Cultura

Leonor Watling: "La cultura nos salva"

Llenó los días terribles del confinamiento poniendo voz a las novelas de Harry Potter pero ya es hora de dejarse ver. La actriz y cantante ha vuelto a los escenarios con su grupo Marlango y a las pantallas con la segunda temporada de ‘Nasdrovia’en Movistar Plus+, tan divertida y sangrienta como la primera

Nada ha salido como esperaban Edurne (Leonor Watling) y Julián (Hugo Silva), exabogados metidos al negocio de la restauración (rusa) y al segundo expoliados por la mafia (también rusa). El restaurante Varsovia ha ardido a manos de su socio y amigo Franky (Luis Bermejo) y Boris (Anton Yakovlev) y sus hombres les han adoptado como mascotas para uso exclusivo. Así arrancan los seis nuevos episodios de la serie de Movistar Plus+, producida por MediaPro Studio, de nuevo dirigidos por Marc Vigil ('7 vidas’, ‘El ministerio del tiempo’…) y con Edurne haciéndonos el favor de hacernos partícipes de sus penurias.

Sus comentarios con los telespectadores son una carta ganadora en una ficción divertida, rápida y original y con agradecidos guiños literarios, musicales y televisivos que hay que atrapar al vuelo. “Son pequeñas frases, imágenes o canciones que nos hacen gracia [James Ellroy, Parálisis Permanente, Aleksandr Solzhenitsyn, Mecano, Breaking Bad, Marc Almond…] porque todas tienen mucho que ver con cada personaje” afirman Vigil, también showrunner, Sergio Sarriá, autor de la novela original, y Luismi Pérez, guionistas. A merced de sus ideas y palabras vuelve a estar Leonor Watling, que responde a las preguntas de Vozpopuli en una de las lujosas salas de reuniones de la central de Movistar en Madrid.

Pregunta: Vuelves a Edurne con otros seis nuevos episodios de media hora cada uno. ¿Es el formato ideal?

Respuesta: Es que las series españolas de una hora, que son las habituales, no tienen mucho sentido. Es muy difícil para los guionistas mantener el ritmo, la gracia, durante tanto tiempo. El modelo de consumo ha cambiado, ya no hay que aguantar cuatro cortes de siete minutos de publicidad. ¿Para qué?

Un rodaje es pura adrenalina, pura energía, todos haciendo lo mismo para un fin...

P: ¿Cómo ha sido el reencuentro con el director, Marc Vigil?

R: Yo con Marc al fin del mundo. Es un genio de la imagen, tiene una visión tridimensional del espacio muy bestia y maneja el tono de los actores de forma alucinante. Tuvimos poco tiempo para los ensayos por la pandemia pero nadie tenía la sensación de ir deprisa. Cuando el guion está bien escrito y el director sabe lo que quiere lo único que hay que hacer es no molestar (risas). A veces tienes buenos diálogos pero falla la construcción de las tramas, o al revés, pero aquí las dos funcionan y espero que se note.


P: ¿Cómo sabías dónde está la cámara cuando te giras para romper la cuarta pared [cuando el personaje deja la acción y habla con el espectador]? ¿No es muy complicado?

R: Parte del oficio de la actuación es intuir dónde está la cámara, sin mirarla, claro. Al principio me costó un poco y probamos incluso a no mirar. Al final trataba a la cámara como mi amiga, como si le hiciera confidencias. Los hermanos Marx eran unos genios haciendo eso.

P: Estás mucho más expresiva que en otras películas o series anteriores ¿es labor de Vigil o tuya?
R: Yo soy muy expresiva, siempre. Fue una decisión inconsciente, en el pasado sí he hecho personajes más fríos pero estos gestos me salían solos.

P: Sigues combinando la actuación con Marlango, tu grupo con Alejandro Pelayo.

R: El pasado 30 de septiembre hicimos un concierto en los Teatros del Canal de Madrid con todo el grupo, pero tenemos la suerte de también trabajar Alejandro y yo solos así que durante la pandemia pudimos tocar. El primer concierto fue en Granada y fue tan emocionante… pero no tenía nada que ver con lo habitual. En cambio, ayer estuve en el Café Central y ya fue diferente porque ya estamos acostumbrados a mascarillas y a la distancia entre personas. Todos los humanos necesitamos compartir, trascender a tu persona y eso lo hace la cultura. Con ella te das cuenta que no estás solo en tu planeta. La cultura nos salva.

P: ¿Sigues pensando que ‘el cine es un panal de abejas’?

R: Un rodaje es pura adrenalina, es energía pura, todos haciendo lo mismo para un fin. Cantar, actuar en el teatro o bailar es más interior, más de una misma. Como la música no hay nada, es imprescindible para la vida. Para emocionarte con un libro tienes que saber leer, lo primero, y concentrarte. Una canción te gusta o no te gusta. No pasa por la razón o por el juicio. Siempre ha sido así desde el origen de la humanidad.

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