La represión y la dictadura han marcado la historia de muchos países que ahora fuerzan el olvido para aprender a perdonar a quienes lo protagonizaron. En una entrevista exclusiva para Vózpopuli, la autora Lea Vélez, nos adentra en el mundo de su última novela, "La hija de Gardel". Esta obra literaria, cargada de emociones y significados profundos, desentraña los oscuros secretos de la represión durante la dictadura argentina y nos sumerge en un viaje hacia la reflexión.
El proceso creativo de "La hija de Gardel" se remonta a casi tres décadas atrás, cuando Lea Vélez, entonces estudiante de cine, se embarcaba en un proyecto cinematográfico bajo la dirección de su mentor, el profesor Lamet. La semilla de la idea original germinó en la mente de Vélez, quien, inspirada por el contexto histórico de la dictadura argentina, decidió dar vida a una historia que trascendería el tiempo y el espacio.
El título de la novela, "La hija de Gardel", encierra múltiples metáforas que desafían al lector a explorar las capas más profundas de la trama. Vélez revela que este nombre "sirve como una puerta de entrada al submundo oculto de la represión y la lucha por la identidad".
La espina dorsal de "La hija de Gardel": "Ana es un alter ego de mi yo de joven"
Uno de los aspectos más destacados de la novela son los personajes. Desde Ana, la joven periodista en busca de la verdad sobre su pasado, hasta Alicia, cuya historia de amor y supervivencia nos cautiva, cada personaje está meticulosamente diseñado para "reflejar las complejidades de la condición humana".
Según la autora, "Ana, es el alter ego de mi yo de joven, representa la lucha por la verdad y la justicia en un mundo marcado por la opresión y el silencio. Su búsqueda desesperada por descubrir la verdad sobre su origen la lleva por un camino lleno de peligros".
Por otro lado, "Alicia personifica la resiliencia y el coraje en medio de la adversidad. Su historia sirve para reflejar el dolor de los abusos sexuales y la dualidad del síndrome de Estocolmo", explica la autora.
Gaona y Garmendi, un acercamiento a la represión argentina
El proceso de investigación detrás de "La hija de Gardel", según la autora, "fue arduo y exhaustivo". Vélez se sumergió en documentos, testimonios y relatos personales para capturar la autenticidad y la complejidad de la época. La autora cuenta que "desde la sala de torturas de la ESMA (Escuela Mecánica de la Armada, centro de instrucción militar) hasta los testimonios de los sobrevivientes, cada detalle fue meticulosamente investigado y documentado para ofrecer una visión fiel de la realidad".
En este sentido, Vélez explica que, personalmente, no tuvo que enfrentarse a experiencias que relata en la novela, pero su abuelo sí. De hecho, "forjó amistad con el poeta Victoriano Cremer al que sacó del centro de detención que había en San Marcos, en León durante la Guerra Civil". La excusa: que trabajase de linotipista (manejando la imprenta) en el periódico de la falange. Una historia que relata Vélez con orgullo, dejando claro que, en palabras del propio Cremer, "mi abuelo le salvó la vida". Este recuerdo personal ha servido a la autora para inspirar "el comportamiento de Fernando en el libro, pero de otra forma, claro. Mi abuelo se llamaba Fernando".
A través de personajes como Gaona y Garmendi, Vélez nos enfrenta a la brutalidad y la impunidad que caracterizaban a aquellos años oscuros de la historia argentina. Sus relatos, inspirados en hechos reales y experiencias personales, nos recuerdan la importancia de preservar la memoria histórica.
Lea Vélez: "Producir es caro, por eso escribo libros que son cómo películas"
Más allá de la trama específica, "La hija de Gardel" nos invita a reflexionar sobre temas universales como la identidad, la justicia y la memoria histórica. A través del desarrollo de sus personajes, Vélez nos recuerda "la importancia de vivir en democracia y respetar los derechos humanos en todo momento". Con este libro, la autora madrileña expresa que "he entendido que hay que darlo todo por mantener la ley y los derechos humanos".
La novela, concebida inicialmente como un proyecto cinematográfico, ha encontrado su hogar en las páginas de un libro. Sin embargo, Vélez no descarta la posibilidad de una adaptación cinematográfica en el futuro, ya que, fue escrita para ello, lo que llevaría la historia a una audiencia aún más amplia. Sin embargo, la autora también explica que "no es precisamente fácil, producir es caro y complicado, por eso escribo libros que son cómo películas".
"La hija de Gardel" es mucho más que una novela: "Es un testimonio de la resistencia humana frente a la adversidad y un recordatorio de la importancia de nunca olvidar los horrores del pasado". De esta forma, Lea Vélez nos ofrece un viaje inolvidable a través de la oscuridad y la luz de la historia argentina.
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