Cultura

Johnny Cash: el Hombre de Negro sigue muy vivo

The Man in Black, el auténtico Hombre de Negro de la música popular del sigo XX, uno de los más grandes talentos que ha dado la cultura americana y todo aquello que rodea la música country y el primitivo rock and roll. Cuando en 1957 debutó en el mítico programa Grand Old Opry completamente vestido de negro, contrastando con la flamante indumentaria colorista y hortera de sus compañeros de sesión, Johnny Cash obtuvo el apelativo que le acompañaría el resto de su carrera.

Una carrera que parece no tener fin. A principios de 2014, Columbia Legacy publicará Out among the stars, una especie de disco perdido del maestro fallecido el 12 de septiembre de 2003 a los 71 años. El disco incluirá una serie de sesiones grabadas entre 1981 y 1984 en estudios de Nashville y Los Ángeles, con canciones propias y duetos con su mujer June Carter y su viejo amigo, colaborador y compañero de correrías Waylon Jennigs. La restauración de las cintas ha sido dirigida por su hijo John Carter Cash y el archivista Steve Berkowitz, además de otros músicos y colaboradores, y demuestra que el legado oculto de esta auténtica leyenda de la cultura popular de los tiempos modernos puede aún deparar multitud de sorpresas.

No son pocos los que sospechan que las grabaciones que hiciera junto al productor Rick Rubin en los llamados American Recordings no han quedado finiquitadas en los seis maravillosos discos que hasta ahora se han publicado. Un Rubin que acogió a un comercialmente alicaído Cash en 1993, dándole una nueva y espléndida vigencia y acercándole, más aún de lo que ya pudiera estar, a las generaciones que mantienen viva la llama del rock, principalmente basado en las raíces americanas.

La obra de un gigante

Porque Johnny Cash no es otra cosa, un músico que supo traspasar las fronteras estilísticas que definían el country, el folk y el primitivo rock and roll. Dotado de una portentosa voz de barítono, una impactante destreza con la guitarra y un magnetismo personal incuestionable, su nivel compositivo está fuera de toda duda. Canciones eternas como Cry Cry Cry, Folsom Prison Blues, Hey Porter, Man in Black, I walk the line, Ballad of a teenage queen o Ring of fire, por citar unas simples muestras entre cientos de posibilidades, lo demuestran. Cash fue pionero en Sun Records a mediados de los 50, alcanzó cotas nunca antes soñadas en las listas no sólo de country, sino extendiendo sus tentáculos al pop y el rock, cayó en numerosas adicciones autodestructivas durante los años 60, se casó en segundas nupcias con June Carter, que le ayudó a salir del hoyo. Ha actuado en películas y grabado con lo más selecto de la música popular, de Bob Dylan a Waylon Jennings, de Carl Perkins a Jerry Lee Lewis, de Willie Nelson a Kris Kristofferson…

Y sólo hay una cosa clara: es imposible resumir en unas pocas palabras la obra de un gigante. Pero su música es eterna y está a disposición de quienes ya la conocen o de quienes tiene el envidiable camino aún por recorrer.

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