El álbum se abre con la canción Separate ways, traducible como 'Caminos separados'. Tiene un ritmo sencillo, melancólico, con un punto torturado. El protagonista habla de la luz en los ojos de su amante, una luz que se ha ido pero que predice que volverá. También explica que hubo un divorcio pero que ya lo está superando, aunque suena más como alguien tratando de convencerse que realmente convencido. Menciona al hijo que ha tenido la pareja, cuando el placer de la vida les hacía que la familia fuese una sola persona. Kansas habla de esa ruptura como un mal sueño del que Young se ha despertado, pero las canciones son dolorosamente reales y fueron inspiradas por su historia de amor truncada con la actriz Carrie Snodgress. Las grabó del tirón entre 1974 y 1975, pero no las ha editado hasta ahora, debido a lo hecho polvo que le dejó aquel trance. Sintió que las letras eran “demasiado personales” para compartirlas.
En realidad, exageraba. El disco suena bastante plácido, a ratos incluso cariñoso, aunque prestando atención a algunas frases se reconoce el trauma de separarse de alguien con quien pensabas que ibas a compartir gran parte de tu vida. “No importa si tú eras la persona que esperaba/ lo sabremos antes de terminar”, profetiza. “El amor es una rosa, pero mejor no la arranques/ solo crece cuando está plantada”, recita en Love is a Rose, que acabaría siendo publicada en el disco Decade (1977). Snodgress no es una desconocida, sino una actriz de perfil medio que fue nominada al Oscar por la cinta Diary of a mad housewife (1970). Juntos tuvieron un pequeño llamado Zeke, que nació con parálisis cerebral debido a un aneurisma cerebral. Por supuesto, les cambió la vida para siempre.
Malas cartas
Snodgrees no tuvo mucha suerte en el amor, ya que después de romper con Young salió con el productor Jack Nietzsche, que fue condenado a tres años de cárcel por maltratarla. En su carrera destacan papeles en La ley de Murphy, El jinete pálido y una aparición sin acreditar en el clásico contracultural Easy Rider. Terminó su carrera en el teatro, triunfando en Broadway y grandes salas de Los Ángeles. La actriz lleva muerta 16 años, tras un fatal infarto de miocardio mientras esperaba un transplante de riñón, que siempre le había dado problemas. Tan solo tenía 58 años. La verdad es que la vida le jugó malas pasadas: rechazó el papel protagonista femenino en Rocky porque le pagaban más en una película sobre Buffalo Bill, que al final nunca llegó a realizarse.
La canción más inquietantees “Florida”, una especie de recitado sobre un manto de distorsión que termina en tragedia familar
Young ya le había dedicado varias canciones, entre ellas A man needs a maid, Motion picture y la preciosa Already one, donde retrata su ruptura. “¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo decir?/ Recorriendo la autopista de las sospechas/ No puedo olvidar, como el amor me decepcionó/ cuando nos vemos, todavía me afecta”, canta con máxima intensidad. Algunos de los versos de Homegrown capturan la amargura que sentía Young en pleno divorcio: “Vine a ti cuando necesitaba descanso/ entonces pusiste mi amor a prueba/ vi algunas cosas que nunca hubiera adivinado/ he estado abajo pero me recuperaré”, comparte.
La canción más inquietante, sin duda, es Florida. Para empezar porque no es una canción, sino una especie de recitado sobre un manto de distorsión. Habla del estado sureño en los años 50 y de cómo en el centro de una ciudad la gente celebra algo con aviones planeadores, uno de los cuales termina impactando a una pareja y matando a su hijo. No es extraño que Young se identificase con la historia. El disco avanza dulce y apacible si no te fijas en las amargura de algunas letras. Nos recuerda la grandeza de los discos acústicos de Young en los años setenta, la década en la que se hizo un artista reconocido y respetado globalmente. En los créditos, encontramos artistas de primera a los que conoce a fondo, caso de Robbie Robertson de The Band y de la gran cantante country Emmylou Harris. Son siete canciones inéditas y cinco conocidas cambiadas de registro. “Este álbum demuestra que las más duras circunstancias pueden llegar ha inspira algo bello y duradero”, explica Angie Martoccio en su reseña para Rolling Stone. Seguramente quienes lo escuchen van a estar de acuerdo con la frase.
https://youtube.com/watch?v=lUEyht1eg_0
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