Los teatros en Madrid presentan una oferta que va desde el monólogo hasta la tragedia, pasando por la comedia cervantina o la reinterpretación de algunas propuestas de teatro contemporáneo, como la que hace el actor y director Sergio Peris-Mencheta con la obra La Cocina, del dramaturgo británico Arnold Wesker. Justo hasta el pasado domingo, teatros como La Abadía mantuvieron en cartelera montajes como El Público, obra de García Lorca dirigida por Alex Rígola. Para actualizar qué piezas siguen en cartelera, he aquí una selección de cinco montajes teatrales.
Una habitación propia… en Embajadores
Para poder escribir, una mujer debe tener dinero suficiente y una habitación propia, aseguró Virginia Woolf en 1928. Tal afirmación puede parecer obvia en la actualidad, pero cuando fue escrita -hace más de 80 años-, era casi una utopía. Habían transcurrido apenas 21 años desde que Finlandia se convirtiera en el primer país de Europa en autorizar el voto femenino. Así estaban las cosas cuando la escritora británica señala la importancia de una habitación propia. Esa es la frase que da título al ensayo de Virginia Woolf convertido ahora en monólogo por María Ruiz e interpretado por Clara Sanchís en el madrileño teatro Kamikaze. "Es un texto mítico -asegura María Ruiz-, un referente en más de un sentido". Y en efecto. Así es. Creación, política, libertad, derecho a decidir y hacer. Una obra cuya lectura feminista es fundamental, aunque todo cuanto en ella se dice es susceptible de llegar a la esencia de hombres y mujeres. Porque se trata del derecho a existir y crear, a hacerse visible y conquistar espacios. Una habitación propia puede verse en El Pavón Teatro Kamikaze (C/ Embajadores, 9) del 5 al 26 de diciembre.
Pedro de Urdemalas
Es una de las ocho comedias que dejó escritas Cervantes. Sólo se ha interpretado en España en dos ocasiones durante el último siglo, la más reciente hace más de diez años por la Royal Shakespeare Company. Desde entonces, la pieza no ha vuelto a los escenarios de Madrid . Pues ésa, Pedro de Urdemalas, ha sido el título elegido para inaugurar la sala pequeña del Teatro de la Comedia de Madrid. Representada por la Joven Compañía de Teatro Clásico, esta versión de Jerónimo López Mozo dirigida por Denis Rafter, intenta respetar lo que hizo Cervantes en aquella obra, volver a su universo de personajes: pastores, nobles, plebeyos, señores, criados, beatas, sacristanes, alcaldes, gitanos… Junto a ellos Pedro de Urdemalas, un hombre al que todo el mundo recurre por su ingenio para resolver conflictos, un pícaro que lo ha sido casi todo desde clérigo, hasta ratero. A partir de esa fórmula, se despliega una treintena de personajes . Pedro de Urdemalas podrá verse en la Sala Tirso de Molina del Teatro de la Comedia (Calle Príncipe, 14) del 6 al 22 de diciembre y del 10 al 22 de enero de 2017.
La cocina: 26 actores y una posguerra
Es una producción del Centro Dramático Nacional en colaboración con Barco Pirata. Dirigida y versionada por Sergio Peris-Mencheta, cuenta con un elenco de 26 actores que incluye a Silvia Abascal, Roberto Álvarez, Ricardo Gómez, Xabier Murua, Almudena Cid o Alejo Sauras. La pieza fue escrita por el británico Arnold Wesker, considerado uno de los mejores dramaturgos del siglo XX El Londres de los años 50, en plena posguerra, es el marco elegido por Wesker para bocetar una metáfora del mundo en que vivimos, mezclando nacionalidades, razas y culturas diversas, y obligándoles a colaborar y a convivir –y sobrevivir– en torno al epicentro creativo de un restaurante de 1. 000 comensales diarios, donde trabajan y se deshumanizan día a día. Wesker, quien se creció en el seno de una familia obrera de origen judío, estudió contabilidad, taquigrafía y mecanografía en el Upon House Central School de Londres. Desempeñó varios trabajos a lo largo de su vida: ebanista, comerciante, fontanero, repostero y cocinero. Su experiencia entre los fogones inspiró varias de sus obras. Lo que realmente lae en su teatro es una visión social de los hombres y las mujeres en aquel mundo de posguerra. La versión respeta bastante el texto original y casi todos los trabajadores proceden de los mismos países que marca Arnold Wesker. Hay personajes alemanes, griegos, franceses, polacos. Los demás son ingleses. Una Torre de Babel en la cocina. Desde el principio Wesker dibuja el enfrentamiento entre dos bandos: los alemanes y los griegos... sin embargo, muchas otras lecturas –a veces de una vigencia sobrecogedora- se desprenden del montaje. En este proyecto han participado muchas personas, desde el chef del Bohio Pepe Rodríguez, hasta RTVE que aporta una experiencia de realidad virtual y contenidos transmedia. La obra podrá verse hasta el 30 de diciembre de 2016 en el Teatro Valle-Inclán (Calle de Valencia, 1. Plaza de Lavapiés).
Ricardo III en el teatro Español
Resulta curioso que en menos de dos años, el teatro Español opte por el mismo montaje de Shakespeare. Se trata de la tragedia Ricardo III, una obra en la que el dramaturgo británico convirtió al jorobado y maligno miembro de la casa de los York en protagonista de la pieza con la que cerró su tetralogía dedicada a la historia de Inglaterra. La obra narra cómo la larga cadena de asesinatos, componendas, traiciones e infamias que el dique de Gloucester ejecuta para llegar al trono. Todo desemboca en la gran batalla de Bosworth, la última en la que murió un monarca británico. Ricardo III es un hombre que se muestra ante el espectador consumido por la ambición y el resentimiento; un ser abyecto e insensible. Alguien a quien los espectros persiguen, susurrando: "Mañana en la batalla, piensa de mí, y caiga tu espada sin filo: ¡Desespera y muere!". Esta versión de Eduardo Vasco que se presenta ahora lo va a tener difícil al momento de mejorar la versión de José Sanchís Sinisterra dirigida por Carlos Martín, en 2014, y que fue protagonizada por Juan Diego. La obra podrá verse hasta el 15 de enero de 2017 en el Teatro Español (Calle Príncipe, 25. Plaza Santa Ana).
El Perro del Hortelano
Dirigida por Helena Pimenta, esta nueva versión de Álvaro Tato del clásico de Lope de Vega permanecerá hasta el 22 de diciembre en el madrileño teatro de la Comedia. Pimenta y Tato colocan el acento en la mirada del individuo que busca su lugar en la sociedad pero, sobre todo, en la lectura que plantean del personaje principal: Diana, la Condesa de Belflor, que se enamora de un hombre humilde, su secretario Teodoro, a la vez que rechaza a dos poderosos pretendientes. Afiebrada por los celos que desatan el amor entre Teodoro y Marcela, una dama de su corte, la condesa despilfarra un humor cambiante, se entrega a los goces, sube y baja en devaneos que parecen –más que humores melancólicos- expresiones de la lucha de quienes defienden el derecho a ser ellos mismos, en este caso su derecho a no casarse con quien no desea. El reparto de El Perro del Hortelano a cargo de la Compañía Nacional de Teatro cuenta en esta ocasión con la actriz Marta Poveda, que da vida a Diana, y a Rafa Castejón como Teodoro. Actúa también Fernando Conde, en el papel de Conde Ludovico, un actor que formó parte del reparto de la versión cinematográfica de este clásico que la cineasta Pilar Miró estrenó en 1996. Teatro de la Comedia (Calle Príncipe, 14) hasta 22 de diciembre.
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