Michael Haneke, los hermanos Taviani y Kim Ki-duk, o lo que es lo mismo, los ganadores de Cannes, Berlín y Venecia, son los rivales para "Blancanieves" de cara al Óscar a la mejor película de habla no inglesa, aunque para muchos la favorita sea desde ya el megaéxito comercial del cine francés "Intocable". Con el récord de 71 países presentados y la novedad de que Kenia se incorpora a la competición con su filme "Nairobi Half Life", "Blancanieves" tiene por delante una dura competición para entrar entre las cinco finalistas para el Óscar a la mejor película de habla no inglesa el día 10 de enero, cuando se harán públicas las candidaturas a la 85 edición de estos premios.
Como suele ser habitual, las triunfadoras de los grandes festivales de cine encabezan la lista de favoritas, aunque este año el fenómeno comercial de "Intocable", de los franceses Eric Toledano y Olivier Nakache, es la que se lleva de calle las quinielas. El año pasado "The Artist" hizo historia por varios motivos, entre ellos el de ser la primera película francesa en ganar el máximo premio en los Óscar, pero ciñéndose a la categoría de película de habla no inglesa, los galos no ganan desde "Indochina", en 1992, y con ninguneos tan llamativos como el de "Amelie" en 2001. La resaca de "The Artist" puede repercutir negativamente en "Intocable", igual que en la propia "Blancanieves", la adaptación del cuento de los hermanos Grimm realizada por Pablo Berger, que fue concebida como muda y en blanco y negro antes del "boom" de la película de Michel Hazanavizius.
Pero aunque los criterios del comité de votación de este Óscar ha dado grandes sorpresas, como el citado caso de "Amelie" (ganó "En tierra de nadie", de Danis Tanovic) o el de "El secreto de sus ojos" (que se impuso a "La cinta blanca" y "Un profeta"), los grandes festivales europeos vuelven a ser un buen baremo para medir las posibilidades de éxito. Este año hay pleno. El mismo Haneke que con su otra Palma de Oro palideció ante Juan José Campanella vuelve ahora a representar a Austria con "Amour", triunfadora en Cannes y en la que suaviza su azote emocional con un poco de romanticismo, todavía muy doloroso pero romanticismo al fin y al cabo, centrado en una tercera edad con los rostros de Jean Louis Trintignant y Emmanuelle Riva.
Desde su propia senectud, los octogenarios hermanos italianos Vittorio y Paolo Taviani representan a su país con "César debe morir", Oso de Oro en Berlín por su reconstrucción de "Julio César" de Shakespeare con los presos de una cárcel de alta seguridad de Roma.
Italia, el país con más Óscar en esta categoría (ha logrado trece), no gana desde "La vida es bella", en 1998. Y con título italiano y un León de Oro en Venecia, el coreano Kim Ki-duk intentará dar a su país el primer Óscar de su historia con "Pietà".
El eje asiático se completa con otros dos maestros de éxito internacional: Johnnie To vuelve a representar a Hong Kong con "Life without Principle" y el chino Chen Kaige, que fue nominado por "Adiós a mi concubina", lo intentará de nuevo con "Caught in the Web".
El escuadrón latinoamericano también parte este año con buenas perspectivas gracias a películas alabadas allí donde se han presentado. Chile lleva a Pablo Larraín y su "No", con el tirón de estar protagonizada por el mexicano Gael García Bernal, mientras que Argentina llevará "Infancia clandestina", de Benjamín Ávila y Uruguay a Rodrigo Plá con "La demora".
Colombia lleva a Carlos Moreno, el director de "Perro come perro", con "El cártel de los sapos", Perú a la realizadora Rosario García-Montero y su "Malas intenciones" y Venezuela lleva "Piedra, papel o tijera", de Hernán Jabes.
Y el festival de San Sebastián puede sentirse contento, porque su comité de selección supo ver en la griega "Adikos Kosmos", de Filippo Tsitos, y "Sangue de meu sangue", del portugués Joae Canijo, lo mejor de sus respectivos países.
Finalmente, entre las 71 presentadas, otros directores de prestigio se cuelan en países como Serbia (con Goran Paskaljevic en "When Day Breaks"), el rumano de "4 meses, 3 semanas, 2 días", Cristian Mungiu, con "Dupa deauluri", el sueco Lasse Hälstrom con "El hipnotista" y la propuesta israelí, jaleada en Venecia, "Fill the Void", de la judía ortodoxa Rama Burshtein.
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