En ocasión del 400 aniversario de la Plaza Mayor, la Alcaldía de Madrid ha impulsado y planificado una feria del libro. Esta se llevará a cabo con cuatro meses de diferencia de la que se celebra tradicionalmente durante la primavera en el Parque El Retiro.
Comenzará el día 27 de octubre y se extenderá hasta el 5 de noviembre y a ella podrán acudir, eso sí, libreros y editores de Madrid, quienes deben optar de forma conjunta a una caseta como expositores. Aunque la comunicación oficial todavía no se ha hecho, el sector acoge con relativo entusiasmo una cita que podría dar un empujoncito a las ventas de los libreros madrileños.
Comenzará el día 27 de octubre y se extenderá hasta el 5 de noviembre y a ella podrán acudir, eso sí, libreros y editores de Madrid
La Feria del Libro de Madrid organizada por el Gremio de Libreros de Madrid en estrecha colaboración con los Gremios de Editores y de Distribuidores, arrojó en su más reciente edición una cifra optimista: sus ventas crecieron en un 8 % respecto al año anterior, lo que suponía una cifra de 8,8 millones de euros más. Sant Jordi, que se celebra el 23 de abril, el Día del Libro y efeméride autonómica, es la cita editorial por excelencia para refrendar y trazar una hoja de ruta.
Este 2017, el fenómeno Fernando Aramburu y Patria (Tusquets) dibujaron un panorama apetecible. Y el asunto funcionó. En 2016, los libreros catalanes esperaban vender 1,4 millones de libros que les permitieran facturar 18,4 millones de euros. Este año llegaron bastante cerca de los 22 millones esperados, más de un 4% en 2016. ¿Esta pequeña feria simbólica organizada por el Ayuntamiento logrará generar un impacto como las anteriores?
De momento, alguna de las dificultades que encuentran los libreros que optan a alquilar una caseta, es la exigencia del compañero editorial. Debe ser una editorial madrileña
En el mes de julio, la Federación del Gremio de Editores dio sus cifras. La facturación del sector en España creció un 2,7% en 2016, hasta los 2.317,20 millones de euros. El discreto crecimiento, la tercera cifra positiva consecutiva, se debía en buena medida a los cambios en la LOMCE. En otras palabras: los libros de texto generaron un impacto positivo. En una feria local, tan pequeña como la que se plantea para los días de octubre, el efecto del gran libro quedaría evaporado o al menos disuelto como una acción más divulgativa y cultural que de impacto comercial para el sector. De momento, alguna de las dificultades que encuentran los libreros que optan a alquilar una caseta, es la exigencia del compañero editorial para la misma. Los sellos potentes madrileños no son muchos, lo cual plantea una cortapisa. El precio por caseta es de 600 euros y las solicitudes están abiertas hasta septiembre.
Quedan en el tintero algunos temas relacionados con el libro que dependen del Ayuntamiento de Madrid, uno de ellos, la próxima Feria del Libro de Guadalajara
Quedan en el tintero algunos temas relacionados con el libro que dependen del Ayuntamiento de Madrid, uno de ellos, la próxima Feria del Libro de Guadalajara, donde la ciudad es el país invitado. En el mes de junio, cuando se presentó la programación del Ayuntamiento para la cita mexicana, quedó poco claro qué editores y librerías madrileñas asistieran. Nadie, ni siquiera los organizadores, parecían tenerlo claro. Se presentó un plan de actividades alternativas, pero no estaba cerrada la lista definitiva de quienes viajarían a México y sigue sin divulgarse una lista definitiva de quienes acuden. Desde la salida de Celia Mayer, los asuntos de la agenda cultural permanecen bajo la gestión directa de la alcaldesa Manuela Carmena, quien pasó a ocuparse como portavoz de la mayoría de ellos.
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