Este domingo el dramaturgo y doctor en Filosofía Juan Mayorga (Madrid, 1965) ha tomado posesión de su plaza (silla M) en la Real Academia Española (RAE) con el discurso titulado Silencio. "El silencio nos es necesario para un acto fundamental de humanidad: escuchar las palabras de otros. También para decir las propias", manifestó el académico en un discurso en el que reivindicó el poder del teatro.
Juan Mayorga fue elegido el 12 de abril de 2018 para ocupar la vacante dejada por el académico Carlos Bousoño Prieto, fallecido el 24 de octubre de 2015. El escritor ha recordado al inicio de su intervención a su predecesor, al que ha descrito como «un poeta, un lector de poetas, un teórico de la poesía y un docente». Sobre su legado artístico, Mayorga ha expresado que «la poesía de Bousoño es pensamiento cantado. Su meditación sobre sí, sobre el ser humano, sobre el mundo, sobre la poesía misma, está encendida por la conciencia de la muerte, pero también por la alegría de existir».
A Mayorga le incumbe la realidad y ha dado pruebas de ello. En 2003, hizo una sátira de la boda de la hija de José María Aznar, justo en los años en que la foto de las Azores daba la vuelta al mundo y poco o nada se sabía de La Gurtel. Aquella pieza se llamó Alejandro y Ana: lo que España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente. Pero no sólo eso. Mayorga resucitó a una Santa Teresa en un cara a cara con su inquisidor; dio voz y cólera a Copito de nieve –sí, el mono del zoo de Barcelona-, hizo filosofar a cuatro perros y trajo de vuelta a Harriet, la tortuga de Charles Darwin.
En su discurso, Mayorga insistió en resaltar el peso del teatro. Explicó que silencio en el teatro es «la más conflictiva de sus palabras» ya que puede «enfrentarse a todas las demás. Sucede que en el teatro, arte de la palabra pronunciada, el silencio se pronuncia […], puede pensarse y su historia relatarse atendiendo al combate entre la voz y su silencio. Sucede que en el escenario basta que un personaje exija silencio para que surja lo teatral; basta que, al entrar un personaje en escena, otro enmudezca; basta que uno, requerido a decir, se obstine en callar. Si el silencio es parte de la lengua, lo es, y determinante, del lenguaje teatral».
Doctor en Filosofía y matemático, Mayorga es uno de los dramaturgos españoles más prolíficos y premiados. Ha sido distinguido con los premios Nacional de Teatro (2007), Valle-Inclán(2009), Ceres (2013), La Barraca (2013), Nacional de Literatura Dramática(2013) así como varios Max al mejor autor (2006, 2008 y 2009) y a la mejor adaptación (2008 y 2013). Su teatro ha sido representado en 31 países y sus obras traducidas a 22 idiomas, además de haber participado en la adaptación de clásicos como Shakespeare, Calderón, Eurípides, Valle-Inclán, Dostoievski, Ibsen o Dürrematt.
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