Un torbellino musical. Quizá esta sea la mejor definición que se le puede otorgar a Maika Makovski y su espectacular actuación en el renovado Teatro Eslava. Ella y su grupo se encargaron de inaugurar por todo lo alto un ciclo de conciertos en el que estarán Burning, Nena Daconte o Paul Alone durante las próximas semanas y también de dar lustre a una sala con mucha historia.
Una actuación en la que Maika Makovski desde el inicio quiso dejar varias cosas claras: que su voz es una de las más interesantes y personales de la industria musical española y que su grupo es capaz de inspirarse de múltiples géneros sin desentonar en ninguna ocasión. Esto quizá también genera un problema de cara al público: al poseer un abanico tan grande, es posible amar algunas canciones del grupo y detestar otras.
Lo mejor de asistir a un concierto de Maika Makovski es la capacidad que tiene el grupo para transmitir que estás en varios conciertos a la vez: son capaces de emocionar con una balada oscura al más puto estilo Nick Cave o de sacarte a bailar con un sonido de guitarras que recuerda, con cierta distancia, al estilo que hizo triunfar a Queen. Incluso se atreven a soltar los instrumentos para utilizar únicamente la voz.
Pero lo que más transmite la banda es energía. Tanto Maika Makovski como los músicos son capaces de hacer vibrar al público con un sonido potente y una vitalidad que inspira al respetable. Aunque lo que más sorprende es que dependiendo del estilo, la formación del grupo cambia: la batería pasa a percusionista y de ahí al piano. El bajista, en las canciones más rápidas, pasa a la batería. Y Maika, aunque es la vocalista, toca la guitarra y el teclado. Es decir, que los músicos del grupo son tan talentosos que pueden tocar varios instrumentos a un nivel altísimo, además de tener capacidad para alternar sus papeles para brillar más en función del estilo.
Si a la coctelera le sumamos que tienen ‘rollazo’, el éxito está asegurado. Su puesta en escena y su forma de vestir ya consigue que claves tus ojos sobre el escenario y no dejes de hacerlo hasta el final de la actuación. Todo el conjunto gusta, sorprende y, sobre todo, embelesa. En este concierto, la banda estuvo fantásticamente apoyada por un Teatro Eslava cuya acústica es sobresaliente: desde las voces hasta las percusiones se escuchaban con nitidez y a un volumen ideal. Tras visitar otras salas de la capital, de verdad: qué gusto da escuchar un concierto en la antigua 'Joy'.
Como invitado sorpresa, Asier Etxeandia. El actor y líder de la banda ‘Mastodonte’ salió al escenario para cantar junto a Maika Makovski el tema Love You Till I Die, un tema con el que él tiene una historia interesante: la americana que la vocalista luce en el videoclip es la misma que él llevaba sobre las tablas del Teatro Eslava. Se la cedió para darle suerte durante la canción y después, sedujeron al público con la combinación de sus voces.
Maika Makovski cerró con I live in a boat, quizá la canción más enérgica del setlist y un tema ideal para cerrar una actuación que, en mi caso, ha servido para que a partir de ahora quiera seguirles de cerca. Desde Vozpópuli te recomendamos hacer lo mismo: están de fin de gira, por lo que sería recomendable que busques próximas fechas y te dejes sorprender por una banda distinta.
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