Este año, la gala de los Premios Globo de Oro destacó por su tibieza y "notable aburrimiento", según aseguró la prensa. Sólo Meryl Streep consiguió derrumbar ese aire intrascendente que tuvo la ceremonia, especialmente en un momento político como el que atraviesa EE UU.
"Todos los que estamos en esta sala pertenecemos a dos de los sectores más vilipendiados, extranjeros y prensa", comenzó con energía la actriz, quien recibió el premio honorífico Cecil B. DeMille a toda su carrera. La protagonista de Memorias de África (1985) pronunció estas palabras en un discurso marcado de principio a fin por la crítica a Donald Trump y que causó furor en las redes sociales.
Streep ensalzó el cosmopolitismo del cine, repasando rápidamente a algunos actores nacidos fuera de EE.UU., y agregó que "Hollywood está lleno de extranjeros, de forasteros". E incluso fue bastante más allá: "El único trabajo de un actor es sacar a la luz la vida de personas diferentes (...) Si expulsan a los extranjeros solo veremos fútbol y artes marciales", aseguró la intérprete, que añadió que "la falta de respeto provoca más falta de respeto y la violencia invita a la violencia".
Streep también abogó por la necesidad de un periodismo fuerte e independiente: "Necesitamos que la prensa defienda y saque a la luz todas las historias, que hagan que los poderosos respondan de sus actos. Todos tenemos que apoyar a nuestros periodistas porque los vamos a necesitar".
Otras palabras de reivindicación
Claire Foy (mejor actriz de serie dramática por The Crown) abogó porque las mujeres estén "en el centro del mundo", mientras que la productora de El pueblo contra O.J. Simpson (mejor miniserie), Nina Jacobson, lamentó que los temas de la serie sean tan "dolorosamente relevantes" en 2016.
El más ácido de la noche fue sin duda Hugh Laurie (mejor actor de reparto por El infiltrado), que dijo que estos quizá serían los últimos Globos de Oro porque la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, que organiza los premios, contiene en su nombre las palabras "Hollywood", "prensa" y "extranjero", una irónica alusión del actor a los polémicos mensajes de Trump.
Por último, el mexicano Diego Luna puso el único acento hispano a la gala, en la que ningún nominado latino resultó vencedor, al presentar el premio al mejor guión diciendo un par de frases en español.
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