Cultura

La fotógrafa Claudia Andujar, que huyó de la persecución nazi, galardonada con la Medalla Goethe

El premio ha puesto en valor su labor con la tribu de los yanomamis, que dio lugar al establecimiento de la zona forestal más grande del mundo bajo control indígena

La fotógrafa que huyó de la persecución nazi y encabezó una campaña por salvar a una tribu amazónica, Claudia Andujar, ha sido galardonada con el principal premio cultural de Alemania, la Medalla Goethe, según ha informado Survival International.

Claudia Andujar recibió el galardón en una ceremonia que tuvo lugar en Weimar este martes 28 de agosto. Entre los premiados de años anteriores figuran el músico Daniel Barenboim, el escritor John le Carré y el arquitecto Daniel Libeskind.

El premio ha puesto en valor su labor con la tribu de los yanomamis, que dio lugar al establecimiento de la zona forestal más grande del mundo bajo control indígena. Expertos afirman que el pueblo yanomami "no habría sobrevivido sin el activismo de Claudia", asegura Survival International, entidad encargada de propagar la campaña a escala mundial.

El director de Survival International, Stephen Corry, presentó a Andujar en la ceremonia de entrega del premio, reconociendo su contribución "crucial" a la supervivencia del pueblo yanomami. Al acto asistió el chamán yanomami, Davi Yanomami, a quien llaman "el Dalai Lama de la Selva".

Intervención crucial en el Amazonas

La fotógrafa viajó al territorio yanomami por primera vez en la década de 1970 como fotógrafa y después volvió en numerosas ocasiones para visitar a la tribu y convivir con ella. Así, fue testigo de la "destrucción de aldeas yanomamis" con excavadoras para construir la carretera 'Perimetral Norte', así como de las "epidemias de enfermedades traídas por las brigadas de obreros de la construcción", y más tarde por los buscadores de oro ilegales, que "diezmaron a la población yanomami".

Andujar explicó al Instituto Goethe que en los campos de concentración "marcaban a los prisioneros con números tatuados en los brazos" lo que para ella significaba "estar marcados para la muerte". Así, con los yanomamis intentó "marcarlos para la vida y para la supervivencia".

En 1992, después de 14 años de campaña, Brasil reconoció finalmente el territorio yanomami. Sin embargo, la tribu sigue afrontando "graves amenazas" en la medida en que las autoridades brasileñas "no protegen suficientemente la región", asegura Survival International. "El territorio continúa siendo invadido por buscadores de oro ilegales que traen violencia y enfermedades, y actualmente un brote de sarampión amenaza a la tribu", concluye la organización.

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