emocionen. Esas historias se pueden contar a través de libros, fotografías o películas.
R: Veo un mundo donde vamos con mucha prisa, donde realmente nadie se para a observar. A mi me encanta captar los abrazos que se dan en el metro o el beso de una pareja antes de despedirse. Todo eso me da luego las herramientas para hacer novelas donde la gente ya no solo se vea reflejada, sino que vean que pueden vivirlas, que pueden ser también los protagonistas de ese libro.
R:
“Te veo en el cielo” es el libro que siempre he querido escribir. Es una historia de amor, pero también va mucho más allá. Es la historia de ese primer amor que vives con mucha intensidad, pero también es la historia de una persona que vive en un pueblo y se va de Erasmus a Roma. Allí entiende que la vida que estaba llevando antes no es la de verdad. Además conoce a Enzo, un nadador muy conocido en Italia.
Viviremos con ellos una historia de amor que creo que nos emocionará muchísimo porque todos querremos ser los protagonistas.
R:
Es una de las partes más bonitas que tiene el ser escritor. Para mi cada lugar que sale tiene que existir en la realidad, así luego los lectores, cuando acaben el libro, pueden hacer rutas con la novela en la mano.
Estos sitios nacen de la curiosidad, de buscar los lugares perfectos donde puedan ocurrir estas historias. Me pasó con “El vuelo de la mariposa” y Cudillero, y con Palafrugell en el “Susurro del ángel”. También me ha pasado ahora con Roma y con una isla secreta que está en mitad de Nápoles. Pero al final creo que los lugares te encuentran a ti. Yo voy dando con lugares que no conocía y que creo que pueden albergar historias.
Hace poco estuve en el Cabo de Gata y supe que ahí quería escribir una de mis novelas. Es un lugar que tiene esa particularidad perfecta: pequeño pero muy audiovisual.
R: Sí, en todos mis libros aparece un faro. De hecho en Cabo de Gata lo primero que hice fue ir a ver el faro. Tengo pendiente tatuarme uno. Creo que son sitios muy mágicos. Son muy de película, pero son sitios que aportan luz en todos los sentidos. No hay nada más mágico que un faro en mitad de la noche.
P: Pero también tienes un vínculo con París y con Roma
R:
Roma es la ciudad a la que siempre volvería y París es la ciudad que más he visitado. Son dos ciudades que para mí tienen una gran importancia en las historias que cuento, pero en especial Roma. De hecho la llevo tatuada en el brazo. Roma es una ciudad a la que siempre he querido ir a escribir.
Con este último libro estuve allí un mes y me pareció un momento mágico el estar en pleno verano con mi libreta apuntando anotaciones de lo que iba a ser luego la novela. Cuando volví a Madrid y veía esas fotografías y esas anotaciones me trasladaba a esos momentos que estuve viviendo. Eso hace cada palabra que escribo sea lo más fiel posible a la realidad para que el lector también pueda viajar hasta Roma.
R:
Me suele pasar que necesito tener siempre una pizarra frente a mi ordenador donde hay una multitud de fotografías, mapas, anotaciones… Te diría que en mi cabeza siempre tengo primero la imagen de cómo es la historia, de dónde ocurre, qué colores tiene el lugar y después empiezo a escribir.
Esos viajes de los que hablábamos forman parte del proceso porque me sirven para buscar la casa de cada uno de los protagonistas, sus lugares de trabajo, donde entrenan… Esto es lo que hace que luego en la descripción y en la narrativa todo se pueda entender mucho mejor. Sabes a qué huelen esas calles, de qué color es el atardecer o donde se refleja la luz en una hora concreta del día.
R:
La verdad que es uno de los proyectos que más ilusión me hace. Cuando has estudiado cine uno de tus grandes sueños es que aquello que escribes pueda llegar a adaptarse.
Ahora mismo estamos en conversaciones con los productores que están ilusionadísimos con el proyecto. Ya tenemos cerrado el casting. Es maravilloso porque en todo momento están contando conmigo para la toma de decisiones, y es algo que valoro muchísimo. Al escribir la historia yo tenía en mi cabeza ciertas personas que a día de hoy se están leyendo la novela y que nunca pude llegar a imaginar que pudieran aceptar un proyecto así.
Estamos todos muy ilusionados y con muchas ganas de que se puedan conocer muchas de las noticias, porque por el momento no se puede decir nada.
R:
Pues realmente en el momento en el que a mí me llega la propuesta de Eric, que es uno de los productores de series como La casa de papel o Dark, recuerdo que se lo pasé a mi agente editorial y le dije que creía que era una broma. A los pocos días me dijo que no, que no era una broma, que era una propuesta muy en serio y un mes después estábamos ya firmando para que la adaptación se llevase a cabo.
Llegaron a mí a través de una de sus bookers de ojeadores. Había leído el libro y le gustó mucho que fuera la historia de un niño desaparecido en la Costa Brava, y que también se tocarán temas como la maternidad o el sentimiento hacia la familia. Estaban buscando historias así y a día de hoy las plataformas están en constante búsqueda de historias familiares, pero que también tengan algo de verdad. En España hemos vivido casos muy similares, tristemente, y por eso yo creo que le echaron un ojo a “El susurro del ángel".
R:
La gente desde el primer momento en el que yo ya me fui a Italia y les conté que estaba escribiendo la siguiente novela se quedaron enganchados a esa isla secreta de casas de colores, y querían saber más y más.
Sí que es verdad que tienes siempre una presión encima, pero yo creo que también pueden mucho más las ganas de poder contar esta historia y poder hacer que a la gente le pellizque un poco el corazón Elías y Enzo, que yo creo que lo hará.
También recibo muchísimos mensajes de ánimo. Recuerdo los días en los que estaba ya terminando la novela entre lágrimas. La gente también se emocionaba porque, al final, hacen un viaje contigo y después reciben el libro. En el fondo lo ven de alguna manera como un trabajo en conjunto. Te han acompañado y te han dado esos ánimos y esa fuerza para terminarlo.
R: “Te veo en el cielo” tiene muchísima verdad. Yo creo que el libro no lo hubiera escrito igual si no hubiera estado enamorado. Es un libro que es una historia de amor pura, sincera y real, pero hay mucha verdad también. Hay muchos detalles míos, de mi vida, detalles que tengo con mi pareja, que están también reflejados en esa novela. Una vez un amigo me dijo que si escribes de lo que has vivido nunca te vas a equivocar. Y realmente tiene razón porque yo creo que ahí también hay historias, en las pequeñas cosas que nos van pasando. Por eso yo también quería hacer una novela que contase ciertas partes de mi vida, ciertas situaciones, pero también tiene una parte de ficción muy bonita y que creo que hará que la gente se quede enganchada desde el primer momento.
P: ¿Tienes alguna otra historia ya en mente?
R:
Kilian, que es mi pareja, es de Almería y en uno de los últimos viajes que hicimos para ver a su familia me llevó a Cabo de Gata. Cuando bajé del coche se me quedó mirando y me dijo “¿qué piensas?” Yo le respondí “creo que aquí tengo que escribir una historia”. Es un lugar muy peculiar, me pareció mágico.
El otro día ya pasé a mis agentes de lo que quería que fuese la siguiente novela y la verdad es que me emociona muchísimo porque es una historia también muy bonita, muy especial. Lo que yo tengo claro es que seguiré por la línea de historias LGTB que emocionen y que lleguen, poco a poco, a cambiar el mundo.
Creo que al final cuando escribes de situaciones actuales también tienes que contar los problemas que se viven. Ahora mismo en el ámbito LGTB siguen habiendo problemas. Sigue habiendo peleas. Por ejemplo en el metro de Barcelona, esta semana, hubo una paliza a una persona trans.
Yo creo que al final también necesitamos escribir historias así para que el día a día se pueda ver cada vez con menos maldad y podamos, poco a poco y todos juntos, cambiar lo que está pasando.
R:
Siempre recomiendo dos libros que a mí me hicieron cambiar. Uno es “Marina” de Carlos Ruiz Zafón. Siempre lo recomiendo y en todos mis libros aparece o bien en una mesita de noche o bien en la librería o en un libro que se lleva el protagonista de viaje.
El otro que voy a recomendar es “La isla de Alice”, de mi amigo Daniel Sánchez Arevalo. Es un libro que a mí me fascinó. También me gustaría recomendar “Gente normal” de Sally Ronay que es un libro fascinante.
Esos tres libros son los que yo creo que me forman: la emoción de “Marina”, la búsqueda de “La isla de Alice” y esos sentimientos que hay en “Gente normal”.
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