Aunque ha sido probablemente el único libro con el que han abierto los informativos, las memorias de Pedro Sánchez -tan cacareadas entre la novedad editorial del mes- no lo son todo, probablemente ni siquiera estén bien escritas, incluso puede que tampoco lleguen a ser sean unas memorias. Otras cosas que están por llegar a las librerías son bastante mejores. Se trata de un conjunto de libros de ficción y no ficción a los que vale la pena dar un pequeño repaso, ya sea por la calidad de la historia o incluso por el valor de su reedición, que es el caso del ensayo No tan incendiario, de Marta Sanz, un libro que Periférica vuelve a publicar con una sobrecubierta oscura –el sello no suele alterar el aspecto de sus libros-, sobre la que se extiende una imagen sugerente del pintor británico del XVIII, Henry Robert Morland, y que muestra a un joven leyendo con la poca luz de un candil. Eso es justo lo que procuró Sanz en ese ensayo, publicado hace ya cinco años: una defensa de la cultura y el pensamiento, escrita con la urgencia y la claridad del panfleto, un libro necesario de una escritora necesaria.
El narrador descubre cómo su madre pasó información comprometedora sobre amigos, vecinos, familiares y hasta sobre sus propios hijos
En el registro ficción, Tusquets publica 14 de julio, de Éric Vuillard, ganador del Premio Goncourt 2017 por El orden del día, una novela que fue acogida con entusiasmo por los lectores y la crítica literaria tanto en Francia como en el resto de Europa. En sus páginas, Vuillard sigue, hora a hora, la toma de la Bastilla desde la perspectiva de sus protagonistas. Carga las tintas en el detalle y la historia anónima; se explaya en el empobrecimiento de la población, así como en el trasfondo social que originó el levantamiento. Una decisión curiosa, sin duda, en tiempo de chalecos amarillos. El capítulo No Ficción trae un libro de especial interés. Errata Naturae publica La revolución interior, una antología de textos de Tolstói prologados y traducidos por Stefan Zweig, quien encontró en el ruso una fuente inagotable de reflexión. Según Zweig, ningún autor contemporáneo, ni siquiera Marx o Nietzsche, dio lugar a la conmoción radical que supuso la obra de Tolstói y esta selección de textos preparada por él busca demostrarlo. Stefan Zweig escribió este libro tras salir de Alemania empujado por la persecución del nazismo. Su conciencia del totalitarismo y los abusos del Estado sobre sus ciudadanos no podría ser más aguda y es esa mirada la que atraviesa su análisis de Tolstói. En los años treinta -que es el tiempo en el cual se gesta este libro-, la figura del ruso estaba prácticamente olvidada. Por eso Zweig decide recuperar al Tolstói ensayista y autobiográfico e incluso incluye en esa selección un relato hasta ahora inédito en español.
En este breve repaso de novedades, una de las más hermosas es la novela del escritor y traductor húngaro András Forgách. Se trata de El expediente de mi madre (Anagrama), un libro que Forgách presentó recientemente en el festival BCNegra, y en cuyas páginas se despliega una indagación tanto personal como colectiva. Valiéndose de la investigación y la narración novelesca, Forgách plantea un libro efectivo y profundo en el que no se limita a reconstruir el pasado, sino a adentrarse en las nociones de memoria, verdad y ocultación a partir de la figura de su madre. Todo ocurre décadas después de la desaparición del comunismo en Hungría, cuando llega a manos del autor un archivo que cambiará por completo la historia familiar. Esos papeles prueban que su madre trabajó como espía para la dictadura de János Kádár y no de manera puntual, sino a lo largo de los años. A medida que avanza en sus pesquisas, el narrador descubre cómo su madre pasó información comprometedora sobre amigos, vecinos, familiares y hasta sobre sus propios hijos. El largo proceso de indagación sobre un personaje tan sensible, la madre, opone con profundidad la idea de hasta dónde puede llegar el aparato del Estado, pero también deja sobre la mesa el conflicto con una mujer que se revela para quien escribe como un ser hasta ahora desconocido. ¿Se trata de una memoria familia o colectiva? Tras años de ocultación, ¿quién determina qué sabemos y qué no de nosotros y de quienes nos rodean?
Tracy Chevalier dijo sobre O´Farrell no haber salido nunca tan viva de un libro sobre la muerte
También la nueva novela de Soledad Puértolas se adentra en los secretos familiares, aunque desde otra perspectiva en Música de ópera, que cuenta la historia de tres generaciones de una familia de provincias. Ese mecanismo permite recorrer desde los turbulentos años de la guerra civil hasta la última etapa del régimen franquista. Tres personajes femeninos entrelazan sus conflictos personales con los grandes hechos que les toca vivir: el estallido y el final de la guerra civil, la visita del presidente de los Estados Unidos, la Revolución Cubana o los tanques rusos aplastando la primavera de Praga. Puértolas vuelve a la estela de sus novelas, enraizadas en la tradición literaria de escritoras como Natalia Ginzburg o Anne Tyler. En una clave autobiográfica, Libros del Asteroide publica Sigo aquí, un libro en el que la escritora norteamericana Maggie O’Farrell recoge lo que ella llama "diecisiete roces con la muerte", episodios que pudieron terminar en desastre, diecisiete momentos clave de su vida que revelan una manera de ser y estar en el mundo. Sigo aquí, que sale a la venta el 11 de febrero, es, en palabras de sus editores, “un libro sincero” que huye de lo sentimental y anima al lector a reflexionar sobre la fragilidad de nuestra existencia y a celebrar la belleza. Hay quienes aseguran, como Tracy Chevalier, no haber salido nunca tan vivos de un libro sobre la muerte.