El historiador español Fernando García de Cortázar, premio Nacional de Historia en 2008, ha fallecido a los 79 años de edad en un hospital de Madrid, donde permanecía ingresado desde hace tres días, a causa de una repentina enfermedad.
Cortázar, bilbaíno de nacimiento, ha escrito 70 libros a lo largo de su carrera y ha sido uno de los autores más vendidos dentro de su especilidad. Entre sus títulos más conocidos, destaca Breve historia de España (éxito de ventas en 1993), Tu rostro con la marea y Alguien heló tus labios. Con su obra Historia de España desde el arte, se llevó el Premio Nacional de Historia en 2008.
Además, ha sido catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Deusto, director de la Fundación Vocento y sacerdote jesuita. Ha dedicado su vida entera a la investigación histórica, pasión heredada de su maestro Miguel Artola, también historiador y fallecido hace dos años.
'Breve Historia de España'
Cortázar consiguió llegar al gran público con Breve Historia de España, publicada por primera vez en 1993 junto a José Manuel González Vesga. La obra se conviritó en un best seller que ha sido revisada y reeditada a lo largo de estas tres décadas, convirtiéndose en un libro de referencia para varias generaciones.
"La historia debe cumplir una misión esencial: iluminar el pasado, sustituir los mitos, leyendas y falsedades por conocimiento verdadero. El problema que tiene España es que hay demasiados intereses creados en torno a potenciar una versión determinada de nuestro pasado", explicaba en la última entrevista concedida a Vozpópuli el pasado mes de diciembre.
Mi patria no se reduce a un himno o a una bandera
Patriotismo cultural
Durante los últimos años abogó por el concepto de patriotismo cultural con el que pretedía cimentar una adhesión sentimental a la nación mediante la historia y el rico pasado artístico y literario español. Según el historiador esta herencia cultural "confirma la existencia de una personalidad más allá de cualquier esfuerzo político por impugnarla, más allá de toda indolencia cívica para preservarla".
"Mi patria no se reduce a un himno o a una bandera. Es la infancia y la tierra donde vi la luz, donde vivieron mis antepasados y se forjaron mis primeros sueños. Pero también es un puente romano o el esbelto campanario de una iglesia románica, una película que nos cuenta cómo éramos, las piezas para piano de Albéniz o un cuadro de Goya. Y por supuesto, las palabras, los libros, de quienes inyectaron torrentes de genio y de fantasía a una lengua que hablan seiscientos millones de personas en el mundo", declaró Cortázar.
Hacer público el mensaje religioso
El pasado 19 de mayo de 2021 recogía el Premio Bravo 2020, que concede la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales (CECS) por la labor con la que "lleva a diversas tribunas de la prensa su mirada penetrante de la historia de España, rescatándola de reducciones" y porque "sus artículos plantean la aportación sustancial de la tradición cristiana y entran en un debate serio y ponderado sobre el lugar del hecho cristiano en nuestra cultura actual".
Al recogerlo, expresó su deseo de "hacer público el mensaje religioso, especialmente en estos momentos, en los que tenemos que hablar no solo a los que comparten la misma fe que nosotros, sino también a aquellos que podríamos llamar cristianos culturales, que ven en la religión y en el cristianismo un hecho del que esperan que ayude a mantener unos principios y convicciones que necesita este mundo".
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