Cuando le preguntaron a George Bush cuál era su autor favorito, aunque no supo pronunciar su nombre, el ex presidente de Estados Unidos aseguró que era John Le Carré: “La Care, Le Carrier, o como se pronuncie”, espetó. Estando todavía en el Elíseo, a Sarkozy le ocurrió algo parecido cuando en un discurso evocó a "Stéphane Camus" en lugar de Albert Camus. Otros son más honestos, como la mismísima Angela Merkel, quien admite que su tiempo libro se le va en tres cosas: ver la Bundesliga, leer los horóscopos y atender su huerto en su casa de campo de Brandeburgo.
Mientras unos como Sarkozy inventan autores, otros son más sinceros, como Ángela Merkel, que dedica su tiempo libre a la Bundesliga y su huerto.
¿Leen los políticos? Sí, algunos lo hacen. ¿Pero qué? El actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha demostrado en numerosas ocasiones sus conocimientos e interés en multitud de libros y autores, tantos que la publicación The Daily Beast elaboró una lista completa de sus lecturas. Fue él quien catapultó a Jonathan Franzen cuando afirmó que había devorado Libertad, una novela que, insiste, le hizo pensar. Sin embargo, Obama tiene su favorito: se trata de Moby Dick, de Herman Melville.
Los políticos españoles tienen, también, un espectro literario que va de la novela histórica al ensayo político. Por ejemplo,el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy. Entre sus libros favoritos, según reveló el PP durante una campaña electoral, se encuentran La catedral del mar, de Ildefonso Falcones, La democracia en América, de Alexis de Tocqueville, y La Historia de España desde el arte, de Fernando García de Cortázar.
José Ignacio Wert lee desde Camilleri hasta Roth. Más clásico, Rajoy se decanta por la novela histórica.
También le atrae la novela histórica al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. Sin embargo, sus favoritos se mueven en una selección algo más amplia en la que entran Antonio Muñoz Molina, Clara Sánchez, Rafael Chirbes, Ignacio Martínez de Pisón, Juan José Armas Marcelo, Henning Mankell y Andrea Camilleri además de clásicos como Cervantes o los grandes narradores de los siglos XIX y XX, entre ellos Benito Pérez Galdós, Pío Baroja, Ramón Pérez de Ayala y Leopoldo Alas Clarín.
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero también hizo gala de sus preferencias en su momento. La suya, dice, es El Quijote. Además de la obra cervantina, Zapatero se declaró un gran lector de Jorge Luis Borges, bastaría saber si su volumen favorito del argentino sería Ficciones… o no. Felipe González, en cambio, es de los que se ha mostrado como un lector más curioso -o menos predecible-. Cuando el expresidente dijo que Marguerite Yourcenar y sus famosas Memorias de Adriano era una de sus lecturas favoritas, la edición prácticamente se agotó. Algunos, sin embargo, han llegado a sorprender con los que, dicen, son sus libros favoritos. Por ejemplo, la actual secretaria general del partido popular, a quien uno tendría por conservadora lectora, cita entre sus libros favoritos Estupor y temblores, de Amelie Nothomb.
Artur Mas prefiere 'El Principito' y María Dolores de Cospedal 'Estupor y temblores', de Amelie Nothomb.
El presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, quien estudió en el Liceo Francés, se ha declarado en ocasiones gran amante y conocedor de la literatura y la lengua francesas. Su libro favorito, dice, es El Principito, de Saint-Exupéry, aunque también he metido en el saco de sus preferencias La Riqueza de las Naciones de Adam Smith. Alfredo Pérez Rubalcaba siente predilección por los relatos policiacos y la literatura nórdica representada en autores como la sueca Asa Larsson.
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