‘Han llovido 15 años’ era una frase que aparecía en la canción Hoy la vi, compuesta por el que fuera líder de Los Secretos. Fue incluida en aquel disco homenaje que se publicó apenas meses después de su fallecimiento en 1999 y 15 años serán los que se cumplan desde entonces el próximo día 17 de noviembre. Así que bajo ese genérico nombre se publicará un nuevo disco tributo. Además se ofrecerá un concierto de presentación del mismo y de homenaje a Enrique Urquijo el día 15 de noviembre en la madrileña sala Galileo Galilei, cuya recaudación irá destinada a dos ONGs por expreso deseo de la familia.
Y es que habrán llovido 15 años, pero muchos músicos que compartieron los escenarios y las carreteras de España junto a Enrique Urquijo y sus bandas, Tos, Los Secretos y Los Problemas, no lo olvidan. Así, su hermano Álvaro -hoy al frente de Los Secretos-, Johnny Cifuentes -el eterno líder de Burning-, José María Granados -cantante de sus coetáneos Mamá-, o Juanma Elegante -guitarrista de otra banda fundamental en los albores musicales de los años 80 en Madrid, Los Elegantes-, participan recordando al amigo ausente. Pero gente más joven que a lo largo de los años ha ido creciendo musicalmente acompañada de sus acordes, como Txetxu Altube, Leiva, César Pop, Andrés Suarez o Rebeca Jiménez, tampoco han querido perdérselo.
En el corazón de la explosión pop de los 80
La importancia de Enrique Urquijo en el panorama musical español no viene dada sólo por los éxitos comerciales de Los Secretos, sino por un cuerpo de canciones de una personalidad y calidad, tanto melódica como lírica, difícilmente rebatible, y por una trayectoria vital compleja que le llevó a caer en las adicciones que precipitaron su final. 19 años antes de su muerte, tuvo lugar el concierto homenaje a Canito en la madrileña Escuela de Caminos, que es popularmente considerado el pistoletazo de visibilidad de lo que posteriormente se dio en llamar La Movida. Canito había sido el batería de Tos, grupo montado junto a los hermanos Urquijo y falleció en un accidente de tráfico.
Renacida la banda bajo el nombre de Los Secretos, el pop de tradición clásica y estribillos poderosos de canciones como Déjame (que realmente no se convertiría en el himno que es hasta algunos años después) o Sobre un vidrio mojado (versión de una canción de un grupo uruguayo de los 60) hizo de ellos uno de los primeros éxitos comerciales de la nueva hornada de jóvenes que habían aparecido subidos a un escenario en cualquier garito de cualquier ciudad durante aquel primer lustro de los 80. Pero tras su tercer disco, otra vez la muerte de su batería y problemas internos, así como un recibimiento comercial y de crítica bastante frío, les hacen estar a punto de tirar la toalla.
Pero la banda, con Enrique y su hermano Álvaro al frente, resurgió dando mayor cabida y presencia a la música de raíz americana, y lo hicieron con dos discos míticos, El Primer Cruce en 1986 y Continuará, un año después, que supusieron el inicio de su etapa de madurez y la definitiva explosión de Enrique Urquijo como uno de los más emocionales compositores españoles. Explosión que tendría corolario particular en los dos discos que grabó a su propio nombre acompañado de Los Problemas.
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