Cultura

Jonás Trueba: "En estos tiempos, volver a filmar una pareja de toda la vida tiene algo provocador"

El cineasta estrena 'Volveréis', una comedia antiromántica protagonizada por Itsaso Arana y Vito Sanz sobre el final del amor que cautivó en Cannes

Jonás Trueba e Itsaso Arana
Vera Novella

Siempre habla en primera persona del plural porque su trabajo es colectivo. Hace 14 años fundó Los Ilusos Films junto a Javi Lafuente y desde su primera película, que dio nombre a esta productora, presume de trabajos artesanos, que nadan en ocasiones a contracorriente y que solo tratan de plasmar el mundo que le rodea a él y a los amigos con los que comparte su amor por el cine y con los que saca adelante sus proyectos.

En la pasada edición del Festival de Cannes, su nueva película, Volveréis, formó parte de la Quincena de Realizadores con muy buenas valoraciones y ahora llega a los cines de España y de Francia con un entusiasmo compartido entre ambos países. Sin ir más lejos, Le Monde le otorga la máxima puntuación y una página entera, dos años después de que Cahiers du Cinema incluyera su Virgen de agosto entre las mejores diez películas del año. Siempre fiel a las vicisitudes de su generación, la película que llega a los cines habla sobre el amor, la felicidad, la pareja o las herencias culturales y sentimentales, según han contado a Vozpópuli Jonás Trueba y la actriz Itsaso Arana, quienes firman el guion junto al actor protagonista Vito Sanz.  

Pregunta. ¿Por qué hay que celebrar una separación? ¿De dónde nace esta idea que a priori parece tan loca?

Respuesta. Trueba: Yo me lo pregunto, no tengo claro si hay que celebrar la separación. Nos gustaba como mera hipótesis, y de alguna manera toda la película la pone en práctica, intentamos probar si se puede, si tiene sentido hacer algo así y si nos gusta. Hay mucha gente que se atreve a hacerlo. 

Arana: En la vida real a veces no somos capaces de hacer cosas que en el cine sí se puede. 

P. Tengo entendido que fue una idea del padre de Jonás, Fernando Trueba.

R. Trueba: Así es. Me gusta la idea de haber acabado haciendo una película de algo que has oído a tu padre hace años y que eso germine en una película. Hacemos las películas así, cazando las ideas al aire, con las conversaciones que tenemos, lo que hemos visto y oído. En este caso fue así. 

P. El padre entonces tenía que ser él. ¿Qué tal ha sido la experiencia? ¿Hay algo de homenaje quizás?

R. Trueba: Tenía que ser él y ha sido bonito cerrar el círculo. Una película que parte de una vieja idea suya acaba teniendo un personaje que interpreta él mismo, y es autor de la idea. Es un buen ejemplo de cómo hacemos nosotros las cosas. Tenía algo de poético, algo que ha dicho, y me di cuenta de que tenía algo de las comedias que le gustan y que, por contagio, a mí también. Esas películas siempre están construidas con muchos estereotipos y siempre está el personaje del padre de la novia. Me hizo gracia que fuera él quien interpretase ese papel.

P. Itsaso y Jonás habíais escrito ya juntos, La virgen de agosto, y ahora se suma Vito Sanz, ¿cómo ha sido este trabajo entre tres?

R. Arana: Ha sido muy orgánico y natural, aunque no siempre suceda. Tanto Vito como yo lo recibimos con respeto y también como un regalo. Jonás tenía esta idea y él ha dirigido la escritura. También necesitaba acompañamiento en la escritura y de ánimo y nosotros le ayudamos a hacer este retrato indirectamente de sí mismo, porque hablábamos de la pareja, pero también de la herencia o de su amor por el cine, o su historia por los Ilusos. Esta pareja lleva 14 años y él lleva ese tiempo trabajando con el mismo este equipo técnico y casi artístico. Es una película que habla de la fidelidad y de eso, tanto Vito como yo sabemos, porque llevamos muchas películas juntos.

Trueba: Para mí es un privilegio contar con ellos dos desde el principio, tenía claro que tenía que ser así y que eso me iba a dar muchas ventajas y a ellos también a la hora de interpretar los personajes, al haber empezado a construir la película juntos. 

P: Tanto en Tenéis que venir a verla como en Volveréis se palpa la crisis de los 40. 

R. Trueba: Con cada película que hemos hecho estos años siempre es la que nos tocaba contar, lo que estaba en el aire que respiramos. Tiene que ver con los biorritmos, con los temas de nuestras conversaciones cotidianas, y también con nuestras dudas y nuestras crisis. Efectivamente, algunos estamos enfilando la cuarentena y otros inmersos en ella. Al final, las últimas películas que hemos hecho están más tocadas por esa crisis que intentamos, por otro lado, relativizar o reírnos de ella. 

Arana: Hay algo de autoparodia y de humor de las absurdeces que nos ocurren y que son temas existenciales: tener o no tener hijos, estar o no en pareja, dónde vivir, si en la ciudad o en el campo. Hay cuestiones que son muy importantes para la segunda mitad de tu vida, pero están muy atravesadas por el humor. 

"No soy un sociólogo y no tengo los datos, pero estoy seguro de que la mayor parte de la gente sigue viviendo en pareja y no pasa nada. Está bien que el cine tampoco lo pierda de vista" Jonás Trueba, director

P. ¿Creéis que vuestra generación tiene aún ciertas cargas simbólicas, al atreverse a ir a contracorriente, no seguir un canon, pero verse en la obligación de dar ciertas explicaciones? Hay algo de esto en la película. 

R. Arana: Cada generación tiene sus luchas y es ley natural de vida sentir que vas a veces en contra de tus padres, o que intentas rebelarte. No diría que somos una generación que se haya rebelado, pero sí creo que, en el asunto de la pareja, tanto Vito, como Jonás como yo somos hijos de parejas muy longevas que no se han llegado a separar, y que en un sentido es verdad que el modelo amoroso de compromiso merece una revisión. Ahora estamos viendo a tantas parejas con hijos de 40 que están teniendo una nueva vida amorosa porque hay rupturas y eso ya es la norma. En ese sentido, creo que hay modelos sexoafectivos que aún estamos revisando y en esto estamos bastante perdidos. 

Trueba: Eso que decías de tener que dar explicaciones es cierto, es lo que nos pasa. Siento a veces que tienes que justificarte y ya no sabes bien ni por qué. Pensamos en esto de retratar una pareja a la antigua usanza, que llevan juntos mucho tiempo. Parece que en estos tiempos volver a filmar una pareja de toda la vida, tiene algo provocador, dentro de nuestra propia generación. Ahora parece que, en la sociedad y en nuestra generación, la idea de nuestra pareja está muy cuestionada, hasta el punto de que cada vez parecen difíciles de sostener, se miran con sospecha, como si fuera una herencia, la de nuestros padres y nuestros abuelos. Está bien que nosotros pensemos en nuestra pareja desde nosotros mismos sin prejuzgarlo y sin presión. Es reivindicar cosas que piensas que merecen la pena, aunque no estén de moda. Siento que las películas que hacemos están desincronizadas con el tiempo, que no van al dictado de la agenda social. Ahora hay unas distorsiones entre la realidad y los medios de comunicación y las modas. No soy un sociólogo y no tengo los datos, pero estoy seguro de que la mayor parte de la gente sigue viviendo en pareja y no pasa nada. Está bien que el cine tampoco lo pierda de vista. 

Jonás Trueba y el reflejo de la realidad

P. Hay una crítica acerca de cómo la profesión de cineasta no es accesible para todos y hay quienes consideran que, por ello, el cine no representa la realidad. ¿Qué hay de cierto aquí?

R. Trueba: Pienso que la gente que vive del cine o de la cultura vive desconectada de la realidad, pero en general se hacen muchas películas que tratan de mirar la realidad, sigue estando ahí. Siempre hay un esfuerzo de muchos cineastas de contar la realidad tal cual es, y creo que es incluso mayoritario ese gesto. Creo que nosotros no estamos ahí, que hacemos unas películas muy concretas, y nunca hemos tenido la vocación de representar la realidad. No sé cómo se haría. Reconozco que hacemos películas muy concretas, de un grupo muy concreto de personas, ni mejores ni peores, pero que existimos. Quiero reivindicar eso, porque otras muchas películas se ocupan de otros estratos sociales, de otras realidades. El cine español en ese sentido sí que lo intenta, y nosotros cubrimos un flanco pequeño porque queremos ser honestos y no queremos ser impostores, sino retratar con honestidad. No hemos querido hablar de ciertas realidades de otros grupos sociales que no conocemos o con los que no tenemos ese contacto. 

"A veces aparecemos más y contamos más a través de nuestros triunfos, y no a través de nuestro día a día, que es de lo más normal. Estoy rodeada de amigas actrices y la mayoría estamos en paro la mayoría del tiempo" Itsaso Arana, actriz y guionista

Arana: Son dos cosas diferentes quiénes hacen cine y otro qué temas se tratan en las películas. Creo que la representación de la gente del cine y del arte en los medios de comunicación, y de cómo nos contamos, muchas veces está mediado por una especie de glamour que no es real, no es así. Simplemente a veces aparecemos más y contamos más a través de nuestros triunfos, y no a través de nuestro día a día, que es de lo más normal. Estoy rodeada de amigas actrices y la mayoría estamos en paro la mayoría del tiempo. 

Trueba: Yo tengo una actitud bastante crítica con esto porque genera una distorsión de la realidad en la gente que se dedica al cine. Este es un tema interesante pero complejo de explicar. Es cierto que el acceso a las escuelas de cine es caro y te lleva a pensar que quienes acude a las escuelas vienen de familias de clase alta. En parte es verdad, pero también te encuentras gente con becas o de familias que hacen un gran esfuerzo. Hay cineastas menos conocidos, menos industriales, como Andrés Duque o Virginia García del Pino, que hacen un cine maravilloso y no son en absoluto rico, tienen una vida humilde y modesta con sus clases. 

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