Ronald Reagan fue el presidente más controvertido y carismático de la segunda mitad del siglo XX. Por eso tiene sentido que se le dedique una película biográfica a lo grande, con el prestigioso Dennis Quaid en el papel protagonista. En principio, el proyecto no debería tener nada de polémico, pero la etapa de promoción ha arrancado agitada, ya que Facebook censuró varios contenidos promocionales de la película, alegando que “menciona a políticos o trata sobre temas delicados que podrían influir sobre la opinión pública, sobre cómo vota la gente, y pueden afectar al resultado de una elección o legislación pendiente”, según explicaba una notificación sancionadora de la red social. Luego añadieron que “nuestros servicios determinaron de manera errónea que algunos contenidos sobre Reagan requerían autorización previa”. Actualmente la página promocional de la cinta no tiene restricciones, pero los motivos ofrecidos por la empresa de Zuckerberg no han satisfecho al equipo del filme.
Por ejemplo, Dennis Quaid se ha mostrado convencido de que el “error” no es tal. El actor, en general, defiende que Silicon Valley intenta cancelar los puntos de vista conservadores. Se lo dijo a la estrella de los podcasts Joe Rogan, en su exitoso programa The Joe Rogan Experience. Quaid declaró también que tienen indicios de que Facebook está censurando a los medios de comunicación que promocionan la película, lo que le sirvió para dar la vuelta a las acusaciones: “El simple hecho de prohibir o censurar este material es un intento de influir en la elección”.
Rogan fue todavía más directo en sus acusaciones: “Oh, qué conveniente”, dijo el presentador en tono sarcástico, para luego sugerir que “empleados deshonestos” de extrema izquierda podrían estar involucrados en el presunto fallo técnico. Reagan se estrena en cine de los Estados Unidos el próximo viernes, 30 de agosto. La única (e insignificante) conexión de la película con la campaña actual es que Donald Trump ha usado la voz del expresidente Reagan en uno de sus espots electorales, algo que no podía saber el equipo cuando comenzó el rodaje.
El responsable de márketing digital de la cinta, Eric McClellan, explica lo que considera el ejemplo más claro de censura de Facebook. La red social limitó un contenido tan sencillo como una foto de Quaid caracterizado, junto con la fecha de estreno y una cita célebre del expresidente: “No dejen que nadie les diga que los mejores días de Estados Unidos ya pasaron, que el espíritu espíritu estadounidense ha sido derrotado. Lo hemos visto triunfar con demasiada frecuencia en nuestras vidas como para no creerlo ahora”. Facebook permitía compartir el cartel pero prohibía los anuncios de pago, según explicó por carta la empresa de Zuckerberg. También fueron censurados, al menos en dos ocasiones, clips de Quaid respondiendo entrevistas de televisión. La revista Newsweek confirmó haber visto las notificaciones electrónicas de ambos días.
¿Veto bolchevique?
En una comunicación escrita, Quaid se pregunta lo siguiente: “Al igual que la antigua Unión Soviética, ¿nos estamos convirtiendo en un país de oligarcas tecnológicos que controlan la plataforma de pensamiento colectivo para silenciar a los individuos o a otros grupos?”. En España, se ha hecho eco de la polémica Iván Espinosa de los Monteros, exportavoz de Vox, que destacó otro párrafo de la comunicación de Quaid: “Los oligarcas tecnológicos pretenden dictarnos qué podemos ver y qué no…pero eso no sienta bien en América y hay que denunciarlo, porque si no, poco a poco, se pierde la libertad de expresión”.
Durante una entrevista con la web de Fox News, realizada el pasado 4 de julio, Quaid admitió haber sentido “miedo” cuando le hicieron la propuesta de encarnar al presidente Reagan, hasta el punto de llegar a cuestionarse si debería aceptar el papel. “No dije que no y tampoco dije que sí porque, en realidad, (lo que sentía) era miedo”. Esta sensación tenía diversas causas: “Reagan era mi presidente favorito y también era una figura muy reconocible en todo el mundo, algo así como un Muhammad Alí. Todo el mundo sabe qué aspecto tenía y cómo sonaba su voz, así que era una propuesta bastante aterradora”, admite. En 2016, estaba previsto que el actor cómicos Will Ferrell encarnase a Reagan en una película cáustica sobre el alzhéimer del presidente. La reacción popular en contra fue tan fuerte que el proyecto tuvo que suspenderse.
Parte de la cinta se basa en la mirada del agente de la KGB que vigilaba a Reagan desde que este se convirtió en presidente del sindicato de actores de Hollywood
Quaid se animó a aceptar tras una visita al rancho de Reagan, donde comprendió que la clave del personaje era su humildad. La película, en realidad, no trata sobre el Reagan presidente, sino del Reagan humano. La acción abarca desde su infancia hasta el día que accede a la Casa Blanca. Parte de la película se basa en la mirada del agente de la KGB que vigilaba a Reagan desde que este se convirtió en presidente del sindicato de actores de Hollywood. Este papel lo interpreta John Voigt, uno de los pocos actores conservadores de Hollywood, miembro destacado del club Amigos de Abe (‘Abe’ es la abreviatura de Abraham Lincoln, presidente republicano), donde se refugian los profesionales no progresistas de la meca del cine.
