Cultura

Así son las cartas de Roberto Bolaño que podremos leer

De Roberto Bolaño siempre llegan noticias. Su enorme archivo familiar, y el de quienes mantuvieron contacto con él, aporta trazos al perfil a veces excesivo de la gloria literaria que

De Roberto Bolaño siempre llegan noticias. Su enorme archivo familiar, y el de quienes mantuvieron contacto con él, aporta trazos al perfil a veces excesivo de la gloria literaria que se le negó en vida. En esta ocasión, se trata de algunas de sus cartas.  La Biblioteca Nacional de España ha adquirido un importante epistolario formado por 44 cartas originales, 18 tarjetas postales y 3 piezas manuscritas autógrafas de Roberto Bolaño. El corpus se conservaba en el archivo personal de su amigo y poeta, Bruno Montané. Juntos fundaron, en 1975, el movimiento de renovación poética conocido como Infrarrealismo, un grupo del que Roberto Bolaño fue el principal propulsor junto con Mario Santiago Papasquiaro, José Vicente Anaya, Rubén Medina y José Rosas Ribeyro.

Las cartas pertenecen a su amigo, el escritor Bruno Montané.

En las cartas manuscritas y mecanografiadas dirigidas a Montané, Bolaño comenta posibles publicaciones de su obra, habla de editoriales, escritores, visitas recibidas, concursos literarios, opina sobre textos de otros autores, de cómo lleva sus novelas… y de otros asuntos tan íntimos como su situación residencial, sus amistades o la evolución de su enfermedad. Se conserva además un número importante de sobres que aseguran la procedencia y destino de las cartas. 

La Biblioteca Nacional de España ha adquirido un importante epistolario formado por 44 cartas originales, 18 tarjetas postales y 3 piezas manuscritas

Al epistolario se unen 7 cartas fotocopiadas que informan sobre las actividades de Roberto Bolaño en el último año de su vida en México D.F., así como 14 páginas de apuntes manuscritos sobre Purgatorio de Raúl Zurita y otro texto de una página, escrito por ambas caras, titulado Sobre el caso Zurita. En la compra se incluye además un escrito, con anotaciones, para una antología de poesía del movimiento Hora Zero. Este aparece en el anverso de un folio, escrito también por ambas caras, en el que figura una pequeña narración: Soñé que empezaban a morir los adolescentes.

La BNE pasa a conservar ahora más de 40 cartas del escritor.

Alrededor del autor de Los detectives salvajes se congrega una feligresía entusiasta. Su muerte prematura permitió que le fuese concedida la gloria literaria que en vida no llegó a recibir. Ahora, más de diez años después de su fallecimiento, el culto a Bolaño hace a sus obra lo que la muerte hizo también con la de David Foster Wallace: desenfocar. La excesiva publicación de muchos de sus inéditos, las grescas entre albaceas, editores y representantes, una especie de ruido que empaña lo importante: una obra con la que Bolaño abrió un ciclo, para cerrar acaso la pesada losa que el Boom latinoamericano dejó sobre su generación.

Alrededor del autor de Los detectives salvajes se congrega una feligresía entusiasta. Su muerte prematura permitió que le fuese concedida la gloria literaria que en vida no llegó a recibir

Este epistolario, en el que se refleja la relación con su amigo y también poeta, Bruno Montané, acerca a quienes así lo deseen un material importante para investigar otros aspectos de la obra literaria de Bolaño. Este material se incorpora así al archivo de la Biblioteca Nacional de España, que posee documentación de autores españoles y extranjeros, hispanoamericanos sobre todo, como Santiago Ramón y Cajal, Rafael Alberti, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre o Julio Córtazar.

El más reciente inédito de Bolaño, publicado por Alfaguara en 2016.

 Estas cartas podrían arrojar luz sobre...

Hace poco menos de un año se publicó  El espíritu de la ciencia ficción, un inédito que el sello Alfaguara editó como parte de la biblioteca dedicada al autor. Escrita en Blanes, entre 1980 y 1984, enEl espíritu de la ciencia ficción se cuecen las claves del universo de los realvisceralistasEscrita, a la manera de Bolaño, en secciones simultáneas, esta novela transcurre en México DF durante los años setenta y narra la vida de Jan Schrella y Remo Morán, dos jóvenes que intentan vivir de la literatura, se mueven en talleres literarios y se abren paso por la vida como versiones previas de lo que serán Arturo Belano y Ulises Lima. En la pareja protagonista resuenan los ecos de la otra, justamente porque Bolaño los coloca en unos años de formación, iniciación al sexo e incipientes pesquisas poéticas. Jan y Remo son los proto-detectives.

Muchas de las claves de este inédito aparecen en las cartas de Bruno Montané. Por ejemplo, alusiones a fecha de este manuscrito o detalles que el propio Bolaño dio a Montané sobre la novela. El espíritu de la ciencia–ficción es el primer libro que se publica fuera del catálogo de Anagrama, la editorial que apostó por el chileno, dio a conocer toda su obra y la que hasta ahora había editado seis de los siete libros póstumos suyos que se conocen: los volúmenes de relato El gaucho insufrible (2003) y El secreto del mal (2007); el poemario La Universidad Desconocida (2007); las novelas 2666 (2004), El tercer Reich (2010) y Los sinsabores del verdadero policía (2011). El espíritu de la ciencia–ficción (2016), a diferencia de esta última, no ha sido presentada como un libro inacabado sino como una novela terminada y fechada. Y es allí cuando comienzan las dudas en la parte más radical de los lectores de Bolaño. 

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