Junto a la sempiterna lluvía, la otra constante de la Semana Santa (con permiso de las torrijas) son las procesiones y celebraciones, que en diferentes lugares de España, conmemoran la muerte y resurrección de Jesucristo. Les invitamos a un viaje por lo mejor de nuestras "Semanas Santas":
En Sevilla mirarán estos días de reojo al cielo, y no es para menos: Desde el siglo XVI alrededor de 50.000 sevillanos se visten de nazaremos para desfilar en las 58 procesiones programadas. Desde el pasado domingo y durante toda la semana está habiendo procesiones, día y noche. Cada cofradía tiene su propia iglesia y recorrido, aunque todas deben de pasar por lo que se conoce como la "carrera oficial". Es decir, la que empieza en la calle Campana y concluye con la salida de la hermandad por la Catedral. El momento más importante es la famosa "madrugá" del Viernes Santo al Sábado, en esa noche procesionan imágenes tan populares y queridas como el Jesús del Gran Poder, La Macarena, la Esperanza de Triana o el Cristo de los Gitanos. La calle sevillana se llena de gente, mientras de vez en cuando desde los balcones se oyen saetas dedicadas a las diferentes imágenes.
Chopin en Málaga
La vecina ciudad de Málaga también vive estos días una especial agitación: Ya este miércoles han procesionado pasos tan relevantes como el cortejo de las Cofradías Fusionadas, y ha tenido lugar el tradicional acto de liberación de un preso por parte de la imagen de Jesús el Rico, que tiene lugar en las inmediaciones de la Plaza de la Aduana. El día grande en esta localidad es el Jueves Santo, en la que destaca con luz propia el paso de la Congregación de Mena, a quien acompañan los soldados de la Legión y la Armada. La "madrugá" malagueña llega a su culmen con el cruce a medianoche de los pasos de las cofradías de la Esperanza con la del Cristo de la Buena Muerte. La noche del viernes el cortejo del Santo Sepulcro, que recorre sus principales vías, acompaña la muerte de Cristo con Chopin. El Domingo de Resurrección culmina la semana con la procesión del Resucitado en el que participan los nazarenos de todas las hermandades.
Semana Santa en Castilla y León
Iniciamos nuestra excursión castellanoleonesa en León, en la que la tradición se remonta al siglo XVI: Durante 10 días las 16 hermandades de la ciudad organizan una treintena de procesiones, además de rondas líricas, conciertos y pregones. Los actos llegan a acoger hasta 16.000 cofrades. El Jueves Santo tiene momentos importantes como las procesiones del Santo Cristo de las Injurias- en la que se representan diferentes escenas de la Pasión de Jesús- y la Procesión de los Pasos, cuyos cofrades anuncian con campanas y otros instrumentos la salida del cortejo durante la noche del jueves al viernes. La Semana Santa leonesa culmina el Domingo con la Procesión del Encuentro, en la que tiene lugar la cita entre los pasos de la Resurrección y las Tres Marías en el Pórtico de la Catedral.
En Zamora, de cuya Semana Santa hay vestigios documentales del siglo XIII, cuenta con pasos tan conocidos como el Cristo de las Injurias que ha desfilado este miércoles. El Jueves Santo por la noche procesiona la Hermandad de Jesús Yacente encabezada por un Cristo que data del siglo XVVII y durante la que entonan el Miserere. El Viernes tienen lugar la procesión de La Congregación, con momentos tan relevantes para los zamoranos como la salida de la imagen del Camino del Calvario o la reverencia que el resto de los pasos realizan a la Virgen de la Soledad en la avenida de las Tres Cruces.
Otras 'Semanas Santas'
Los pasos procesionales, el olor a cera, el desfile de hermanos y cofrades embutidos en sus vestidos ceremoniales es común a casi todos los rincones de España: También en Madrid, donde los principales pasos salen a partir del Jueves Santo. Cabe destacar las procesiones de Jesús Nazareno "El Pobre" y María Santísima del Dulce cuya talla de Cristo data de finales del siglo XVIII. Otros pasos importantes son el del Divino Cautivo, que es singular por ser la única que sale dos veces en procesión el jueves y viernes, y las procesiones de Jesús de Medinaceli o la del Santísimo Cristo de los Alabarderos, en la que desde 1753 participan miembros de la Guardia Real.
Tamborrada
La localidad albaceteña de Hellín tiene un modo singular de expresar su devoción, a través del sonido de hasta 20.00 tambores: La mayor tamborrada tiene lugar en la medianoche del Jueves Santo, lo que contrasta con el silencio que invade a este pueblo durante la noche del Viernes en la procesión del Santo Entierro, en la que desfila la imagen del Cristo Yacente. Esta escultura fue realizada por Mariano Benlliure y está considerada una obra cumbre de la escultura del siglo XX. El sonido de los tambores vuelve durante la noche del sabado hasta el domingo por la tarde, en la que se pone fin con una suelta final de palomas.
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