La imagen más conocida de Áxel Kiciloff, Viceministro de Economía argentino, es la de haber sido el mando a la sombra de Aerolíneas Argentinas y el autor de la confiscación de acciones españolas de YPF. Es el hombre confianza de Cristina Kirchner, el cachorro político más feroz de La Cámpora, asociación juvenil impulsada por Néstor Kichner y ahora dirigida por su hijo Máximo. Es, sin lugar a duda, una ficha importante dentro del Kirchnerismo.
Hijo de un psicoanalista y nieto de un rabino originario de Odessa, este economista de 41 años y profesor de la Universidad de Buenos Aires editó su tesis doctoral sobre Keynes -que mereció el premio extraordinario de Facultad- bajo la forma final del libro Volver a Keynes. Fundamentos de la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, que llega a España a través de un acuerdo de co-edición entre la editorial de la Universidad de Buenos Aires, Eudeba, y Clave Intelectual.
El libro, que consta de 493 páginas, ha sido descrito por sus editores como "un profundo estudio crítico del pensamiento de Keynes y su vigencia". En su edición europea, el volumen hace mención a la crisis económica en España, aludida por Kicillof en función de la revisión de postulados keynesianos y la relación de estos con variables como el empleo, las fuerzas de trabajo, las medidas y políticas de gestión de Gobierno en medio de ese proceso.
Carlos Rodríguez Braun comentó sobre el libro que "sobran errores y confusiones en ámbitos técnicos de teoría económica"
«Este libro se propone demostrar dos puntos. Primero, que las teorías de buena parte de los seguidores de Keynes, los llamados “keynesianos”, desvirtúan algunas de sus ideas más relevantes. [...] Y segundo, que las teorías genuinas de Keynes tienen mucho para aportar al debate sobre la crisis que transita el mundo en la actualidad. [...] En la España de hoy, la crisis mundial está teniendo efectos devastadores. A la recesión y el desempleo las políticas públicas han respondido, de momento, con ajuste fiscal, restricciones monetarias, privatizaciones y reducción de beneficios sociales", escribe el economista.
Kicillof, quien ha negado ser marxista, aduce que él simplemente reivindica de la figura de Keynes desde un ángulo radical. Sin embargo, la crítica especializada, además de catalogar el libro como "petulante", asume que las consignas más típicas del marxismo aparecen desde el principio del libro sin atribuciones. El economista Carlos Rodríguez Braun comentó sobre el libro que "sobran errores y confusiones en ámbitos técnicos de teoría económica".
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