En agosto de 2021, muchos ciudadanos afganos tuvieron apenas unas horas para reunir algunas de sus pertenencias y salir hacia el aeropuerto. Allí, solo algunos afortunados lograron escapar de la capital, Kabul, que acababa de ser tomada por los talibanes. Ese fue el caso de la cineasta Sahraa Karimi, que pocos días después de huir habló con Vozpópuli para contar cómo habían sido aquellos momentos y qué les iba a ocurrir a quienes no habían podido abandonar el país, especialmente las mujeres, verdaderas víctimas de la represión que sufre el país desde entonces.
Los creadores de la serie La Unidad, de Movistar+, Alberto Marini y Dani De la Torre, empezaron a imaginar y a escribir casi al mismo tiempo que sucedían los hechos para contar lo que vivió el país aunque, eso sí, desde la mirada de los policías protagonistas de sus dos anteriores temporadas, expertos en investigaciones terroristas que en esta ocasión viajan a Afganistán, donde "las placas no sirven de nada".
"Al surgir el conflicto y ver que la policía española y el ejército estaban implicados, nos abrió la puerta a contar el conflicto humanitario y a acudir al origen del problema, sobre todo a la pérdida de las libertades totales, especialmente en las mujeres y en los niños, que pasaron de tener trabajo e ir a la universidad, a no poder salir de casa sin el burka", cuenta a Vozpópuli De la Torre con motivo del estreno este jueves de la serie, que se presentó en la pasada edición del Festival de Málaga.
Para Marini, lo más complicado de esta tercera temporada fue enfrentarse a las "historias reales" de una situación que, según admite, conocían "parcialmente" y, al encontrar "vivencias muy duras", actuar con "responsabilidad" al contar lo que ocurría. "No todo valía. Los españoles protagonistas tenían que apartarse para que las historias de allí adquirieran protagonismo", ha señalado.
Una de las actrices, Shabnam Rahim, era una boxeadora que, como le ocurrió a otras mujeres, tuvo que escapar ante las amenazas que recibieron ella y su familia
Al margen de los policías que repiten protagonismo, a los que dan vida de nuevo Nathalie Poza, Marian Álvarez y Michel Noher, uno de los principales personajes de esta entrega es una médica que se ve obligada a obedecer las órdenes de los talibanes que, sin conocimiento ni experiencia, toman el hospital en el que trabaja. Según cuenta De la Orden, la actriz, Shabnam Rahim, era una boxeadora que, como le ocurrió a otras mujeres, tuvo que escapar ante las amenazas que recibieron ella y su familia. "Realizaba un deporte que no es decoroso par la mujer. Para ellos, la mujer no debe hacer absolutamente nada", cuentan los creadores de La unidad: Kabul.
A nivel humano, las historias de esta y de otras actrices les ayudaron para crear situaciones verosímiles. A nivel policial, tuvieron acceso a "todo" y contaron con "colaboración máxima" por parte de los cuerpos policiales y del ejército que, según agradecen, "se han volcado desde la primera temporada".
"Las investigaciones de la Policía Nacional de información española en el extranjero son rutina, no son algo excepcional o que inventamos en la serie, sino al contrario. Es una labor que realizan constantemente porque el terrorismo no tiene fronteras", cuenta Marino. De hecho, según relata, uno de sus asesores vive permanentemente en el extranjero como delegado de policía de otro país.
Si tenemos una policía de élite, una de las más reconocidas del mundo, contarlo está bien. Lo que han hecho en Afganistán ha sido muy potente", cuenta De la Torre.
Del mismo modo, en esta ocasión contaron con el asesoramiento del jefe GEO que estuvo en la embajada en el momento de la evacuación y que ha liderado muchas de operaciones de rescate de colaboradores afganos para permitirles llegar a Europa, al tiempo que han contado con la versión del alto cargo del Ejército que dirigió la operación de Afganistán, o el periodista de El País Luis de Vega, que estuvo presente antes, durante y después de la evacuación de las embajadas.
"Si tenemos una policía de élite, una de las más reconocidas del mundo, contarlo está bien. Lo que han hecho en Afganistán ha sido muy potente, y cuando las cosas funcionan también hay que contarlo. Tenemos gente muy profesional, muy preparada. Y sabemos por otras agencias que el ejército español ha sido ejemplar y han ayudado a muchísima gente a salir de allí. Como contadores de historias nos enorgullece y nos gusta ponerlo en valor", señala por su parte De la Torre.
La unidad: Kabul: un western en Almería
La producción es, sin duda, más ambiciosa en paisajes y en recursos humanos. De Lavapiés a Afganistán, aunque con un rodaje en Madrid, Almería y Pakistán, y con cientos de extras, entre ellos jinetes, que recrean persecuciones por unos paisajes montañosos que recuerdan al mejor western de John Ford. "Afganistán es un western constante. La propia orografía que tiene hace que el caballo sea un medio de transporte; los pueblos están muy separados, viven como hace 200 años y parece que quien llega la puede liar, como un cowboy", cuenta De la Torre.
Preguntados acerca de las producciones en las que se puede reflejar esta tercera temporada, los creadores de La unidad mencionan referentes distintos. Por un lado, para Marini uno de los modelos ha sido la serie israelí Fauda, un thriller que a su juicio destaca por la manera de relatar las "verdades de la policía secreta", así como lo que ocurría "al otro lado de la OLP" sin ser "maniqueo".
Por su parte, De la Torre cree que en esta tercera temporada, en la que no obstante ve ecos de Homeland, los verdaderos referentes no son tanto series como películas. En concreto, cita la filmografía de Kathryn Bigelow, a su juicio "una directora superlativa", que en películas como La noche más oscura (2012) o The Hart Locker (2009) "cuenta conflictos internacionales con una acción brutal, pegada a la realidad" en las que uno puede creer "todo lo que pasa". Del mismo modo, cita el cine de Ridley Scott y películas como Black Hawk derribado (2001). Terror, thriller y adrenalina en una de las series españolas de la temporada.
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