El regreso del agente 007 significa que la normalidad casi está aquí. O más bien que, siendo certeros, hay pocas cosas que echemos de menos, como la oportunidad de posar el codo en la barra de un bar, ese placer tan difícil de olvidar. Si Dune dio el pistoletazo de salida a los grandes blockbusters del nuevo curso, Sin tiempo para morir, la nueva entrega de la saga James Bond, enciende los fuegos artificiales de los grandes banquetes visuales. Ahora sí, sin lugar a dudas, los cines vuelven a festejar las grandes producciones que tanto se han echado de menos y que, para ser sinceros, tanto necesitan las salas para sobrevivir. No hay sofá en el mundo ni televisión que pueda sustituir la experiencia del cine.
Año y medio más tarde de su fecha de estreno prevista, como le ocurrió a otros tantos títulos a causa de la pandemia por coronavirus, Sin tiempo para morir se convierte en la vigesimoquinta entrega de la serie que, además, supone la gran fiesta de despedida del actor Daniel Craig. Un adiós por todo lo alto que lo convierte en uno de los más memorables -con permiso de Sean Connery-, después de protagonizar cinco entregas, y que deja una duda entre los espectadores. ¿Quién le reemplazará?
Han pasado ya seis años desde el estreno de Spectre (Sam Mendes, 2015) y la nueva entrega del agente del Servicio Secreto de Inteligencia Británico, con sus 2 horas y 45 minutos de duración, no va a defraudar a nadie, ni a los más escépticos, según esta redactora de Vozpópuli. Mucha acción, tensión y momentos emotivos son los principales ingredientes de la nueva película de James Bond, que toma como escenarios enclaves recónditos de Noruega, Italia, Escocia, Jamaica, Cuba, Dinamarca y, cómo no, Londres. Poco importan, la verdad, las situaciones tan manidas del universo 007 -la atracción, la chica inalcanzable, el secuestro y las persecuciones sin fin- cuando el resultado flaquea en tan pocas ocasiones.
Junto al notable trabajo de Daniel Craig, destaca especialmente el trabajo de Ana de Armas, una secundaria muy digna, entregada a algunas de las mejores escenas de acción de la cinta. En el lado opuesto se encuentra, en cambio, Rami Malek -conocido por su papel de Freddy Mercury en Bohemian Rhapsody (2018)-, quien da vida a un villano deslavado que no termina de convencer a nadie. En un terreno a medio camino se encuentran Léa Seydoux, Lashana Lynch, Ben Whishaw, Christoph Waltz o Ralph Fiennes.
¿Una mujer para sustituir a James Bond?
Si bien Sin tiempo para morir se convierte en un espectáculo por todo lo alto, que no escatima en saltos, ni explosiones atronadoras de récord o piruetas de vértigo, lo cierto es que también muestra al James Bond más frágil y vulnerable, en un intento quizás por subirse al carro de las nuevas masculinidades y alejarse por momentos de la imagen más recia, infalible e infranqueable que ha mostrado a lo largo de los años.
Por primera vez en la historia de la franquicia una actriz -la jamaicana Lashana Lynch- asume el papel de agente 007 en esta nueva entrega"
Del mismo modo, por primera vez en la historia de la serie de películas una actriz -la jamaicana Lashana Lynch- asume el papel de agente 007 en esta nueva entrega. ¿Significa esto que sustituirá a Craig en el papel de agente al servicio de la reina en futuras entregas? En ese caso, ¿estará dispuesta la franquicia a abrir también el abanico de chicas Bond para incluir a algún apuesto galán que equilibre también la proporción de mujeres que despliegan sus encantos a la sombra de Bond? Imaginamos que en este cambio de rumbo algo ha tenido que ver la mano de Phoebe Waller-Bridge, una de las guionistas, conocida por ser la creadora y protagonista de la exitosa y sobresaliente serie Fleabag.
Esta es la principal incógnita ahora: saber quién sustituirá a Daniel Craig en el papel del icónico personaje, que arrancó sus aventuras en la película Dr. No (1962), protagonizada por Connery. Desde entonces, han dado vida al agente 007 los intérpretes George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton y Pierce Brosnan, además del propio Craig. Sin embargo, en varias entrevistas el actor que ahora abandona la franquicia, y uno de los coproductores, no se ha mostrado muy a favor de incluir a una mujer como personaje protagonista.
Ni el mismísimo agente James Bond será capaz de escapar de la cultura 'woke' ni los seguidores más fanáticos de la franquicia aceptarán virajes demasiado drásticos en el rumbo"
"Debería haber mejores papeles tanto para las mujeres como para los actores de color. Pero, ¿por qué una mujer debería interpretar a James Bond cuando lo que debería haber es un papel tan bueno como ese creado para una mujer?", señaló el actor en declaraciones a Radio Times. Sin duda, esta será una cuestión espinosa, pero lo cierto es que ni el mismísimo agente James Bond será capaz de escapar de la cultura "woke" ni los seguidores más fanáticos de la franquicia aceptarán virajes demasiado drásticos en el rumbo.
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