La Historia de España de 2º de Bachillerato que se impartirá desde el curso 2023-2024 se focalizará en la etapa contemporánea, desde 1812 en adelante, y su estudio tendrá un carácter mucho más analítico y crítico. El proyecto de real decreto por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de Bachillerato, que el Ministerio ha abierto a consulta pública desde hoy al 29 de diciembre, introduce cambios en este apartado respecto al borrador inicial a instancias los colectivos de profesores de Historia, según fuentes de este departamento.
Las modificaciones en esta etapa implicarán, además del cambio de los temarios que entrarán en la prueba de acceso a la Universidad (Ebau), cambios en la programación de la Educación Secundaria Obligatoria, de 1º a 4º, donde sí se arrancará la asignatura de Historia desde la Prehistoria. En la organización del contenido de Bachillerato, el Ministerio ha optado por la presentación cronológica, con la que el profesorado y el alumnado está más familiarizado, pero le ha dotado de una intención temática, incidiendo en los aspectos que son más relevantes de cada época histórica.
Así, se relacionan los saberes básicos (contenidos) de la España contemporánea y actual, que cuentan con mayor presencia, con los de etapas históricas anteriores. El objetivo es incidir en la conexión del pasado más lejano con las épocas más recientes. "Los hechos y acontecimientos deben plantearse contextualizados en su momento histórico, evitando una visión presentista, caracterizando debidamente cada etapa de la historia y situándola adecuadamente en la línea del tiempo".
Los saberes básicos se agrupan en tres bloques: “Sociedades en el tiempo”, “Retos del mundo actual” y “Compromiso cívico”. Sigue casi la misma denominación que en la materia de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato, dando así continuidad a los principios que guían a estas materias.
El proyecto de real decreto, que deberá pasar por el Consejo Escolar del Estado antes de su remisión al Consejo de Ministros, nombra ocho competencias entre los criterios de evaluación. En primer lugar figura reconocer el legado democrático y las acciones en favor de la libertad, comparando los distintos regímenes políticos desde la quiebra de la Monarquía Absoluta y los inicios de la España liberal a la actualidad, y conocer el papel de la Transición en el establecimiento de la democracia y la Constitución de 1978 .
Contrastar la información y ser más críticos
En segundo lugar, los alumnos deberán saber contrastar la información y desarrollar procesos de crítica de fuentes analizando el origen y la evolución de las identidades nacionales y regionales que se han formado en la historia de España, reconociendo la pluralidad identitaria del país. El proyecto de real decreto también hace hincapié en la necesidad de deducir a través del estudio crítico de noticias y datos estadísticos la evolución del estado social, y conocer el papel que han representado las creencias religiosas y las instituciones eclesiásticas en la configuración territorial y política de España.
Por otro lado, se estudiarán las grandes reformas estructurales que acometió la II República, "identificando sus logros y las reacciones antidemocráticas que se produjeron y que derivaron en el golpe de Estado de 1936, aproximándose a la historiografía sobre la Guerra Civil y al marco conceptual del estudio de los sistemas totalitarios y autoritarios a través de la interpretación de la evolución del Franquismo". Al igual que en otros contenidos, el Ministerio introduce la perspectiva de género en el análisis de la realidad histórica.
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