La sombra de Joy División es alargada: en este verano de coronavirus se cumplieron cuarenta años del suicidio de Ian Curtis (18 de mayo) y se cumplirán los mismos del lanzamiento de ‘Closer’ (7 de julio), álbum considerado por la mayoría de especialistas como la obra cumbre del grupo post-punk británico. Es cuestionable decir que Joy Division fueron revolucionarios, ya que existen precedentes como The Doors y The Velvet Underground que llevaron al rock por caminos más poéticos y oscuros de los que estaban previstos en ningún guión. La aportación de esta banda de Manchester (Reino Unido) estuvo en extremar el minimalismo, la frialdad y la crudeza, recreando el lado más oscuro de la juventud.
Para empezar, tomaron su nombre de los pabellones donde el ejército nazi recluía a las prisioneras que les servirían de esclavas sexuales. Y luego está el tortuoso carácter de su líder, que se suicidó colgándose del techo de la cocina a los 23 años, acorralado por sus problemas existenciales y matrimoniales. Por cierto, Curtis nunca encajó en el estereotipo de joven poeta narcisista que se cree demasiado sensible para el mundo. Trabajaba en una oficina de desempleo, en continuo contacto con el lado más crudo de la realidad social. La canción “She’s Lost Control” trata de una de las mujeres en paro con las que trataba, que murió de un ataque epiléptico (una problema al que el cantante no era ajeno y que describe en “Passover”).
¿Cómo es posible que el culto pop a un grupo tan áspero se haya mantenido durante cuarenta años? Primero, por la tremenda historia de su trayectoria, que confirma tristemente que las letras de Curtis no eran simple pose, sino resultado de una angustia existencial extrema (como extremo era el ambiente de devastación social en el Manchester de la época). También contribuyeron a su mito las potentes imágenes del grupo creadas por el fotógrafo Kevin Cummins en austero blanco y negro, además de los vídeos de Anton Corbijn y las innovadoras portadas de Peter Saville, de cuyo impresionante recorrido cultural de la de “Unknwon pleasures” lo detallo más abajo). Gusten o asusten, Joy Divison son imposibles de ignorar.
De la depresión a la discoteca
Además hay que añadir una pirueta insólita: una vez muerto Curtis, sus compañeros de banda protagonizan un reciclaje total y termina haciendo una elegante música de discoteca, inspirada en cierta fase por los fiestones de las discotecas ibicencas de los años ochenta. No se recuerda en la historia del pop un cambio más radical, ni tampoco más exitoso, en un grupo que pierde a su vocalista. En realidad, algún himno de Joy División ya tenia pulso festivo, como demostró James Murphy (LCD Soundsystem) pinchando en 2004 “Transmission” a todo trapo como cumbre de sus sesiones en festivales de verano como Primavera Sound y Benicàssim (en este pinchó en la playa).
En tiempos de la movida, eran nombrados como modelo estético de Parálisis Permanente, Aviador y Golpes Bajos, tres de las mejores bandas de aquella generación
En España, nunca fueron un grupo especialmente popular, sino más bien patrimonio distintivo de las subcultura indie y gótica. En tiempos de la movida, eran nombrados como modelo estético de Parálisis Permanente, Aviador y Golpes Bajos, tres de las mejores bandas de aquella generación. El primer disco de Los Planetas contiene una canción, “Desorden”, que recrea el suicidio de Curtis. “Hay un cuerpo girando en la cocina/ el final de una cuerda atada a la vida…”, comienza la letra. El grupo de Granada también es un ejemplo de cómo las rimas de sufrimiento adolescentes crean una conexión emocional especialmente intensa con los devotos del pop.
La popularidad de Joy División en la escena indie española llegó al punto que en 1995 se publica en un pequeño sello de Sevilla el disco tributo Warsaw, el primero en todo el mundo. Allí participaban grupos semidesconocidos que luego tomarían carácter de culto como Sr. Chinarro, El Niño Gusano y Mercromina. Más adelante, los valencianos La Habitación Roja se atrevieron a dar conciertos de homenaje al grupo que consistían en versiones al completo el álbum Unknown Pleasures, coincidiendo con el estreno del biopic del grupo, titulado Control, dirigida por Corjbin en 2007.
Cultura popular
Haciendo gala del humor radical que nos caracteriza, España también es responsable de un par de capítulos de humor negro relacionados con el grupo. El primero es la sincronización de imágenes de Ian Curtis con Chuiquito de la Calzada, sin duda un recurso de autodefensa cómico para desengrasar de la intensidad dramática del grupo. Los movimientos espasmódicos del cantante sincronizan a la perfección con el discurso efervescente del cómico fallecido. El segundo brochazo de humor son las camisetas con la leyenda “Rajoy Dimision”, muy populares entre los hípsters ibéricos en la etapa final del ex presidente. También incluían un juego de palabras con “Love Will Tear Us Apart”, la canción más popular del grupo, modificada por Love Will Tear Us Aznar, que es el nombre de una popular cuenta de memes políticos en Twitter.
https://youtube.com/watch?v=odKB8d__eZQ
Hay un dato impresionante que ayuda a comprender la tremenda intensidad de Joy División. La música popular anglosajona del cambio de milenio estuvo marcada por la retromanía, término que acuñó el crítico musical Simon Reynolds para designar “la obsesión del pop-rock con sus propio pasado”, léase la abundancia de bandas que en realidad solo ofrecían variantes del legado de grupos clásicos. En el caso de Joy Division , se puede decir que grupos de notable éxito hípster como Interpol y Editors saqueaban sus legado sin contemplaciones, limando los ángulos más oscuros en favor de la estetización. Si los dos discos de Joy Division sirvieron de soporte para carreras enteras ajenas es que alguna relevancia cultural de largo alcance había en su obra.
La portada de Unknown Pleasures es una de las mejores de la historia del rock, superando incluso la fama del propio grupo
Tiene especial interés la peripecia cultural su portada más famosa: las olas sobre fondo negro del álbum Unknow Pleasures. Se trata, sin duda, de una de las mejores portadas de la historia del rock, que ha superado con creces la fama del grupo que le utilizase. Recomiendo un espléndido artículo del Washington Post del verano de 2019 que explica como esta imagen, creada por Peter Saville con solo 22 años, pasó de ser una simple portada a “un pieza culturalmente ubicua”. La inspiración fue la traducción gráfica de un pulsar, que es una estrella de neutrones que emite radiación periódica. Saville aumentó el impacto con la decisión de no imprimir el nombre del grupo ni el título del álbum. El resultado es de una fuerza y pureza indiscutible. Los discos de Kraftwerk y de Roxy Music le habían enseñado que “una imagen sencilla podía evocar un mundo completo de pensamientos”. El suicido de Curtis añadió oscuridad a una de las portadas más negras de la historia.
Recorrido infinito
La portada ha servido de inspiración a varias ficciones audiovisuales. Alimentó la estética de superhéroes taquilleros como El Cuervo, aparece decorando el top de una actriz en la precuela de “Sexo en Nueva York” o en la película de Spielberg Ready Player One, que trata sobre una realidad paralela donde los adolescentes desconocen cualquier tipo de cultura pop posterior a 1955. “En algún punto de la historia, la portada comenzó a ser solo un sinónimo de algo ‘cool’ o de de ser un enterado”, subraya el periodista Zachary Lipez. Saville reconoce que en los últimos años la imagen fue objeto de un culto “gratuito, tedioso y poco sincero”. Alguno es tremendamente gracioso y seguramente desconocido por el diseñador: me refiero al tuneado de la portada donde en vez de “Joy Division” pone “Rocío Jurado” y en vez de “Unknown Pleasures” se lee “Como un ola”.
A la altura de 2003, Saville colaboró con el diseñador Raf Simmons para una línea de ropa inspirada en la portada. No he logrado obtener el precio original, pero trece años después y en el contexto de unas rebajas de la marca se vendía por 20.000 dólares. Terminamos con dos imágenes clave de la mítica portada. En la primera, el propio Saville nos muestra una camiseta con el famoso logo y la frase “¿Qué es esto? Lo he visto en Tumblr”. La segunda es un meme rematado con la frase “si ves esta camiseta en you barrio significa que te van a subir el alquiler”. Joy Division habían pasado de ser un símbolo del lado oscuro de la vida a una señal de distinción, exhibida por bohemios de clase media y alta a la caza de un estilo de vida chic, que agradecen los procesos de gentrificación. Incluso se hicieron bodys infantiles para fans de Joy Division que quisieran bebes ‘cool’ desde la cuna.
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