El libro electrónico no para de crecer, al menos así lo afirma el Informe Anual del Libro digital en lengua española 2018 realizado por Libranda, principal distribuidora de libros digitales y audiolibros en español. Según las cifras presentadas, ste formato avanza en una tendencia alcista desde 2010. Sin embargo, las cifras totales aún son modestas. A escala global, la venta del libro digital en lengua española fue un 10% mayor que en 2017, y un 8% más en España. El crecimiento tuvo lugar en todos los territorios de habla hispana: España, Latinoamérica y Estados Unidos.
En lo que a facturación respecta, en 2018 fue de 46,9 millones de euros (esta cifra incluye los libros autopublicados y excluye los libros de texto o académicos), lo que supone un 4,7% sobre el mercado del libro en papel. En Latinoamérica y otros territorios la facturación fue de 28,1 millones de euros. Por tanto, la facturación global del libro electrónico en lengua española ascendió hasta los 75 millones de euros el pasado año a escala global. De ese total, 62,6% de la facturación proviene de España mientras que el conjunto de países de Latinoamérica representa el 26,6%, con México a la cabeza, por encima de EEUU, que representa el 10,3%.
El informe elaborado por Libranda muestra que en 2018 el 71,5% de los libros digitales vendidos en España eran de ficción (33%% ficción contemporánea, 15,3% novela romántica y 11,4% novela policiaca), el 23,2% de no ficción y el 5,3% eran libros infantiles y juveniles.Los títulos más vendidos en formato digital durante 2018 en España fueron: Las hijas del capitán de María Dueñas, La desaparición de Stephanie Mailer de Joël Dicker, El día que se perdió la cordura de Javier Castillo y Patria de Fernando Aramburu.
En lo que al precio respecta, el informe confirma algunos perfiles de ediciones anteriores. En octubre pasado la Unión Europea autorizó a los países que así lo deseen a equiparar el IVA de las publicaciones en formato digital al IVA (reducido) de los libros en papel. En el caso de España, la medida está pendiente de aprobación en sede parlamentaria. Aun así, el precio de los libros digitales es entre un 30% y un 60% menor que el de aquellos en papel y gira en torno a los 6,3€ de media.
El libro digital no termina de despegar, ni confirma el apocalipsis. La tan anunciada muerte del ejemplar en papel palidece al momento de confrontarla con las cifras. Según el Barómetro de Lectura difundido por el Centro de Investigaciones Sociológicas, el 78,6% de los encuestados decía leer habitualmente en papel, frente al 11,2% que lo hace en formato digital. Dos años atrás las cifras eran éstas: el 79,7% leía en papel y el 11,1% en digital. En lo que a producción editorial se refiere, el e-book aumentó en 2016 un 2% al llegar al 13,5%, con un total de 23.656 ISBN frente a los 20.848 ISBN en 2015. Es decir, un 27,5% del total de la producción.
Al ampliar el foco es posible constatar que, dependiendo del portavoz, la perspectiva cambia. Según los informes de ventas de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), las cifras españolas están en línea con las que reflejan países como Francia, Alemania e Italia. Gran Bretaña es la única con cifras superiores al resto de países europeos. En EEUU surge una situación curiosa: después de unos años en los que hubo un crecimiento constante y rápido de la facturación de los e-books, se ha reducido el margen de este formato frente al libro en papel, un 42% en los últimos dos años.
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