La palabra 'reparto' se refiere a los barrios más pobres de Cuba, donde los jóvenes sin muchas opciones de futuro pululan en chancletas y pantalones cortos. Por lo tanto esta etiqueta, 'música repartera', nace con la misma lógica que nuestra ‘poligonera’, que designa a los chavales españoles de clase trabajadora que salían a escuchar techno en los polígonos de los años noventa, en vez de divertirse en los caros clubes del centro de las ciudades, muy por encima de sus presupuesto. El término ‘reparto’ se usa especialmente en Cuba y Yucatán, según ha podido saber Vozpópuli.
Hablamos de una escena ‘underground’, que funciona sin estructuras industriales. “El reparto es un género de contenido marginal y explícito, que no sale en la radio ni en la televisión, unos cuantos reparteros ya habían armado sus propios equipos de promoción: muchachos que regaban la música en la calle y les daba lo mismo cobrar o no”, explicaba en 2020 el periodista cubano Jesús Jank Curbelo. “Después, cuando la furia de los parques wifi, esta promo callejera llegó a Internet. Pero no murió nunca, porque Internet siempre ha sido carísimo”, explica. Una de las estrellas de este sonido es Chocolate MC, rapero y reguetonero cubano que acaba de cumplir los treinta, que acaba de publicar el primer volumen del álbum La república repartera.
Chocolate tuvo episodios de adicción, que le hicieron pasar "seis meses en la misma habitación que Maradona”
¿Quién es Chocolate? Es el nombre artístico de Yosvany Arismin Sierra Hernández, sobrino nieto de un arreglista de la Orquesta Aragón. Chocolate tuvo un problemático paso por el instituto, más pendiente de disfrutar de la música hedonista marginal que que de sacar buenas notas. Le deslumbró la estrella repartera Elvis Manuel, piedra de toque del género (al que antes se aludía como cubatón). “Entre 2007 y 2008, las rimas agresivas y contaminantes del fenómeno Elvis Manuel ensordecían las calles o festejos, sin que el joven recibiera promoción. La tuba o El ditú ambientaban solares y balcones con la fuerza de una sonoridad salvaje e incomparable. Elvis logró transformarse en una leyenda precoz tras un año de producción alternativa”, recuerda Héctor Antón en la revista El Estornudo. De manera trágica, a Elvis Manuel se lo tragó el agua en abril de 2018, como tantos balseros que trataron de escapar a Miami.
Con la que friega, con la que limpia
Chocolate tiene tatuado en el pecho el nombre “Elvis Manuel Martínez Nodarse”, con las fechas de nacimiento y muerte. Juntos habían compartido muchas tardes , “colocados” y fantaseando con el éxito. También, como es natural, lamentando la falta de atención a su música. Hablamos de un género que refleja los conflictos de los barrios marginados, por tanto incómodo para el poder, incluso para el comunista. Por ejemplo, ‘Choco’ recuerda haber vivido como su casa, en el barrio obrero de Los Sitios, fue tomada varias veces por la policía en redadas de drogas. “En esos momentos difíciles, siempre tuve a mi mamá como ejemplo para seguir adelante”, reconocía en el programa La Silla Caliente de TN3. En su nuevo disco, se incluye la segunda parte de “Arre con la que barre”, donde proclama estar “con la que limpia, con la que friega y con la que barre”.
A pesar del referente materno, Chocolate tuvo episodios de adicción a las drogas, que le hicieron terminar en el centro de La Mazorra, “seis meses en la misma habitación que Maradona”. En otra canción, “Me conoces”, recita que “pueden decir que fumé, sí/ que yo me drogué/ pero no se dice por los problemas que yo pasé”. A pesar de todas las dificultades, nadie puede negar que los grandes himnos del ‘rey de los repearteros’ forman parte ya de la historia de la música popular cubana del siglo XXI, entre ellos “Bajanda”, "Mi palón divino" y “A veces”, que alcanzan sin problema entre diez y quince millones de reproducciones en las redes sociales y que le han convertido en estrella asentada en Miami, pero siempre atenta a la vida musical de la isla.
La insurrección que viene
Chocolate intentó por todos los medios integrarse en la estructura cubana de grabaciones de música popular. Recibió negativa tras negativa, sin mucha explicación, hasta que un alto burócrata reconoció que le impedían grabar por que consideraban que su música tenía “principios contrarrevolucionarios”. Desde entonces, se ha ido intensificando su posición anticastrista. Piensa que las poblaciones afrodescendientes de la isla terminarán por rebelarse contra las élites militares de la isla: “Recuerden que los cubanos tienen sangre mambisa y un día se les van a revirar. Los mambises no creían en las balas de los españoles”, dijo en una entrevista con el periodista Enrique Santos .
La estigmatización que sufre el 'reparto’ desde 2018 tiene que ver con múltiples factores, desde su éxito omnipresente en la isla hasta la ruptura que supone respecto a tradiciones sonoras oficiales (quizá exagerada: no deja de ser música afrodescendiente y Chocolate realizó una versión de “El necio” de Silvio Rodríguez). La relaciones con el castrismo son hostiles y reveladoras, tal y como explica Héctor Antón: “La persecución al reguetón no es más que hipocresía colectiva. Ya sabemos de los vínculos gubernamentales entre tolerancia y corrupción, anonimato y fortuna, glamour y control. No es noticia que el turismo sexual garantiza los ingresos oficiales a costa de un género fogoso o vulgar como el reguetón. Y nos preguntamos: ¿qué diferencia hay entre una sociedad podrida y Chocolate MC, quien se considera ‘drogadicto, bandolero y enfermo’ en un gesto antropofágico?”. Se trata de una interrogación retórica.