Cultura

Eslava Galán cuenta cómo un español de raza aria pura vivió como semental en el Berlín nazi

En esta entrevista, el escritor habla (entre otros temas) de uno de los personajes de su más reciente novela:Herminio Cáiser, un obrero que sorprendió a los mismísimos nazi, por ser un ario puro.

Juan Eslava Galán se ha pasado tres pueblos. Sí, eso: tres pueblos. Él, que escribió sobre la España en la que todo era pecado; que consiguió una Biblia atravesada por una bala o una pierna de jamón de 1914, esta vez –gracias a la ficción– va más allá en su más reciente novela. En El amor en el jardín de las fieras (Espasa), cuenta la curiosa y enrevesada historia de un hispano de raza aria pura hallado por los nazis en la España del franquismo.

Todo arranca en octubre de 1940, durante la visita de Himmler a España. Al ministro del Tercer Reich lo acompaña una bella mujer de la agencia racial Ahnenerbe. Será ella quien descubra entre los trabajadores forzados de una excavación arqueológica a un obrero rubio, Herminio Cáiser: un joven de ojos azules y magnífica constitución que podría demostrar la pervivencia en España de una cepa pura de la raza aria. La organización Ahnenerbe lleva al joven a Berlín y lo hace objeto de una serie de estudios que confirman que es un ario perfecto. Reclutado en una casa-cuna nazi, se deja utilizar como semental a cambio de un trato favorable para su padre, internado en una cárcel franquista por su pasado republicano.

En 'El amor en el jardín de las fieras' (Espasa), el escritor Juan Eslava Galán vuelve a su fuerte: el siglo XX

Esa peripecia le da pie a Juan Eslava Galán (Jaén, 1948) para recrear el Berlín de la Segunda Guerra Mundial, una ciudad dominada por el poder nazi en la que aparecerán personajes reales como el corresponsal de la Agencia EFE, Ramón Garriga, tenía muy buena información y estaba muy enterado de lo que ocurría. Al revisar sus memorias, Eslava Galán se topó con la referencia de un encuentro con el entonces poeta falangista Dionisio Ridruejo, quien ya en 1940 auguró que Alemania perdería la guerra en 1945.

Sin embargo, hay bastantes más elementos históricos que le permitieron al novelista conseguir el punto de partida de este libro, cuya anécdota construyó a partir de una carta que el ministro de la Gobernación Ramón Serrano Suñer envió al alcalde de Riaza (Segovia) para ordenarle que reclutara, con motivo de la proyectada visita de Himmler a las excavaciones de una necrópolis visigoda, a veinte obreros "preferentemente rubios, altos y de buena presencia".

Conocedor y estudioso de la historia, lector empedernido de Cervantes y autor de amplia pluma y obra, Eslava Galán es tan prudente como escéptico al momento de opinar de la actualidad

Conocedor y estudioso de la historia, lector empedernido de Cervantes y sobre todo autor de amplia pluma y obra, Juan Eslava Galán es tan prudente como escéptico al momento de fijar una posición ante determinados asuntos sobre los que se le inquieren, uno de ellos por ejemplo: la capacidad de las fuerzas políticas para conseguir un pacto por la Educación o la poca costumbre lectora de las clases políticas.

-No es de extrañar que un hombre que ha conseguido una Biblia atravesada por una bala o un jamón de 1914, haya conseguido algo parecido a una historia sobre Herminio Cáiser.

-La historia fundamental, la del chico que de descubre que es ario no es real. Pero lo que piensan y dicen los periodistas corresponsales en Berlín, sí. Todo es fruto de una investigación sobre la vida que llevaban y que refleja cómo era la vida durante comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

"A partir de 1943 cuando esa victoria ya no es tan clara, Franco comienza a desviarse de esa fascinación por los alemanes hacia los aliados"

-La expedición de Himmler a la España de Franco da qué pensar. ¿Por qué y de qué forma, le pregunto, el franquismo quiso ‘disimular’ su apoyo inicial a los nazis?

-Los apoya, claro, pero es que Franco era muy astuto. La novela comienza ahí, cuando todos están seguros que los alemanes van a ganar la guerra. Pero a partir de 1943 cuando esa victoria ya no es tan clara, Franco comienza a desviarse de esa fascinación por los alemanes hacia los aliados. De ahí que le interesaba ocultar todo este compromiso que había tenido anteriormente con Alemania. En el verano de 1940 hubo serias dudas sobre si entrar a la guerra mundial a apoyar a Alemania, lo que ocurre es que al ver que Inglaterra se resistía, dio marcha atrás y no se comprometió.

-Su más reciente libro de ficción transcurre en el Siglo de Oro y ahora ha vuelto al XX, que es su siglo literario. ¿Por qué? ¿Se siente más cómodo?

-Yo estoy fascinado por una serie de temas, uno de ellos es Miguel de Cervantes . Soy un lector empedernido e Cervantes desde que lo descubrí en la escuela . El otro tema que me interesa es la historia contemporánea, y especialmente las de las dos guerras mundiales. De algún modo eso me condiciona. Pero no tengo una vocación muy definida entre la historia y la novela. Últimamente tengo la impresión de que hago novelas historiadas o historias noveladas, un híbrido.

"Últimamente tengo la impresión de que hago novelas historiadas o historias noveladas, un híbrido"

-Esta idea de que España fue colonizada por arios germanos en un pasado remoto, le sirve para poner en marcha muchas cosas. Sin embargo, ¿cuál es la idea fuerza de esta novela?

-La novela es un pretexto para representar la vida en el Berlín nazi en el primer año de la guerra y también la vida de los periodistas. Todos aquellos españolitos en medio de los bombardeos y que, siendo periodistas, formaban todos una gran comunidad. Ese tema me ha fascinado durante años. Siempre busco las crónicas y los libros que se escribieron por periodistas. Eran personas que escribían muy bien y eran capaces de analizar. El hilo conductor es la historia de este señor que se descubre que es ario puro y se enamora de una judía, pero la sustancia en justamente la vida en aquel contexto.

-Hay situaciones hilarantes en la novela. Aquello de que Herminio Cáiser fuera seleccionado por una arqueóloga nazi por sus rasgos de "ario puro".

-Te das cuenta de que era una situación absurda, completamente organizada por una pandilla de maleantes, que eran los gerifaltes nazis. Algo que contrasta con la lógica latina que tienen los españoles. En esta novela ocurre como en las sogas británicas, que poseen un hilo rojo para que siempre se supiese que pertenecían a la armada. Hay varios hilos conductores que se entrelazan. Está la historia de la idea aria, que forma parte del fondo histórico; el segundo, la amistad, que en la guerra es fundamental; y luego varias historias de amor, que es la de la chica judía con el nazi; la posible del rudo con la alemana, aunque no termina de cuajar aunque parezca. Todo eso junto compone esta novela.

"En esta novela ocurre como en las sogas británicas, que poseen un hilo rojo para que siempre se supiese que pertenecían a la armada"

-¿Qué desencadena esta novela? ¿dónde cayó la piedrita que agitó el agua?

-Pues en una conversación que tuve con Pérez Reverte, quien me dijo que existía un episodio en la División Azul que valía la pena explotar. Se refería al cruce del lago durante la batalla del lLadoga. Me documenté, incluso buscando el testimonio de los supervivientes de aquello. Esa fue la semilla de la que partió el libro, que fue creciendo hacia atrás. Yo no quería hacer un libro de guerra, las ultimas 60 páginas son el episodio del lago. Hay veces en que los libros están pensados y calculados pero también otros en los que es el libro el que tira de ti y te exige  cosas. Así ha sido en esta ocasión.

-¿Por qué la novela histórica tiene tanto arraigo entre los lectores en España?

-Los españoles nos hemos incorporado tarde al gusto por la novela histórica, quizá porque no existía una predisposición favorable o porque la industria editorial no había trabajado el género. Pero la novela histórica es un género que está triunfando en Estados Unidos y Europa por lo menos desde los años 30; eso, dejando atrás la novela romántica y la gótica. En España el pistoletazo de salida del gusto por la novela histórica ocurrió en 1986 con el éxito que tuvo El nombre de la rosa. A partir de entonces comienza la evolución en el gusto por el género.

"Es probable que el lector español estuviera harto de la novela realista y que la novela histórica terminara por reemplazarla"

-Pero tiene que existir algo más.

-Quizá ahora el lector español está más maduro pero también es probable que estuviera harto de la novela realista y que la novela histórica terminara por reemplazarla. Sería lógico pensar que prefería la evasión . Eso también tendría que ver con los problemas políticos de esos años. En los ochenta, el español buscó la novela histórica porque quería evadirse . El hecho es que una tendencia que parecía momentánea se ha consolidado: la gente demanda novela histórica. Ha echado raíces en la gente y es especialmente preferida al gran público que se está incorporando a la lectura. Porque, al contrario de lo que se dice, ahora se lee más de lo que se leía antes

-Como jurado del Planeta tiene un observatorio privilegiado, ¿cuáles son los periodos más novelados de la historia española?

-Hay mucha novela de la época imperial de España, también de épocas más recientes, como la Guerra Civil . En cambio, el siglo XIX no se toca mucho en la novela histórica, quizá por el hecho de la presencia de la obra Galdós. Él no vio sus Episodios Nacionales como tal cosa, pero el tiempo las convirtió en novelas históricas y por supuesto, en un archivo de primera mano para los historiadores. Y así como no tocamos el XIX en la novela, tampoco el XVIII.

"Hay mucha novela de la época imperial de España, también de épocas más recientes, como la Guerra Civil . En cambio, el siglo XIX no se toca mucho"

-Son siglos amargos, más complejos.

-Depende como se vea. Son siglos de decadencia, en los que nos desconectamos del mundo pero justamente esos son los mejores temas para novelar. Sin embargo,  aparentemente preferimos las cosas más brillantes.

-¿La ficción histórica favorece la formación? ¿Es una manera indirecta de conocimiento?

-Depende del autor. Escritores como Santiago Porteguillo, por ejemplo. Posteguillo se trabaja los libros, lee continuamente, investiga y contrasta. Se puede leer cualquier libro suyo y creer en la veracidad de lo que dice. Hay otros autores en cambio que hacen un tipo de novela histórica deleznable. Con dos detalles pequeño y van y montan una novela, evidentemente esas no. Todo, insisto, depende del autor. Por eso Santiago Posteguillo,  para mí, está a la altura del cualquier gran autor internacional de novela histórica.

-¿Y la ficción audiovisual? Sobre todo las de más reciente cuño. Las series históricas.

-No soy muy de ver televisión pero la objeción que yo le pongo a todas estas series es que todos los protagonistas no son verosímiles. ¡Cómo Fernando el Católico iba a ser tan joven! Como hoy se sobrevalora la juventud, eso se refleja en la imagen de televisión. Para una persona crítica como me considero,  eso me obliga a echarme para atrás. No me parece creíble que sean tan jóvenes.

"A diferencia del español promedio de su tiempo, Cervantes vivió otras cosas. Permaneció cautivo en Túnez, ha visto otra cultura; ha estado en Italia, que era la locomotora de la cultura"

-Decir Cervantes es decir ‘modernidad’. Ya no hablo del Quijote, piense en El juez de los divorcios o cualquier otro entremés. Tras 400 años, ¿somos capaces de valorar eso?

-Hay obras de Cervantes que están por encima del propio Cervantes. Por ejemplo, el Persiles es una obra de su época, por eso se nos cae de las manos pero, en efecto, El juez de los divorcios , parece un vodevil moderno, tiene absoluta modernidad . Pero él no se da cuenta de que está escribiendo eso por encima del espíritu de su época . Él es un español con mucha más experiencia y con mucho más pensamiento. Y eso hay que decirlo: el pensamiento proviene de la experiencia.  Y Cervantes la tiene. A diferencia del español promedio de su tiempo, Cervantes vivió otras cosas. Permaneció cautivo en Túnez, ha visto otra cultura; ha estado en Italia, que era la locomotora de la cultura entonces y estuvo en el séquito de los señores que protegían la cultura. Cervantes estaba fuera de su tiempo, porque a diferencia del español promedio, salió del poblacho manchego.

-Hay quienes aseguran, como Jordi Gracia, que la picaresca logra tratarla con tanta maestría, porque la asimiló  en sus años en Andalucía.

-Totalmente , él ve a la gente del pueblo y en las ventas. Cervantes no era un hombre de gabinete  de letras sino de meterse en las tabernas, en  las partidas de cartas, de pasear por Sevilla, era un hombre curioso de la humanidad.

-¿Por qué si es tan contemporáneo, ha costado tanto celebrarlo leyéndolo?

-Eso puedo entenderlo. A un lector moderno que no sea una persona culta el lenguaje de la época de Cervantes (de la época, no de Cervantes) lo tira para atrás, por eso el esfuerzo que ha hecho Andrés Trapiello me parece absolutamente meritorio . Y lo que es más, me resulta absurdo y mezquino que mucha gente de las letras haya arremetido contra esa empresa. Por supuesto que es mucho mejor leer el Quijote en el original, del mismo modo que es mejor leer a Tolstoi en el original  pero si no sabemos ruso o alguien no tiene la cultura suficiente para entender aquello. Por eso se puede leer o una traducción o una versión en lenguaje de ahora porque son adaptaciones y cambios en giros, no en los valores.

-Insistiré: ¿por qué no se ha celebrado a Cervantes leyéndolo? ¿Por qué en el Congreso prefirieron colocar unos quevedos a las estatuas de los leones en lugar de leerlo?

Todas estas cosas cuestan dinero y el dinero lo ponen los políticos. Comparados con los políticos de la transición, los políticos de la nueva hornada son unos incultos. En aquellos años, ya fuesen de izquierdas o de derechas, los políticos eran personas leídas. Lo políticos de hoy no han abierto un libro en su vida. Saben que tienen que hacer una exposición, o acaso un ciclo de conferencias sobre Cervantes, pero no ven la lectura como una necesidad, por eso todos estos homenajes nos han parecido tan ficticio. No ha habido empeño verdadero sino hacerse  la foto.

"La gente cree que como paga sus impuestos pueden hacer dejación en la educación. A los niños hay que enviarlos domados a la escuela"

-Hablando de políticos y de libros, ¿realmente ve un pacto por la educación como algo posible? Como escritor, ¿qué opina?

-Los escritores tenemos menos influencia de lo que parece, lamentablemente. Incluso antes la gente leía periódicos, pero ahora no leen ni los periódicos ni los artículos de opinión. Ese es el gran problema de España: políticos incultos, de vista corta e incapaces de ver el bien común, ven el suyo y los de su partido. Ellos tienen una vista acortada y no ven a 20 años, que es lo que tarda una generación en desarrollarse, ellos piensan a cuatro años, que es el tiempo que tardarán en llegar las próximas elecciones. No  tienen la capacidad ni la decencia ni la inteligencia de verlo. Decía Augusto: Roma no son las columnas sino la gente que vive en Roma Y aquí pasa lo mismo, no estamos formando a la gente. La gente cree que como paga sus impuestos pueden hacer dejación en la educación. A los niños hay que enviarlos domados a la escuela, allí tienes que darle la información pero la formación debe tenerla en casa, pero esta nueva generación de padres desprendidos de sus obligaciones es contraria a la anterior a la de los abuelos. Los abuelos aplazaron su bienestar para dársela a los hijos.

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