Recientemente, con motivo del Día Internacional del Español, el 23 de abril, The Hispanic Council ha publicado su 4ª edición del informe sobre el uso del español en la política de Estados Unidos, el cual nos indica la pujanza de esta lengua en datos concretos. Por ejemplo, 47 senadores y 113 congresistas usan el castellano para comunicarse con los ciudadanos. Pero el informe no se queda en la vida política, porque muestra que hay 64 millones de hispanos en Estados Unidos y 58 millones de estadounidenses que hablan español. Esto revela la fuerza de nuestro idioma en el presente pero el origen de esta realidad, lógicamente, está en el pasado.
Yendo más allá de la actualidad “viajemos” en el tiempo, cuando todavía no existían las 13 colonias, y ya estaban los españoles por ellas. Es decir al momento en el que Ponce de León llegó en 1513 a América del Norte y bautizó esa región de América del Norte como Florida, ya que fue descubierta en Pascua Florida, llamada así porque la Pascua coincide con la primavera.
Continuemos con nuestro viaje hasta llegar al momento de la aparición de la primera ciudad, es decir a 1565. Cuando otro español, Pedro Menéndez, fundó en Florida, la ciudad más antigua de lo que es hoy Estados Unidos: San Agustín. Tomó este nombre porque los 800 hombres y mujeres que fueron a poblar aquellas tierras lo hicieron un 28 de agosto, fiesta del santo de Hipona. Unos días más tarde, el 8 de septiembre, en un altar improvisado, el presbítero Francisco López celebró la primera misa de lo que hoy es conocida como Acción de Gracias a Dios por la llegada a aquel lugar.
Con el tiempo la parte dominada por España creció hasta ocupar dos tercios de lo que hoy es EE.UU. Más tarde, con la colonización de los ingleses en el siglo XVII, se fundaron las famosas 13 colonias británicas, que ocupaban el tercio restante de lo que hoy es este país. De norte a sur, eran: Massachusetts, Nuevo Hampshire, Rhode Island, Connecticut, Nueva York, Pennsylvania, Nueva Jersey, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia.
'Sangriento Mosé'
Uno de los grandes héroes y pioneros olvidados en los primeros compases de la libertad de los esclavos en esta zona inglesa, fue el español Francisco Menéndez. Nació en Gambia, en África occidental, en 1700. Pronto fue capturado, vendido y enviado a las 13 colonias por traficantes de esclavos, probablemente entre 1709 y 1711. En 1724 logró escapar desde Carolina del Sur a San Agustín, en Florida.
Allí en Florida se le concedió la libertad, se hizo español, súbdito del rey y fue bautizado con el nombre de Francisco. En 1738 fue nombrado jefe de la primera comunidad de negros libres en un fuerte llamado Gracia Real de Santa Teresa de Mosé, más conocido como Mosé, cercano a San Agustín, un bastión fronterizo que protegía a los españoles, en especial los esclavos libertos de raza negra.
En el contexto de la Guerra de Asiento entre la Corona española e inglesa, los soldados del fuerte Mosé varias veces territorio de Carolina del sur, y en 1740, el ejército inglés invadió la Florida y tomó Fuerte Mosé. Solo unos días más tarde, los españoles reconquistaron la fortaleza en un cruento ataque capitaneado por Menéndez, apodado por los ingleses 'Bloody Mosé' (sangriento Mosé).
Después nuestro héroe fue al asalto de barcos ingleses, siendo capturado por ellos y vendido nuevamente como esclavo. Tras pagar un rescate por él, Menéndez fue devuelto a la Florida. La comunidad española permaneció en fuerte Mosé y Francisco como su capitán hasta que los británicos tomaron el control de toda Florida en 1763, cuando fueron evacuados a Cuba. Allí se estableció una comunidad parecida al fuerte Mosé.
Francisco Menéndez es, sin duda alguna, un héroe español que luchó por la libertad de los esclavos y un pionero de la defensa de los Derechos Humanos, que merece todo: película, estatua, libros... y un reconocimiento dentro de los libros de historia.
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