Dice Chema Alonso, el director de datos de Telefónica, que la gran mayoría de las personas desconoce exactamente qué es un hacker, porque ignora la pasión que los mueve para llevar a cabo cosas que no están hechas aún. ¿Qué los empuja a emprender asuntos inexplorados? Pues justo eso: la necesidad vital de buscar nuevos límites que se puedan sobrepasar con la tecnología.
"Encontrar algo divertido, impactante, curioso o distinto que hacer es nuestra gran pasión. Y en esto nos pasamos todos los días. Pensando en nuevas ideas y nuevos proyectos en los que meternos. Ya sea poner un sistema de almacenamiento en Internet a un equipo Macintosh de los años ochenta —como hicimos—, o buscar una forma de saltarnos una protección de un programa porque sabemos que está mal", sostiene esta semana en su blog en la revista literaria Zenda.
Lector avezado de los clásicos, Chema Alonso decidió dar un un paso al frente con el Proyecto Maquet. El nombre que eligió alude al apellido de Auguste Maquet, colaborador y ayudante de Alejandro Dumas. El enunciado del proyecto en sí mismo casi nos propone el argumento de un libro de Asimov: ¿Cómo por medio de una IA un escritor puede copiar, reproducir, o suplantar el estilo de otro autor? ¿Se puede entrenar a una máquina para que escriba, por ejemplo, como Arturo Pérez-Reverte?
¿Cómo por medio de una IA un escritor puede copiar, reproducir, o suplantar el estilo de otro autor?
Chema Alonso comenzó a barruntar esta idea en septiembre de 2020. Entonces ya Telefónica y la RAE trabajaban a fondo en el Proyecto Lengua Española e Inteligencia Artificial (LEIA), que tiene por objeto la defensa, proyección y buen uso de la lengua española en el universo digital y, especialmente, en el ámbito de la inteligencia artificial. ¿Si se puede enseñar a hablar a las máquinas, por qué no enseñarlas a escribir?, se preguntó Chema Alonso. Así que llamó a Arturo Pérez-Reverte y le pidió autorización para llevar a cabo el experimento de entrenar la Inteligencia Artificial para hacer un pasaje en forma de mini-relato dentro del universo del Capitán Alatriste, una de las obras más conocidas del escritor, y de la que Alonso es un avezado lector.
"¡Adelante, chaval!", le contestó el académico y escritor. Entonces Alonso y su equipo de Ideas Locas comenzaron a trabajar. Utilizando los servicios de Google Cloud, entrenaron una Inteligencia Artificial con los textos de El Capitán Alatriste, escribieron un pasaje con Iñigo Balboa y el espadachín Malatesta que intentaba copiar el estilo del propio Arturo Pérez-Reverte, y lo sometieron al filtro de esa IA, que lo 'revertizó', a partir de un sistema de palabras volcadas previamente por el equipo en una herramienta creada especialmente para tal fin.
El debate
El paisaje que resultante fue titulado La noche de los cuchillos. La iniciativa propone una serie de oportunidades, pero también algunas paradojas, y no pocas. De que se puede enseñar a una máquina a copiar se puede, pero ¿qué aporta y qué dilema supone, si es que existe alguno? máquina no crea de la nada, aprende de manera muy avanzada, y es capaz de hacer una imitación muy avanzada. Lo mismo ocurre con los humanos cuando imitan una voz.Sin embargo, ¿puede cambiar la manera de escribir? ¿Serviría este tipo de iniciativas para identificar, por ejemplo, a quien pertenece el Quijote de Avellaneda?
Los detalles de este proyecto los darán a conocer Chema Alonso y Arturo Pérez-Reverte e miércoles 3 de febrero durante el Encuentro Zenda Libros que celebrarán en la Fundación Telefónica, y que se retransmitirá por Internet en este link. También los acompañará Salvador Larroca, quien realizó unos grabados que acompañarán la publicación final del trabajo, e Isaac Hernández, responsable Google Cloud Iberia.