La desmemoria como una de las Bellas Artes, al menos en la ciudad de Madrid, que ha visto cerrar algunos locales históricos y emblemáticos en los últimos tiempos. El más reciente en julio cuando uno de los emblemáticos y más antiguos , el Café Comercial, anunció su cierre tras 128 años de actividad. Quien decida ocupar este local deberá, sin embargo, conservar su arquitectura y ornamentación originales sea cual sea el futuro uso del local, según ha indicado el Ayuntamiento de Madrid en un comunicado.
El establecimiento hasta ahora utilizado y explotado por El Comercial está catalogado con el primer nivel de protección por la dirección general de Edificación municipal, reservado a locales de gran valor y que implica la conservación integral de su arquitectura. Entre estos elementos están las escaleras, el mostrador o las lámparas que adornan el salón También la fachada y el salón, los paramentos verticales, techos, paños, rótulo, muebles auxiliares y otro tipo de mobiliario.
El Ayuntamiento explica que el inmueble podrá tener uso residencial, industrial, de hospedaje, comercial, de oficinas o recreativo, entre otros, pero siempre que se respeten "íntegramente" los elementos protegidos. Es decir: siempre que no se toque ni un azulejo, el Comercial, la cara B del Gijón, el lugar predilecto de revoltosos y brillantes intelectuales y escritores podría convertirse hasta en un local de comida rápida. De solicitarse otro uso, sería necesaria la tramitación previa de un Plan especial. Dentro de los usos recreativos, el local podría albergar en la planta baja e inferior salas para reunión con un aforo inferior a 50 personas; establecimientos de consumo de bebidas y comidas con aforo inferior a 100 personas; y espectáculos con aforo inferior a 300 personas.
Rara forma la que tienen los tiempos de abrirse paso: con ese aire áspero de las cosas que siendo las mismas, se han vaciado del espíritu original. En el preámbulo que escribió Sainz de Robles en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, se dice ya en 1870 existía El Comercial, ese lugar cuya planta baja acristalada y su planta superior, miran por igual a la Glorieta de Bilbao. Quien se sentó en alguna de sus mesas tomó parte de la historia de una ciudad que será otra.
Por sus mesas han pasado los hermanos Machado, Jardiel Poncela, Los Paso, Rafael Sánchez Ferlosio, Ignacio Aldeola, los periodistas Cortes Cavanillas, Jaime Capmany, Mingote, Evaristo Acevedo, Rafael Azcona Fragoso del Toro, también artistas como Celia Gamez, Fernando Reym Zori, Santos y Codeso, Antonio Casal, músicos como Muñoz Roman, Sorozabal, Luna, Alonso, Bernahola y hasta toreros como Márquez o Mazantini.
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