Cultura

Joan Manuel Serrat y la defensa de la lengua por encima de imposiciones políticas

El cantautor catalán, retirado de los escenarios a finales de 2022, suma su nombre, en el palmarés del Princesa de Asturias, a los de Meryl Streep, Bob Dylan o Paco de Lucía

Serrat, bandera de las libertades durante el Franquismo, que con su acento catalán recuperó el "cantar del pueblo andaluz", y la memoria de poetas muertos "lejos del hogar", que cantó al mar común en castellano y catalán, y que se negó a que le privaran de este último en Europa; tuvo que soportar hasta en su último recital, que alguien le dijera en qué idioma cantar. Pero como siempre, golpeó verso a verso a la intolerancia y defendió su derecho a usar la lengua que en aquel momento consideraba oportuna: “Sí, vamos a hacerlo en castellano porque así nos entendemos todos”, señaló ante alguna voz de la grada que le pedía que hiciera su discurso en catalán.

Era la víspera de la Nochebuena de 2022, y el cantautor se despedía de los escenarios desde el Palau Sant Jordi  de su amada Barcelona. Tras 57 años en los escenarios el músico que revitalizó versos de Machado o Miguel Hernández decía adiós ante 15.000 personas: "Nada más, muchas gracias. Ha sido un placer", dijo escuetamente el cantante. 

Este miércoles, el jurado de los Premios Princesa de Asturias ha galardonado al cantautor español con el premio de las Artes destacando de su trayectoria su “honda raíz mediterránea, que aúna el arte de la poesía y la música al servicio de la tolerancia, los valores compartidos, la riqueza de la diversidad de lenguas y culturas, así como un necesario afán de libertad”. “Defensor del diálogo frente a la crispación, la obra de Joan Manuel Serrat es un exponente de su irrenunciable vocación de tender puentes entre países y generaciones”, ha concluido el fallo del jurado. 

Del Franquismo al procés

El acta del jurado también ha destacado "el alcance de una trayectoria artística que trasciende la música y se hace referente cívico, sumando a las letras de sus canciones la fuerza del himno colectivo con voluntad universal". Serrat ha logrado que hasta cuatro generaciones memoricen sus letras indiferentemente de la lengua. Castellanoparlantes que durante el franquismo cantaban versos en catalán y logros como que una misma canción como Mediterráneo la canten al unísono en catalán y en castellano un barcelonés, un valenciano, un murciano o un andaluz. 

Es bien sabido cómo el cantante trató de llevar el "La, la, la", en catalán a la gala de Eurovisión de 1968 de Londres. Ante la negativa de TVE, en la que también influyeron asuntos relacionados con derechos de autor de varias discográficas, España cambió de representante, optando por Massiel, que finalmente resultó vencedora en una gala considerada un triunfo nacional por el régimen.  "Hubiera sido una muestra al mundo de que en España se respetaba su diversidad cultural, siendo mentira que la respetaba, pero hubiera sido de un gobierno inteligente", señaló el cantante catalán en una entrevista el año pasado. Aquel desplante a la cadena única le costó un veto de seis años, y no volvería a aparecer en las pantallas españolas hasta 1974.

Pasaron 50 años, España llevaba décadas asentada como una democracia, pero en los años duros del procés, Serrat se tuvo que emplear frente a los nuevos censores. De nuevo en Barcelona y justo el día en el que cumplía 75 años, el cantante tuvo que interrumpir su espectáculo en el Auditori del Fòrum de Barcelona, cuando un espectador le exigió que cambiara de lengua:  "¡Canta en catalán, que estamos en Barcelona!".

Con el sosiego que le caracteriza, Serrat le contestó: "Siempre hay alguien que viene despistado a un espectáculo". "Sé que estoy en Barcelona. Lo sé seguramente desde antes que usted", continúa el cantante, "Le aseguro que es la primera vez que en este espectáculo, que ha ido por todo el mundo, encuentro a alguien que dice eso". "Y desde antes que usted, estoy trabajando por hacer cosas en esta ciudad [Barcelona], así que le pido que me deje hacer mi espectáculo". "Entiendo que usted no lo entienda. No entender esto en los tiempos que corren... Sería realmente soberbio por parte de nadie".

Padre catalán y madre aragonesa

De padre catalán y madre aragonesa, nació en Barcelona el 27 de diciembre de 1943 y creció en el barrio obrero de Poble Sec. Tras cursar la enseñanza primaria y el bachillerato, se diplomó en 1966 en la Escuela de Peritos Agrícolas con Premio Extraordinario.

En aquel 1967 en el que llegó a grabar el "La, la, la", consiguió su primer gran éxito gracias a su primer LP "Ara que tinc vint anys". Al año siguiente, por primera vez, una canción suya "Cançó de Matinada", incluida en su LP "Com ho fa el vent", se colocó en el número 1 de las listas de toda España.

A finales de 1970 se unió al encierro que 300 intelectuales y artistas efectuaron en el Monasterio de Montserrat de Barcelona contra el 'proceso de Burgos' y la pena de muerte. Allí nació parte Mediterráneo, el disco que le transportaría a la fama eterna, publicado en 1971 y que estuvo durante más de una año entre los más vendidos del país.

En 1975, unas declaraciones suyas desde México, condenando públicamente los fusilamientos de cinco militantes antifranquistas, le llevaron a permanecer exiliado en Iberoamérica y se prohibió la radiodifusión de sus discos. Regresó a España en agosto de 1976 tras la muerte de Franco y con la amnistía concedida.

Con 'En tránsito' (1981) se situó en lo más alto de las listas españolas. En 1983 llegó 'Cada loco con su tema' e hizo una gira por Latinoamérica, excepto por Chile, donde se negaba a actuar por la dictadura de Pinochet.
En 1978 apoyó sin reservas la Constitución Española y en las décadas de los setenta y los ochenta, se convirtió en un símbolo en muchos países de Iberoamérica, no solo por su calidad artística, sino también por su compromiso frente a la dictaduras y regímenes dictatoriales militares. En los últimos años se ha mostrado muy crítico con la deriva tomada por el independentismo catalán y ha criticado duramente la convocatoria del referéndum del 1 de octubre de 2017.

Recuperador de poetas

Serrat también ha puesto música a poemas de Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Pablo Neruda, Mario Benedetti y Eduardo Galeano, entre otros. Estos poetas han influido en su propia creación musical, que también está marcada por otros géneros, como el folclore catalán, la copla española, el tango, el bolero y el cancionero popular de Iberoamérica.

Muchos ya no somos capaces de imaginar los versos a los campos de Castilla o un cante al Cristo de los gitanos de Sevilla sin un marcado acento catalán. Esa es la grandeza de Serrat.

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