Que la Feria del Libro de Madrid se ha convertido en metáfora de un sector que necesita reinventarse es algo que hemos repetido en estas páginas prácticamente desde que comenzó. Una caída del 30% de las ventas lo certifica. Sin embargo, tras más de quince días de fanfarria editorial, queda claro que reinventarse no es una elección.
El periodismo buenista e inocentón que hacemos a veces, nos hace volcarnos en las imágenes de la Feria del Libro de Madrid durante el fin de semana: padres con niños, niños con perros, es decir, gente que va y viene sin otro propósito que el de curiosear... que igual se retrata con Risto Mejide que con Pérez-Reverte. Es decir: no son el perfil del comprador y el lector, sino gente que acude a la feria para mirar y, eventualmente, hacerse con los únicos dos o tres libros que adquiere al año, y probablemente lo haga en las casetas de la FNAC o El Corte Inglés. Que todo sea dicho: eso de malo, pues nada.
La pregunta es... ¿se sostiene un negocio así? Hay datos más potentes que la cuenta al ojo. Uno de cada tres españoles no abre un libro jamás. Los que lo hacen, compran, como mucho, ocho al año. Y de cada diez personas que descargan libros electrónicos, sólo 4 pagan por leerlos. Los datos pertenecen al último Barómetro (enero 2015) del Centro de Investigación Sociológica (CIS) y también al informe Hábitos de Lectura y Compra de Libros realizado por la Federación de Editores. Sin embargo, y volviendo a la Feria que llega a su fin el domingo 14 de junio: la verdad sea dicha. Si hubo algo como compradores y lectores, esos se vieron más consistentemente los días de semana.
“Me pasó algo curioso el primer fin de semana de la Feria, que me tocó ir a firmar. Y no me pasó una ni dos, sino varias veces: mucha gente se acercaba, me aseguraba que tenía pendiente leer mi libro, que lo dejaría para el verano. Me preguntaban si era posible hacerse una foto conmigo y se marchaban después”, el escritor –cuyo nombre, claro, no diremos- no fue el único. Muchos libreros vieron el fenómeno selfie cumplimentado a rajatabla pero sin compra de libro de por medio. Otros menos catastrofistas, libreros casi todos, aseguraron que el presupuesto promedio de quienes los visitaron se movía entre los 15 y los 25 euros para toda la feria.
Redoblar las firmas y comerse los libros
Muchas personas miraron con sorpresa el regreso de Arturo Pérez-Reverte, ausente en la feria durante los últimos nueve años. Sin duda, su jornada de firmas no pudo tener más éxito. En un día centenares de lectores aceptaron su ración de sol y espera para hacerse con una dedicatoria del superventas español, que este año traía novela nueva bajo el brazo. Y aunque el creador del capitán Alatriste no repite, muchos autores sí lo harán este sábado. Entre algunos de ellos están Javier Cercas, que firma el sábado y domingo en la mañana y la tarde en las casetas de la Librería Méndez (81), Casa del Libro (128-129), El Corte Inglés y La Buena Vida (223); también Julio Llamazares, Manuel Vilas, Belén Gopegui, Emilio Lledó, Marta Sanz, Luis Landero y Héctor Abad, entre otros, estarán firmando todo el fin de semana en el paseo de Coches en el Retiro madrileño.
Y como no podían faltar personajes mediáticos -la semana pasada tocó el turno a periodistas, tertulianos y políticos rezagados-, este fin de semana tira de Martina Klein -la modelo que acaba de publicar un volumen de cuentos infantiles- pero también de Jaime Peñafiel, el pope malherido de la monarquía española, y de Baltasar Garzón, quien presenta su polémico libro El Fango, sobre la corrupción en España, editado por Debate. El viernes, a las 18:30, en el Pabellón Samsung, habrá una firma de libros digitales en formato Back Book. Intervienen Javier Muñiz, autor de La chica del zapato azul; Juliette Sartre, autora de Deshojando margaritas; y Carlos Alvariño, autor de El custodio de Orfean, presentarán sus obras y regalarán un ejemplar de las mismas a los asistentes.
Las actividades, que son pocas los fines de semana, se concentran en la mañana y la tarde del viernes 12. Comienza la lista a las 11:30, con Las edades de la lectura, un encuentro del escritor Luis Landero con lectores adolescentes de entre 15 y 17 años. La última actividad del día será a las ocho de la tarde con el bloguero gastronómico Mikel López Iturriaga, El Comidista, la escritora Mercedes Cebrián y Mario Suárez. Hablarán sobre los libros que se comen (o casi). Para consultar el listado completo de actividades, presione aquí.
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