El pasado fue el gran tema de la escritora Toni Morrison, fallecida este martes a los 88 años. En sus libros, un pasado en tensión pone en primera línea los desencuentros entre negros y blancos, una relación que jalona la energía literaria de su obra. La esclavitud, el crisol de ese universo irresuelto de injusticia, preside sus sagas familiares e historias contadas desde la infancia, como es el caso de su primera novela.
“Los esclavos eran los parias, los más pobres, miserables y desafortunados, fueran del color que fueran. Más tarde, el racismo separó a los pobres blancos de los pobres negros y se creó una subclase nueva, incluso por debajo de los peores”, dijo la norteamericana, para quien Barack Obama fue el primer político que le quitó el miedo a los afroamericanos en los EEUU.
Su discurso de aceptación del Nobel reivindicó sus grandes preocupaciones intelectuales y literarias: la esclavitud y lo femenino: “Díganos qué es ser una mujer, así podemos saber qué es ser un hombre. Lo que es moverse en el margen. Lo que es no tener casa en este lugar. Ser puesto a la deriva y lejos de los que uno conoce. Lo que es vivir al borde de pueblos que no soportan su presencia. Cuéntenos de los vagones cargados de esclavos, de cuán suavemente cantaban, de modo que no podían distinguirse de la nieve cayendo”.
Ojos azules (1975) fue su primera novela. La publicó con casi 40 años. En sus páginas narra la historia de Pecola negra fascinada con por las muñecas y que cree que es fea porque no se parece a Shirley Temple. Cuando algo la ensombrece o la amenaza, cuando teme o se siente triste piensa que tiene unos preciosos ojos azules, que todo el mundo admira su belleza y que las otras niñas la envidian. Pero ese sueño nunca se convertirá en realidad y Pecola seguirá atrapada en la triste vida que le ha tocado en suerte.
Uno de sus más conocidos fue sin embargo Beloved (1987), uno de sus libros más conocidos. La novela ganó el Premio Pulitzer de Ficción en 1988 y fue finalista del National Book Award de 1987. Fue adaptado en 1998 a una película del mismo título protagonizada por Oprah Winfrey. Ambientada en la Guerra de Secesión. Dos mujeres marcan el libro. Una madre, Sethe, la esclava que mata a su propia hija para salvarla del horror y una hija: Beloved, la niña que desde su nacimiento se alimentó de leche mezclada con sangre. Sus historias están unidos por el crimen como única arma contra el dolor . La novela fue nominada, en 2002, por el New York Times entre los 100 mejores libros de todos los tiempos y, distinguida como el mejor libro de los años 1980-2005.
Su segunda novela La canción de Salomón (1977) fue aplaudida de forma unánime por la crítica. En ella, Morrison narra la historia familiar de un próspero hombre de negocios que ha tratado de ocultar sus orígenes para integrarse en la sociedad blanca. Pese a sus esfuerzos, su hijo decide tomar el camino opuesto. Lejos de rehuir a sus iguales como hizo su padre, entrará en un círculo de gente dispuesta a reaccionar contra la violencia de los blancos y emprenderá un viaje en busca de un tesoro que habrá de conducirle a los orígenes de su raza. Dominada por una fuerte impronta fantástica, fue reconocida con el Premio de la Crítica en Estados Unidos. Esta sega familiar era uno de los libros favoritos del ex presidente de los EEUU, Barack Obama.
Completan la selección de sus libros más destacados dos títulos más. La isla de los caballeros (1981), en cuyas páginas cuenta la vida de una pareja, Valerian y Margaret, que vive una existencia idílica en una isla del caribe. Todo cambiará con la llegada a la isla de Son, un náufrago negro de dudosas intenciones que se siente atraído por la bella Jadine, sobrina adoptiva de la pareja. El siguiente es Volver. En éste, por medio de la historia de un ex combatiente en la guerra de Corea y su intento por reconciliarse con la vida, la premio Nobel de Literatura hace un reflejo de la Norteamérica más profunda.
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