Tras la polémica por la retirada de los nombres de Max Aub y Fernando Arrabal de las salas que forman parte de las naves del Matadero Madrid, la edil de Cultura y Deportes, Celia Mayer, ha presentado este martes la programación de las naves 10, 11 y 12 del complejo cultural madrileño. Lo ha junto a uno de los directores del espacio, Mateo Feijóo.
Durante su comparecencia este martes, Mayer indicó que lo ocurrido con las salas de Aub y Arrabal fue producto “de un malentendido”. Claro. Un error, algo que suele ocurrir en todos los proyectos en los que participa la edil: desde los titiriteros callejeros hasta los errores la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica , yque le valieron a Mayer la retirada de las competencias en la materia.
Sobre el tema específico de los nombres de las salas, Celia Mayer ha asegurado que ha habido una confusión entre denominaciones oficiales y extraoficiales, entre las naves y las salas. “Una concejal no está para quitar los carteles de las salas”, dijo. Al margen de ese debate, surgió otro: un énfasis en la interdisciplinariedad que empobrece la programación escénica de Matadero.
El desconcierto recorre el sector a raíz de la decisión del Ayuntamiento de separar el Matadero y el Teatro Español -antes actuaban como unidad-. El macrocomplejo cultural comienza a sufrir tropiezos y mañas decisiones administrativas. Por ejemplo, la sala Max Aub (de 2.500 metros cuadrados) lleva casi un mes sin actividades. A lo que se suma el incierto futuro del festival Fringe.
El arbitrario cese en 2016 de Juan Carlos Pérez de la Fuente, el director responsable tanto del Teatro Español como sus Naves en Matadero, ha agravado la circunstancias. Y aunque el ex director dejó una programación prevista y cerrada, ésta no ha sido considerada.
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