El periodista Diego Osorno llevaba años recorriendo los pueblos de Oaxaca, Chiapas y Guerrero cuando escuchó la noticia. El reportero, que vivía de escribir las historias de personas que morían de hambre o de un tiro en la sien, leyó el titular sin dar crédito. Por primera vez un mexicano encabezaba la lista de Forbes de los más ricos del mundo. Se trataba del empresario Carlos Slim. Un hombre que lo posee todo en un país donde 50 millones de personas no tienen nada. Así comenzó, hace ya siete años, a trabajar en la biografía Slim (Debate, 2016).
Carlos Slim, un hombre que lo posee todo en un país donde 50 millones de personas no tienen nada
En el libro, Osorno explica con rigor, apoyándose en archivos confidenciales y en más de 100 entrevistas, que incluyen tres con el propio empresario, con quien se entrevistó en tres ocasiones. Buena parte de la biografía se mueve entre el perfil de un hombre dominante y aquel que saca partido de su naturaleza seductor. Hijo de inmigrantes libaneses, puso su pensamiento de ingeniero al servicio de su emporio. Osorno se refiere a Slim como una persona que no cree en otra cosa distinta del dinero. Un representante en toda regla de lo que podría llamarse el Capitalismo Latinoamericano que ha crecido a la sombra de los favores oficiales. A la luz de este enorme retrato, Osorno parte de una pregunta: ¿puede uno de los hombres más ricos del mundo puede ser buena persona?
Premio Nacional de Periodismo de México 2013, Diego Osorno ha sido descrito por la Fundación Nuevo Periodismo como uno de los mejores cronistas de América Latina Algunos de sus libros, como El Cártel de Sinaloa (2009), La Guerra de los Zetas (2012) y Contra Estados Unidos (2014) han sido incluidos en las listas anuales de lo mejor de la literatura no ficción. Slim es la más reciente entrega del reportero, quien visitó Madrid para dar a conocer los detalles sobre el hombre más rico del planeta.
¿Puede uno de los hombres más ricos del mundo puede ser buena persona?
-¿Es una biografía autorizada?
-No, pero sí es cierto que está la versión de Slim. Tenía cerca de ocho años investigando, así que había hecho una solicitud de entrevista y aunque no insistí, el propio Slim accedió a responder a mis preguntas. Fueron en total tres entrevistas.
-¿Puede un hombre rico ser buena persona?
-Cuando comencé la investigación esa era una entre muchas otras preguntas de partida, casi como un juego. Está esa idea de quien alcanza el éxito tiene que arrasar gente y no ser un buen tipo. Jugaba con ese lugar común. Es algo que además tiene que ver con la percepción de Slim en los últimos años. Ha logrado una imagen de buena persona entre la izquierda. Por ejemplo, Andrés López Obrador dice que Slim es un buen empresario y que, de ganar, le daría más oportunidades. Cuando me senté a escribir me di cuenta de que la pregunta era transversal.
-Desde que México era un virreinato no existía un hombre tan rico como Slim, asegura.
-Sí. Es esa riqueza extrema es lo que me interesaba que el lector percibiese. México tiene una violencia social tremenda, pero el libro trata de plantear la violencia económica. Slim perjudicó en 129.000 millones de dólares a la población mexicana gracias a sus prácticas monopólicas. Eso es de una violencia tremenda. El narcotráfico y la migración de personas a EEUU son el costo de esos niveles de desigualdad en México.
"Slim perjudicó en 129.000 millones de dólares a la población mexicana gracias sus prácticas monopólicas. Eso es de una violencia tremenda"
-¿Cuál es la relación de Slim con la clase política durante la etapa post PRI?
-Cuando llegó la alternancia y comenzaron a entrar otros partidos con un poco más de definición ideológica, Slim entró en relación con todos los partidos. Comenzó en el entorno de Vicente Fox con el PAN, de hecho, Slim fue uno de sus donantes más importantes. Sin embargo, eso no le impide financiar al que gana y llorar con el derrotado. Su espectro de relaciones políticas es muy amplio. No se puede decir que este es el partido de Slim.
-La fortuna de Slim proviene en buena medida de la venta de Telmex en la que Carlos Salinas de Gortari favoreció al empresario ¿Fue aquello ilegal?
-Cuando Telmex pasa a manos de Slim, el gobierno le concede durante seis años un monopolio legal de la telefonía en México. Eso puede ser cuestionable, pero es legal. La ilegalidad viene después. Desde el 96 hasta ahora, el monopolio de Slim se extendió de facto. Por eso, en el libro digo que Salinas de Gortari concede el monopolio, pero son los presidentes Fox y Cedillo los que lo perpetúan. No regulan la legislación y le permiten mantenerlo durante 18 años. Hizo dinero mediante un mecanismo que permitió tener como consumidores rehenes a los mexicanos.
-Señala que los 80 fueron los años de mayor provecho económico para Slim, ¿por qué?
-Él es un capitalista amparado en la estructura del consenso de Washington. Fue un proceso caciquil, de castas. La liberalización de la economía en México permitió que grandes fortunas crecieran en ese proceso.
-¿Encontró alguna relación entre Slim y el narcotráfico?
-No encontré un vínculo directo, lo que sí es interesante es que el hermano de Slim, un hombre muy importante en la vida familiar, fue parte de la Dirección Federal de Seguridad, la peor policía de México, la que organizó el narcotráfico. Eso no quiere decir tenga relación. Hay un elemento cercano e interesante y que al propio Slim no le agradaba responder.
"El hermano de Slim, un hombre muy importante en la vida familiar, fue parte de la Dirección Federal de Seguridad, la peor policía de México"
-¿Cuál es el rasgo más visible de Slim en las distancias cortas?
-Tiene una capacidad de intimidación importante. Slim es alguien con una virtud personal: es un seductor. Es un tipo interesante, cuando lo ves no parece siquiera un rico. En una oportunidad, Monsiváis escribió un artículo cuestionándolo. Slim lo invitó a una de una librería de viejo, que tanto le gustaban a Monsiváis, terminaron buscando ejemplares antiguos los dos..
-Carlos Slim es un gran coleccionista de arte, pero, ¿y su biblioteca? ¿Es un buen lector?
-Es lector, pero muy básico. Lee muchas biografías de otros millonarios estadounidenses. Millonarios latinos. También le gusta la historia.
-¿Llegó Slim a encandilarlo?
-Sí. En una ocasión, antes de empezar la entrevista, Slim me enseñó su biblioteca. Ves eso verde que hay allí arriba, preguntó. Eran los diarios del Che Guevara, unos facsímiles idénticos. Me puse a verlos y de pronto me olvidé de la entrevista pero reaccioné a tiempo. Pude haberme quedado con eso. Slim sabe seducir.
-¿Es un personaje con ambiciones políticas reales, concretas?
-Él no necesita ser presidente para tener el poder. Ya lo tiene.
Marcial Maciel, el fundador de los legionarios de Cristo, ofició la boda de Carlos Slim con su mujer Soumaya
-Sobre la familia de Slim hay muchos aspectos: su matrimonio, la relación con los legionarios de Cristo...
-Slim se casa con una mujer que viene de la dinastía más importante del Líbano, que fueron los fundadores de las falanges que han asesinado a miles de personas. Slim tenía dinero, pero no ese linaje. Es una familia con un apellido, con un estatus, con un fulgor en las élites internacionales. Eso le da un nivel que no tenía su familia. Quien lo casó fue justamente Marcial Maciel, el fundador de los legionarios de Cristo. La relación se mantiene todavía existe cuando fallece Sumaya, porque quien hace los oficios fúnebres también es Maciel.
-Los hijos de Slim estudiaron en el entorno de los Legionarios de Cristo. ¿Hay algún personaje esencialmente problemático?
-De los hijos, hay un capítulo donde cuento la historia del más joven de ellos: Patrick. Al igual que su madre es muy católico, tenía un problema renal. Logró sobrevivir por el trasplante de riñón de un hermano mayor. En este tiempo, Patrick se convierte en un promotor de contrarreformas. En México se aprobó el matrimonio homosexual, la eutanasia, el aborto. El hijo de Slim comenzó una campaña para tratar de revertir eso hasta tal punto de que llegó a decir que la virgen de Cleveland se le había aparecido niños como una manifestación por los no natos. Comenzó a buscar financiación para crear su propio partido. Puede que eso sea lo más cercano a la política al ejercicio de la política que podrá estar Slim. Ahora, este mismo hijo acaba de embarcarse en la película más cara de la historia de México, una cinta acerca de la Guerra Cristera de 1920 entre el Gobierno y la Iglesia Católica.