La madre del director Paco Arango, con 87 años, le dijo en 2021, durante unas vacaciones en Mallorca, que le dolía el cuerpo y que, después de mucho pedirle a Dios que la llevara con él, no lo hacía. Con "un buen vino" se le ocurrió una idea elocuente: le comentó que había encontrado un lugar en el que alquilaban cuerpos y así, durante tres días, no le iba a doler nada, se iba a reír y divertir. Sin embargo, tendría que esperar porque solo quedaban camioneros vascos.
La carcajada hizo que la broma fuera a más y decidió que allí una historia que contar, que este viernes llega a los cines españoles con el título de Mi otro Jon. Al igual que sus anteriores películas, su nuevo proyecto es una película cien por cien benéfica, destinada a ayudar a niños enfermos de cáncer a través de la Fundación Aladina.
Love actually, La vida es bella o Big son algunas de las inspiraciones de esta película, protagonizada por Carmen Maura, en las que el espectador "ríe y se emociona". "Quería conseguir eso: que la gente lo disfrute, que llegue un poco a la emoción pero que salga con ganas de comerse la vida con patatas, que es la frase de la película. Esto es más que una película. Es un evento y es una causa", ha reivindicado el director y filántropo en declaraciones a Vozpópuli.
Mi otro Jon está protagonizada por Carmen Maura, una mujer de más de 70 años que recibe una mala noticia de su médico: le queda poco tiempo de vida, así que decide cumplir los sueños de sus mejores amigas y también el suyo, que no es otro que ver el mar por última vez en la isla de La Palma y acompañada de su hija, a quien da vida Olivia Molina. Sin embargo, su estado no se lo permite, por lo que recurre a una científica (Aitana Sánchez-Gijón) que le permitirá que su alma viaje en el cuerpo de otro hombre, un camionero vasco.
"Ya que nos vamos a morir, por qué no pensamos en cosas más divertidas y le echamos una pedorreta a la muerte"Paco Arango, director y filántropo
La sinopsis de esta película bebe también de la película de animación Coco, inspirada en el día de los muertos de México. "Mi idea era reírme un poco de la muerte. Ya que nos vamos a morir, por qué no pensamos en cosas más divertidas y le echamos una pedorreta a la muerte", ha señalado en referencia a la trama y al principal personaje de esta película.
Maktub, un cuento de Navidad con el que debutó en la dirección de largometraje después de dos series para la televisión, logró tres nominaciones a los premios Goya (mejor dirección novel, mejor actriz (Goya Toledo) y mejor canción original) y derribó cierto estigma. "Cuando haces películas benéficas parece que hay trampa, y gracias a Dios, los éxitos la avalan. Mi segunda película fue número uno en Netflix en Estados Unidos y triunfó en 16 países. Es cine de éxito, pero que haya un loco detrás que decida utilizar el dinero para hacer algo precioso para los niños es una cosa mía. Pero la única forma en que eso funciona es si la película gusta", defiende.
Paco Arango, hijo del empresario hispanomexicano Paco Arango Arias, fundador de la cadena Vips, afirma que siempre quiso ser cineasta y, después de tocar "todos los palos" artísticos -también es cantante, productor y guionista-, cumplió su sueño. En este sentido, reconoce que es un privilegiado, pero matiza que también tiene que pensar en los beneficios económicos de sus proyectos cinematográficos.
"Yo no recupero los gastos de una película y no recibo ayuda estatal tampoco"Paco Arango, director y filántropo
"Me siento un privilegiado, desde luego, y el motivo por el que empecé a ayudar a niños con cáncer era porque me sentía un privilegiado al nacer en una familia sana, simpática, y cumpliendo mis sueños profesionales, pero el esfuerzo que yo hago es inhumano, no es fácil. Yo no recupero los gastos de una película y no recibo ayuda estatal tampoco", afirma el director. Tal y como recuerda, con Maktub le prometió al protagonista que con aquellos beneficios iba a hacer posible "el centro de transplantes más importante de España" que hoy existe en el Hospital Niño Jesús de Madrid.
Paco Arango invita a Rajoy
A pesar de aparecer apenas unos segundos en pantalla, uno de los protagonistas absolutos de Mi otro Jon es el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, que se interpreta a sí mismo en una escena en la que se topa con uno de los personajes secundarios. "Conocía a un amigo suyo, me puse en contacto y recibí la gran noticia de que lo hacía. He dirigido a muchos actores pero nunca a un expresidente de un país", cuenta.
Tal y como ha reconocido, "la primera toma no fue buena". "Él dijo que lo había hecho fatal y que había que hacer otra. La carcajada en los cines hace que retumbe todo. Es encantador, tiene esa chispa gallega sutil pero inteligente. Es bondadoso y ha sido una persona importante para este país", destaca el director, aunque matiza que él es "mexicano" y que este cameo "no tiene nada que ver con la política".
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