Una de las películas más íntimas, tiernas y evocadoras de la edición del Festival de San Sebastián celebrada en 2019 llega este viernes a los cines españoles, un año después de lo que estaba previsto. 'Y llovieron pájaros', la adaptación de la novela homónima de Jocelyne Saucier que lleva a cabo la cineasta canadiense Louise Archambault, se estrena en las salas españolas justo un año después de que primero la incertidumbre y después las restricciones y el confinamiento marcaran por completo las vidas de los españoles. Fue entonces cuando su estreno fue pospuesto, por lo que tenerla ahora en los cines, a pesar de que la pandemia continúa, es bastante esperanzador.
Esta película narra la vida de tres ancianos que han decidido aislarse en los bosques de Canadá y desaparecer así de un mundo y una rutina a la que sienten que ya no pertenecen. Allí, sin embargo, no estarán a salvo y aún existen elementos que pueden perturbar el anonimato en su retiro voluntario. Una joven fotógrafa busca a un tal Boychuck, al tiempo que una mujer octogenaria se suma a su plan antisistema y logra alborotar sus vidas. Lo inesperado se transforma en una coreografía perfectamente diseñada, así que, sin quererlo, vuelven a formar parte de la realidad.
La directora señala que esta es una película sobre el amor y la libertad, dos conceptos que se mantienen vivos y vigentes incluso a pesar de la pandemia mundial de coronavirus, según señala a Vozpópuli en conversación telefónica desde Quebec (Canadá). Para Archambault, "el verdadero propósito de la vida es querer, ser amado y tener libertad", pero cree que respecto a este último concepto "todo el mundo tiene su propia respuesta".
No queremos hablar de la muerte, nos da miedo, y no tengo la solución, pero, ¿cómo podemos vivir sabiendo que nos vamos a morir? Divirtámonos mientras estemos aquí, disfrutemos de las pequeñas cosas y hablemos entre nosotros"
Los protagonistas de esta historia huyen de una existencia que no soportan y su estancia en los bosques de alguna manera se convierte en la antesala de su propio final. La muerte y la elección del final de la vida -eutanasia, por ser más concretos- son otros de los temas que flotan en esta trama. "No queremos hablar de la muerte, nos da miedo. No tengo la solución, pero ¿cómo podemos vivir sabiendo que nos vamos a morir? Divirtámonos mientras estemos aquí, disfrutemos de las pequeñas cosas y hablemos entre nosotros. Me fastidia no poder coger olas de momento, pero hay que saber dirigir la vida hacia la alegría", resalta la cineasta.
La vida en la madurez
Hace apenas unos meses, el cineasta británico Paul Morrison estrenó en España '23 paseos', una historia con la que reivindicó el sexo y el romance en la tercera edad, algo que, según contó entonces a Vozpópuli, respondía a su deseo de hablar de su generación. En este caso, Archambault ha destacado la importancia de conectar con las emociones, más allá de buscar fórmulas para un público que, por otro lado, tiene una media de edad más elevada que los protagonistas de las películas.
"Creemos que para ser interesante y sexi necesitas personajes que sean guapos y jóvenes, y no se trata solo de eso", cuenta la cineasta, quien durante el periodo de búsqueda de presupuesto no encontró muchos interesados. Sin embargo, todos los que habían rechazado este proyecto se sorprendieron al comprobar que supuso en "éxito en taquilla". En cualquier caso, ha defendido que cuando la idea empieza por el marketing, "va por mal camino".
'Y llovieron pájaros también funciona como una oda a la naturaleza que puede servir como bálsamo en un tiempo en el que todos los habitantes del planeta están "atrapados", tienen "más ansiedad" y buscan sin éxito "propósitos en la vida". "¿Qué queremos hacer y cuál es la conexión con las cosas verdaderas? Quizás es verdad que con la pandemia somos más conscientes de que la naturaleza es más fuerte que nosotros, pero a la vez nos da una razón para vivir", señala.
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