Cultura

La M.O.D.A.: "Necesitamos volver a sentirnos vivos"

Tras un parón de más de un año, La Maravillosa Orquesta del Alcohol publica este viernes su cuarto álbum titulado 'Ninguna ola'

La banda burgalesa La M.O.D.A. —acrónimo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol— estrena este viernes 'Ninguna ola', su cuarto álbum de estudio en el que han estado trabajando desde 2018. Su cantante, David Ruiz, cuenta los detalles del nuevo álbum en esta entrevista con Vozpópuli.

P. Vuestro último concierto fue el 23 de noviembre del año pasado. Ahora, más de un año después y tras un parón pactado primero y obligado después por la pandemia publicáis ‘Ninguna ola’. ¿Cómo ha vivido el grupo este parón?

R. Ha sido un periodo complicado como para todo el mundo porque ninguno podíamos esperar esto. Teníamos pensado acabar de tocar en noviembre, acabar el disco en marzo y estar más tranquilos en verano, descansar, coger fuerzas y volver a la carga en otoño. Al final lo tuvimos que suspender un poco todo y hemos decidido sacar el disco ahora por eso, porque necesitamos volver a sentirnos vivos, a sentir que el grupo está vivo. Tenemos ese material en el que llevamos trabajando dos años y queremos volver a la actividad, volver a ofrecer nuestra música a quien quiera escucharla y tocar todo lo que podamos el año que viene. 

La grabación, realizada en Lisboa, Madrid Barcelona y Andoain, se vio interrumpida por el coronavirus. ¿Os influyó en el resultado final? ¿Hicisteis alguna modificación?

Teníamos unas canciones grabadas ya cuando saltó la pandemia. La que nos quedaba era la de 'La vuelta'. Esa sí que la compusimos como en junio, pero no hemos hecho ninguna modificación en lo que estaba hecho porque para bien o para mal nos parecía que seguía vigente y que tenía sentido. 

Afirmáis que ‘Ninguna ola’ es un disco inspirado en el cambio. ¿Qué cambios ha experimentado La M.O.D.A durante este tiempo?

Es una trayectoria de una década y en este tiempo han pasado muchas cosas. Hemos cambiado de formación una vez. Con nosotros empezó tocando Adán que estuvo hasta 2016. Desde 2016 está Nacho. El resto creo que prácticamente es todo exactamente igual. Ensayamos en el mismo sitio, vivimos en el mismo sitio, hacemos las mismas cosas en ese sentido, pero a la vez son muchos cambios que cuesta apreciarlos, pequeños cambios del día a día, música nueva que descubres gracias a tus compañeros, los productores con los que hemos trabajado también nos han enseñado muchas cosas. Creo que también tantas horas de local juntos hacen que la complicidad sea mayor, que nos conozcamos mucho mejor musical y personalmente. También muchas horas de furgoneta que al final unen mucho. Esa es un poco la evolución del grupo, supongo que como la de cualquier proyecto o cualquier persona.

Para nosotros es una evolución bastante natural teniendo en cuenta que siempre hemos intentado reivindicar que tenemos influencias muy diferentes"

¿Y artísticamente destacarías algún cambio? 

Musicalmente hemos ido aprendiendo nuevos caminos y nuevas formas de expresarnos. Al principio era todo puro corazón, pura rabia y pura inmediatez. Ahora sigue siendo el corazón, la rabia y la energía pero quizás canalizados de formas diferentes. Creo que al principio teníamos mucha prisa por tocar todos, cantar todos y hacerlo todo a la vez y eso estaba muy guay. Tiene una pureza y una ingenuidad muy bonitas y ahí están esos discos, pero también con el tiempo cada uno va aprendiendo su oficio como un carpintero o como un herrero y va aprendiendo de las herramientas y del material con el que trabaja. En nuestro caso pues eso, en las letras lo mismo. Es un crecimiento. Se supone que intentamos aprender más cada día, aprender más de nuestro oficio y de la vida. Uno va evolucionando como persona y experimentando vivencias que de alguna forma te marcan. 

Escuchando los nuevos temas se pueden apreciar diferencias de estilo con canciones anteriores. ¿Cómo ha sido la acogida entre vuestro público de los dos adelantos del disco? Creo que habéis tenido mucho éxito con la preventa.

Sí, nos ha ido muy bien, que en estos momentos es algo de agradecer la respuesta del público. Hemos vendido un montón de vinilos y de CD, más del doble del anterior disco. La gente lo ha acogido muy bien. Ha habido también una pequeña parte de público a la que le ha costado más, que lo encuentra más raro, que echa de menos quizá el sonido del principio... pero creo que al final nosotros somos un grupo que hacemos las cosas que nos pide el cuerpo y que sentimos, independientemente del público. Así empezamos y con la primera canción que hicimos no teníamos nada de público, nadie. Intentamos mantener esa mentalidad siempre. No pensamos en si hay un público esperando el disco o no. Hacemos la música como si nadie más fuese a escucharla y creemos que nuestro público también es bastante abierto. Ya les hemos dado cambios y hemos hecho nuestros bandazos. No han sido los tres discos iguales y ahora de repente es un disco de electrónica. Ya veníamos dando bastantes pistas y para nosotros es una evolución bastante natural teniendo en cuenta que siempre hemos intentado reivindicar que tenemos influencias muy diferentes y que en nuestra discografía conviven temas tan opuestos como 'La zona galáctica' o 'Amoxicilina'. Así es como lo vemos nosotros.

Para este nuevo álbum habéis contado con Raül Refree en la producción. ¿Cómo ha sido trabajar con él y qué os ha aportado?

Ha sido un proceso muy gratificante, muy satisfactorio en lo artístico y en lo personal. De alguna forma hemos tenido que conocernos. Conocernos y descubrir el grupo a Raül y Raül al grupo, aprender nuestras dinámicas internas, cómo pensamos, cuál es nuestra forma de pensar y de sentir la música, nuestras aspiraciones... Ha sido un proceso de descubrimiento. Nosotros empezamos a hacer temas nuevos en 2018 y cuando teníamos catorce o quince hablamos con Raúl, le motivaba el proyecto y empezamos a trabajar con él. Creo que nos ha aportado su visión personal de la música, una forma distinta de hacer canciones, una forma diferente de intentar emocionar al público por caminos poco transitados habitualmente... Son muchas cosas. También a intentar llegar a la esencia de los tremas, a buscar los mínimos golpes posibles para que esos golpes sean más expresivos.

En 'Banderas sin color' cantáis "el momento crucial es ahora". ¿Es este el momento crucial de la banda?

R. El presente es el momento crucial para cada persona. Todos los momentos son cruciales, además cuando estás en un grupo y cuando vives las cosas con cierta intensidad. Cada momento es muy importante, pero yo creo que el mensaje es ese, que no hay más allá del presente y es lo que quiere expresar esa canción. 

En cuanto al futuro del grupo, no hay todavía ninguna fecha anunciada para la presentación del disco. ¿Qué expectativas tenéis para el próximo año?

Tocar todo lo que podamos, lo que nos dejen y de la forma que sea. Tocar un montón, eso es lo que queremos hacer. 

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