En 1995, un niño llamado Andy recibió un muñeco de su película favorita. Ahora, en 2022, los cines proyectan aquella aventura que encandiló a aquel pequeño, tanto que hizo un hueco entre sus juguetes para colocar en un lugar privilegiado a su flamante guardián espacial, rivalizando con el shérif Woody, un vaquero veterano entre sus preciados muñecos. La competencia entre los dos dio paso a una bonita amistad y enseñó a los niños que vivieron su infancia en los 90 que el trabajo en equipo siempre trae consigo mejores resultados.
Con ese mismo espíritu llega a los cines españoles este viernes Lightyear, un "spin-off" de la saga de películas Toy Story, la más importante de Pixar -desde 2006, propiedad de Disney-. Sin embargo, que no engañe ni el título ni la procedencia: aunque es una cinta familiar, esta no es una película infantil. Uno puede pensar que se trata de otra prima hermana de la aventura en la que los juguetes cobraban vida y no es así, sino que se trata de un homenaje demasiado sofisticado para el público más pequeño de las grandes epopeyas espaciales del cine de ciencia ficción. Y es magnífico.
“Quería hacer algo que fuera fiel a esas divertidas películas de gran presupuesto que se ven devorando palomitas de maíz”, ha afirmado su director, Angus MacLane, un nombre que sorprende después de haber codirigido Buscando a Dory (2016) y de firmar apenas tres cortometrajes más en la famosa casa de animación. En esta aventura intergaláctica, Buzz Lightyear es un héroe que no cesa en su empeño de salvar a la tripulación de su nave y abandonar el planeta hostil en el que han terminado.
Lo cierto es que otras películas de Pixar, como Soul, abordan temas más complejos y trascendentales, como el nacimiento o la muerte, pero siempre en un juego de capas, de la más elemental a la más profunda, que no dejaba a nadie fuera entre el público. En esta ocasión, a pesar de tratarse de una película sencilla, con un objetivo en la aventura muy identificable, puede pecar incluso de seria, y eso para algunos puede ser sinónimo de aburrimiento, pero lo que se presenta aquí es solo una amena película tan imperfecta como impecable. Pura ciencia ficción.
La procedencia de Buzz Lightyear es solo una anécdota para ubicar en la mente del espectador a este personaje, según esta redactora de Vozpópuli, porque lo que verá es una película nueva de corte clásico muy divertida, trepidante y entretenida, que juega con multitud de referencias a películas como las sagas de Star Wars y Star Trek o Interstellar. A diferencia de otras historias que recurren a la nostalgia como salvavidas -hemos hablado recientemente aquí de la nueva entrega de Jurassic World- el origen de aquel personaje tan icónico es solo una anécdota y es la única alusión al pasado.
Lightyear: El beso de la discordia
Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Arabia Saudí, Egipto, Kuwait, Omán, Qatar, Malasia, Indonesia, Jordania y Líbano son algunos de los países que han prohibido la proyección en sus cines de Lightyear, ante la negativa de Disney de cortar una escena en la que la exploradora Alisha, compañera de Buzz Lightyear, se besa con su pareja, otra mujer, lo que para los gobiernos de estos países supone una afrenta contra el islam y la familia.
Es increíble que un beso -sincero, cariñoso e incluso familiar- pueda causar un terremoto, pero ahí están las pantallas del mundo, divididas entre quienes se abren a la normalidad y quienes niegan lo evidente, por mucho que se trate de un gesto nada casual y buscado por parte de Disney para abrazar la diversidad y situarse en el bando políticamente correcto.
Sea cual sea el propósito, merece un aplauso que los estudios de animación no hayan entrado en la polémica y hayan decidido mantener las escenas tal cual fueron concebidas. Según señaló el actor Chris Evans -voz de Lightyear- durante la promoción del filme, lo "frustrante" hoy en día es que esto sea "noticia".
Que nadie se confunda, porque en esta ocasión las noticias sobre la censura solo consiguen distraer la mirada y hacen un flaco favor a una película que no necesita una promoción así. Uno siempre quiso saber quién estaba detrás de ese muñeco tan fuerte como vanidoso que quería robarle el protagonismo al viejo Woody y con esta película uno puede entender todo y más. Hasta el infinito y más allá.
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