Mercedes, Ramón, Lourdes, José María, Daniel y Laura son cinco de los 17 trabajadores que conforman actualmente la plantilla fija del Centro de Conservación y Restauración (CCR) de la Filmoteca, la institución pública dependiente del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) que se encarga de recuperar, investigar, conservar y exhibir el patrimonio cinematográfico del país y que en los últimos años se ha visto sumida en una crisis por la irrupción del soporte digital, la insuficiencia de recursos económicos y la falta de personal. A estas trabas se suman la ausencia de director desde el mes de marzo, cuando Chema Prado decidió prejubilarse tras 27 años al frente, y las acusaciones vertidas contra el personal del CCR en las últimas semanas, al que se tacha de no estar especializado. 'Vozpópuli' ha hablado con el equipo del propio centro, una suerte de "hospital de las películas".
"La Filmoteca sigue funcionando. Aunque llevamos meses sin director, nuestro procedimiento de trabajo no ha cambiado. En esta casa estamos realizando un trabajo ingente de filmoteca y hemos logrado alcanzar más de 600.000 materiales", explica Mercedes De la Fuente, que llegó hace tres años al centro para abordar su gestión. "Hay un vacío en la toma de decisiones de la Filmoteca, pero nosotros no tenemos competencias, para los temas de personal está la dirección del ICAA. Lo que se ha dicho de nosotros forma parte de una campaña de desprestigio interesada", aclara la gestora pública, cuyas funciones se circunscriben al centro inaugurado en 2014. "En un momento en el que falta personal, entre todos están haciendo que funcione. Eso es loable y no criticable", subraya.
La Filmoteca sigue funcionando. Aunque llevamos meses sin director, nuestro procedimiento de trabajo no ha cambiado
Como ejemplo de una de las muchas labores que han desempeñado recientemente los técnicos de su equipo, De la Fuente señala que, por primera vez, han podido exhibir material de archivo original de la Guerra Civil en color, una obra única mostrada en octubre en Cine Doré. "El mayor orgullo de los que hemos trabajado recuperando cosas es que luego se puedan exhibir", apunta Ramón Rubio, responsable de la recuperación del material fotoquímico con más de 40 años de experiencia. "Prácticamente el 100% de las películas de más de 20 años de antigüedad que salen en la televisión tienen su origen en la Filmoteca, algo que nos ha supuesto un trabajo extra que no se ve reflejado en ningún sitio, además del que tenemos ya", dice Daniel Pérez, que está a cargo de los movimientos del archivo fílmico.
Plantilla inesestable
Para Rubio, ninguna administración ha sido capaz de crear una plantilla estable. "Es un problema de toda la vida. Cuando nos jubilamos, los puestos se extinguen y no se repone el personal", explica este "histórico" de la Filmoteca que almacena en su cabeza cientos de títulos de películas. Prueba de ello es que ninguno de los nombres de los puestos que ocupan los entrevistados en la actualidad aparece en el organigrama del Ministerio de Cultura: "Hemos llegado a un acuerdo con el ICAA para denominarnos así de manera interna, en función de lo que realiza cada uno y para que la gente sepa lo que estamos haciendo porque no existe una denominación". Además de las vacantes generadas por las jubilaciones que quedan sin ocupar, la tendencia a contratar empresas de servicios externos es otra de las prácticas de la administración que hace que la plantilla se tambalee. "Cuando se les acaba el contrato se tienen que marchar, aunque lleven muchos años y tengan mucha experiencia", lamenta el equipo. Esto fue lo que pasó con varios empleados de Indra que trabajaron en la Filmoteca por más de 15 años en algunos casos. "Eran unos excelentes profesionales y su pérdida fue muy triste para la institución", destacan desde el CCR.
"En poco tiempo se ha ido mucha gente, hemos quedado cuatro gatos, y ha habido una tasa de reposición de personal cero
"En poco tiempo se ha ido mucha gente, hemos quedado cuatro gatos, y ha habido una tasa de reposición de personal cero, por lo que hemos tenido que asumir mucho más trabajo del que nos correspondía con unos recursos económicos que se han visto reducidos drásticamente por los recortes de los Presupuestos del Estado", cuenta Laura Carrillo, encargada de catalogar los títulos del centro, que ya cuenta con 36.100 distintos y otros miles aún por clasificar. "No somos ninguna panda de funcionarios vagos como se quiere transmitir", añade Carrillo. Además, explica que el material fotoquímico con el que trabajan se degrada con facilidad. "Hace falta una actuación continua y no tenemos suficientes medios, tampoco tenemos infraestructura para enfrentar nuevos desafíos como la producción en soporte digital", añade. Y es a la misma insuficiencia de recursos económicos a la que señala Lourdes Odriozola, responsable de inspeccionar técnicamente el material que ha sido recuperado previamente, para explicar por qué no es una de las funciones prioritarias del centro hacer reproducciones de materiales en la actualidad. "Este tipo de trabajos son muy caros. Analizar el material nos lleva mucho tiempo y las máquinas que hacen esas duplicaciones están fuera de la casa, por lo que hay que externalizar el servicio. Es un problema de presupuesto, no de que el personal de la Filmoteca no tenga capacidad para ello", resalta.
Personal especializado
Según Odriozola, dentro del CCR no hay falta de especialización. "Precisamente, el personal únicamente especializado está dentro del centro. Cada uno de nosotros tenemos nuestra formación particular y específica que hemos recibido fuera y dentro de la casa. Participamos en seminarios y ponencias y hemos escrito artículos y manuales sobre la preservación del archivo fílmico, que es un bien patrimonial del Estado", aclara. Una visión que apoya su compañero José Manuel Martín, técnico del Departamento de Fondos Fílmicos: "La sobredotación del personal con respecto a los puestos es clara y evidente".
A la espera de que la plaza de adjunto al director sea ocupada tras salir a concurso -cuyas funciones son más bien las de programador de la Filmoteca, un cargo ocupado hasta ahora por Catherine Gautier-, Martín ha terminado formando parte como experto en una comisión de programación, al igual que el resto del equipo ha asumido otras tareas. "¡Hemos sido siempre tan pocos que, aunque uno tenga especialización, sabemos hacer de todo. Desde recuperar hasta catalogar, archivar y llevar cajas!", reconoce Ramón Rubio. "Somos un equipo unido y la idea de que la Filmoteca se cae y tiene que venir a rescatarla alguien de fuera es insultante. Está en estado crítico, pero se arregla con los profesionales que trabajamos aquí. No somos el problema, somos la solución", considera Martín, que también imparte clases y es documentalista. "Cuando algo se está cayendo no se puede disparar a quien intenta poner andamios", concluye.
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