Hoy se cumplen 115 años del nacimiento de una de las artistas más reconocidas del mundo, Frida Kahlo. La mexicana, un siglo después, es una de los mayores iconos de la cultura pop con una obra con voz e imagen propia, recordada en todo el globo.
Un arte dedicado a la representación de la mujer en la modernidad, elevando a su vez, la identidad mexicana apegada a las raíces prehispánicas y la cultura popular. Una exploración al contexto de su tiempo, un arte muchas veces relacionado a un mecanismo de catarsis por una vida compleja y, un lienzo reflejo de la sociedad del siglo veinte. Ese es el legado de la eterna Frida Kahlo.
Frida -Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón- nació en Coyoacán, Ciudad de México, en 1907 en la casa que hoy se conoce como la Casa Azul. Aunque, ella siempre decía que había nacido en 1910 para que coincidiera con el inicio de la Revolución Mexicana. Su acercamiento a la pintura fue innato, aunque no era ajena a las artes gracias a su padre. Sufrió un accidente y mientras su recuperación, desarrolló sus habilidades plásticas, retratándose a sí misma gracias a un espejo montado en el dosel de su cama. Con el tiempo, el autorretrato fue la manera en que la joven artista comenzó a cuestionar su existencia e identidad, la forma en la que veía al mundo desde el aislamiento y que luego se convertiría en el pilar de su trabajo pictórico.
Fue una de las tan solo 23 mujeres, de entre más de 3.000 alumnos varones, que pudieron acceder a la Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México con el sueño de dedicarse a la medicina. Por otro lado, en el terreno personal, Frida Kahlo contrajo matrimonio con Diego Rivera en 1929. La relación entre ambos artistas fue apasionada y tormentosa a partes iguales, y les hizo estar siempre vinculados al arte y a la política. En 1938, Frida montó su primera exposición individual en la Julien Levy Gallery de Nueva York, convirtiéndose en la primera mujer mexicana en exponer un monográfico de su obra en EEUU.
A partir de ese momento participaría en exposiciones comisariadas por el mismo André Breton, en muestras colectivas de la Galería de Arte Moderno en la Ciudad de México o incluso en el MoMa de Nueva York. Viajó por México, Estados Unidos y Europa, y adoptó la vestimenta que se la identifica hasta nuestros días, el traje de tehuana. Pero, finalmente, falleció el 13 de julio de 1954 en la Casa Azul
Hoy en día, sus obras se alojan en instituciones tan importantes como el Museo Dolores Olmedo, el Museo de Arte Moderno de México, el MoMa de Nueva York o el Centro Georges Pompidou de París. Asimismo, una de sus obras, Diego y yo, fue la primera obra de una artista latinoamericana en romper la barrera del millón de dólares. Toda una serie de elementos de su vida que tanto en México como fuera de él es posible encontrar a Kahlo en muchos sitios: en cuadros y reproducciones, en museos, películas y folletos de arte, también en camisetas, bolsos y souvenirs turísticos.
Pinto autorretratos porque estoy mucho tiempo sola. Me pinto a mí misma porque soy a quien mejor conozco
En la Fundación Casa de México en España se muestra una selección de 31 obras originales y 91 fotografías de la artista hasta el 30 de noviembre. En la exposición, se centra no solo en la compleja producción de la pintora mexicana, sino en la humana. Con el objetivo de dar a conocer aquellos temas que la artista logró transmitir y, que aún, siguen vigentes: el dolor, la muerte, la reivindicación de la mujer, la violencia de género, las relaciones de pareja, la maternidad, el cuerpo humano, la naturaleza, la herencia prehispánica y lo mexicano. Además, se exhiben diez de sus autorretratos más famosos, entre ellos: La columna rota, Diego y yo, Autorretrato con changuito, Mi nana y yo, Hospital Henry Ford. Y, vídeos y fotografías del reconocido fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo.
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