Ray Loriga es el ganador del Premio Alfaguara de novela por Rendición. Un veredicto importante justo en una de sus fechas más significativas: la de su vigésimo aniversario. Desde su primera edición, en 1998, el galardón ha premiado a figuras clave de la literatura en español como Carlos Fuentes, Eduardo Mendoza, Alfredo Bryce Echenique, Antonio Muñoz Molina, Jorge Semprún, Luis Mateo Díez, José Saramago, José Manuel Caballero Bonald o Mario Vargas Llosa, entre otros.
Sin duda, un premio merecido, para un autor de larga trayectoria, dentro y fuera del sello. Con Alfaguara, Loriga publicó Zaza, emperador de Ibiza (Alfaguara, 2014), su novena novela tras ocho años de silencio. Sí, ocho. Porque ésa, la de los vampiros –El bebedor de lágrimas-, mejor ni mencionarla. Madrileño, nacido en 1967, madridista e icnonco de la generación que comenzó leyendo su legendaria Héroes.
El jurado en esta edición lo integraron Marcos Giralt Torrente, escritor y crítico literario; los ganadores del Premio Andrés Neuman, Santiago Roncagliolo y Elena Poniatowska, esta última en calidad de presidenta del jurado; la escritora argentina Samanta Schweblin; Eva Cosculluela, vicepresidenta de la CEGAL y librera en Los Portadores de Sueños; Juan Cruz, escritor, periodista y fundador del Premio, así como Pilar Reyes (con voz pero sin voto), directora editorial de Alfaguara.
"Consolidado en sus bases", aunque metamorfoseado y a veces empalidecido por la irregularidad de unos años con respecto a otros –de Juan Gabriel Vásquez a Carla Guelfenbein, por ejemplo-, el Premio Alfaguara llega a sus dos décadas de vida con la necesidad de renovación y sorpresa. En esta convocatoria se han recibido 665 manuscritos, casi cincuenta menos que el año pasado, cuando resultó ganador el argentino Eduardo Sacheri con La noche de la usina.
La cifra de manuscritos indican, claramente, que el Alfaguara sigue siendo un premio de profundo arraigo iberoamericano. Del total de obras recibidas, 305 han sido remitidas desde España, 107 desde Argentina, 91 desde México, 50 desde Colombia, 48 desde Estados Unidos, 23 desde Chile, 21 desde Perú y 20 desde Uruguay. Esa es una de las razones principales por las cuales Alfaguara, sello fundado en 1964 y que forma parte desde 2014 de Penguin Random House Grupo Editorial, ha decidido mantenerlo y potenciarlo, tal y como ha asegurado la editora Pilar Reyes, en varias ocasiones.
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