Cuando uno busca en Google las palabras Margot Robbie, la pantalla se vuelve de color rosa y emergen estrellas del mismo color. Barbie es el mayor éxito de la taquilla de esta temporada y ha llegado a los cines tras una de las campañas de marketing más potentes que se recuerdan, lo que ha podido echar para atrás a muchos que desconfían del verdadero fondo de esta película, que incluso ha impulsado la cotización de Mattel en bolsa.
Sin embargo, ni esto, ni siquiera las hordas de personas que acuden vestidas de color chicle a las salas de cine pueden despistar, porque se trata de una de las películas más divertidas de los últimos tiempos, tanto si uno encuentra en ella una vuelta de tuerca al feminismo como si sigue viendo en esta cinta una forma de redimir a la muñeca que contribuyó en el pasado a la cosificación de la mujer.
Hay algo en lo que todos coinciden: sus protagonistas, Margot Robbie (Babylon), también productora del filme, y Ryan Gosling (La la land), merecen todos los elogios y premios y rivalizan si uno tiene que elegir cuál de estas actuaciones es la más memorable de la película. En cualquier caso, Barbie ha servido también para poner el foco en la actriz australiana, a la que muchos ya consideran la mejor actriz de su generación y uno de los nombres que merece tener espacio en las nominaciones a la próxima edición de los premios Oscar, según esta redactora de Vozpópuli.
Ella es, para muchos, la Marilyn Monroe de esta época, con una belleza casi perfecta que no tiene competidora y hay quien bromea con el hecho de que precisamente su aspecto tan idílico como atemporal pueda convertirse en un obstáculo para recibir los galardones para los que a estas alturas de su carrera ha cumplido suficientes méritos. Incluso en la película Barbie hacen una broma cuando su personaje dice: "No soy bonita como Barbie estereotípica". En este momento, aparece una nota en la pantalla: "Margot no es la indicada para actuar esto si quieren ser convincentes".
La carrera de Margot Robbie (Dolby, Australia, 1990) arrancó en varias series de televisión en su país natal cuando la actriz tenía 18 años y poco después se mudó a Estados Unidos. Tras actuar en la serie Pan Am (2011), cancelada tras una primera temporada, y en la película británica About time (2013), su gran oportunidad llegó con El lobo de Wall Street (2013), de Martin Scorsese, película que impulsó su carrera definitivamente.
Martin Scorsese señaló que Margot Robbie evoca la belleza y el sentido del humor de Carole Lombard y la atracción de Joan Crawford al entrar en el encuadre
En ella, interpreta a Naomi Lapaglia, la esposa de Jordan Belfort, uno de los mayores estafadores de Estados Unidos a quien dio vida Leonardo DiCaprio. A pesar de suponer su salto definitivo a la primera división del cine, a finales del pasado año, la actriz reconoció en declaraciones a Vanity Fair que aquella fama repentina le hizo replantearse dejar el cine, aunque cuando se lo dijo a su madre ella le hizo ver que en realidad ya era demasiado tarde.
Los ojos de medio mundo se fijaron en aquella actriz que, como señaló Scorsese y recoge este medio estadounidense, evoca a dos grandes leyendas del cine: Carole Lombard, por ser "vivaz", "sorprendentemente hermosa" y contar con un "gran sentido del humor"; y Joan Crawford, por su conexión "a la tierra" y atraer la "atención" del espectador al entrar en el "encuadre". Así la describió el cineasta cuando la revista Time la eligió una de ‘Las 100 personas más influyentes del mundo’.
Margot Robbie y el Oscar
Tras el éxito que supuso la película de Scorsese, Margot Robbie participó en el drama romántico ambientado en la Segunda Guerra Mundial Suite francesa (2014), a la que siguieron La gran apuesta (2015), Focus (2015), Z for Zacharian (2015) o la entrega de DC Escuadrón suicida (2016), en la que interpreta a Harley Quinn, entre otras. Después, llegó uno de los momentos más importantes de su carrera: Yo Tonya (2017), el biopic sobre la patinadora Tonya Harding y el escándalo deportivo en el que estuvo involucrada, que le otorgó su primera nominación al Oscar.
Su actuación en 'Yo Tonya' hizo que se diera cuenta de su potencial como actriz y tuvo entonces la suficiente confianza como para escribir a Quentin Tarantino, con quien deseaba trabajar
Finalmente, la actriz y productora no se hizo con la estatuilla, que finalmente ganó Frances McDormand por Tres anuncios en las afueras, pero su actuación en Yo Tonya hizo que se diera cuenta de su potencial como actriz, y tuvo entonces la suficiente confianza como para escribir a Quentin Tarantino, con quien deseaba trabajar. Así, dos años después llegó a los cines encarnada en la figura de Sharon Tate en la ucronía del director Érase una vez en... Hollywood (2019).
De nuevo Harley Quinn en dos nuevas entregas de DC, un papel frenético y desbordante en la excesiva y barroca Babylon (2022), de Damien Chazelle, una excelente actuación en Amsterdam (2022), muy por encima del resultado final de la película de David O. Russell, y una aparición deslumbrante en la nueva de Wes Anderson, Asteroid City, fueron el anticipo de su gran papel en Barbie, que a todas luces debería acercarle de nuevo a los Oscar.
En todas esta películas, Robbie demuestra una capacidad sobresaliente para viajar de la risa al llanto (una de las escenas de la actriz a la que da vida en la cinta de Chazelle, o su imagen frente al espejo en Yo, Tonya, entre los ejemplos). En todos estos títulos y a sus 33 años, la actriz ha demostrado lo que algunos prueban en toda su trayectoria profesional. Solo hay que recordar lo que hace unos años anunció Scorsese: "Margot es deslumbrante en todo lo que es y en todo lo que hace, y nos asombrará para siempre".
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación