Cultura

Vuelve el ‘show’ pop globalista de Bill Gates

Serán veinticuatro horas continuadas de música, con actos repartidos por todo el planeta. En el cartel destacan superventas como Andrea Bocelli, Angélique Kidjo, Billie Eilish, Black Eyed Peas, Coldplay, Ed

Serán veinticuatro horas continuadas de música, con actos repartidos por todo el planeta. En el cartel destacan superventas como Andrea Bocelli, Angélique Kidjo, Billie Eilish, Black Eyed Peas, Coldplay, Ed Sheeran, Femi Kuti, Metallica, Ricky Martin y The Weeknd, entre muchos otros. Las ciudades escogidas son Lagos, Río de Janeiro, Nueva York, París, Londres, Seúl, Los Ángeles y Sydney, con más lugares por anunciar (sería todo un detalle incluir una ciudad hispanohablante). La edición anterior obtuvo una audiencia de 270 millones de espectadores en todo el planeta . La recaudación estimada, después de sumar compromisos de sus socios corporativos, fue de 127 millones de dólares.

Se trata de apoyar y dar a conocer el ‘Plan para la recuperación del mundo’ de Global Citizen, programa propio de un año de duración que se centra en cinco objetivos clave: “acabar con la covid-19 para todos, poner fin a la crisis del hambre, reanudar el aprendizaje para todos, proteger el planeta y promover la equidad para todas las personas”, explica su página web oficial. Las actuaciones se retransmitirán en todo el planeta a través de canales como ABC News Live, BBC, FX, iHeartRadio, Hulu, YouTube, TIME, Twitter…Como en su anterior edición, la de 2020, se espera que en España lo transmita RTVE, según ha podido saber Vozpópuli.

Bill Gates: filantropía global

El evento presume también de un amplio respaldo de políticos internacionales, por ejemplo el del presidente español Pedro Sánchez. “La campaña Global Citizen Live cuenta con el apoyo de más de 35 gobiernos y líderes mundiales, entre ellos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el primer ministro de Italia y presidente del G20, Mario Draghi, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, la canciller alemana, Ángela Merkel, la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, el primer ministro de Croacia, Andrej Plenković….” La lista de su web sigue durante muchas líneas con nombres de primera fila.

Jason Hickle, de la universidad de Londres, que argumenta que las tesis sobre disminución de la pobreza de Bill Gates son totalmente erróneas

Edición tras edición, el festival se va consolidando como la banda sonora del globalismo progresista. Este año no ha escogido una fecha cualquiera, sino que coincide con la asamblea general de Naciones Unidas, justo antes de un encuentro del G-20 y la COP26. Se trata de subrayar las interconexiones entre la igualdad ante las vacunas, el cambio climático y la persistente crisis del hambre. Global Citizen planteará diversos objetivos a los líderes mundiales el próximo 1 de septiembre, incluido un plan para plantar y preservar mil millones de árboles para contribuir a que no sigan subiendo las temperaturas. También se pedirán mil millones de vacunas para los países más pobres y 41 millones de comidas para población al borde de la hambruna. Campaña similares anteriores como Make Poverty History (2005) no resultaron exitosas a la hora de terminar con la pobreza global.

¿Quién está detrás de Global Citizen? Las caras más conocidas son Bill y Melinda Gates, a través de su fundación, el productor de cine Ryan Gall y el activista australiano Hugh Evans. En este vídeo promocional, Gates explica que el objetivo de la organización es “solucionar los principales problemas del mundo”. Por el festival han pasado estrellas como Alicia Keys, Neil Young, Eddie Vedder (Pearl Jam), Jay-Z y Beyoncé, entre muchos otros. La narrativa triunfal de su página web de logros contrasta con críticos como el profesor Jason Hickle, de la Universidad de Londres, que argumenta que las tesis sobre disminución de la pobreza de Bill Gates son totalmente erróneas. Este choque de relatos es habitual en el sector de las Organizaciones No Gubernamentales, castigadas en los últimos años por escándalos notables y cuestionadas por la paradoja de pedir más democracia sin contar con estructuras democráticas.

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